…o la Vocación de san Mateo .
El autor -Caravaggio – 1599-1600 – Iglesia de San Luis de los Franceses de Roma,
de formato grande: 322 x 340 cm. -Oleo sobre lienzo Estilo: Barroco Italiano que luego se llamaría «Tenebrismo» propio de este autor con una multitud de seguidores.
La escena la recoge del texto del Evangelio según San Lucas 5,27-28 –«Después Jesús salió y vio a un publicano llamado Leví, que estaba sentado junto a la mesa de recaudación de impuestos, y le dijo: «Sígueme».
El, dejándolo todo, se levantó y lo siguió».
En el Evangelio de Lucas se le llama Leví. En el de Marcos, se le da el nombre de Mateo y en la lista de los apóstoles, pero es llamado Leví cuando se relata la historia de su vocación.
Según los tres Evangelios Sinópticos, lo dejó todo al ser llamado por Jesús.
Es precisamente con el ingreso de Cristo que la oscura habitación se ilumina. De hecho, de la ventana una débil luz trasluce para vencer la sombra que se impone: en ella La Cruz desnuda de toda apariencia gloriosa, pero colocada en una posición que eminente domina la escena, con significado simbólico.
Ocurre un cambio, en esa habitación oscurecida, no en un despacho, sino en una taberna napolitana.Con la entrada de Jesús y Pedro la habitación se ilumina.
Cinco de los siete personajes están vestidos a la manera de los contemporáneos de Caravaggio (finales dels.XVI-XVII) pero Cristo y San Pedro, están vestidos con amplias túnicas que los dota de cierta espiritualidad mientras que Cristo y San Pedro van descalzos, los otros cinco calzados.
Cabeza de Cristo
La luz forma una línea diagonal que va desde la cabeza de Cristo, pasando por la mano, hasta llegar a Mateo. La mano de Cristo nos recuerda la «Mano de Dios» en la Capilla Sixtina, célebre obra de Miguel Ángel Buonarotti, y tímidamente Pedro también alza su mano imitando al Maestro, como «ensayando » el poder que le otorgaría Cristo al hacerlo su Vicario en la tierra -el Primer Papa.
La Luz es la protagosnista del lienzo. Existe un cruce de miradas entre Jesús y Mateo, este, entre asombrado e incrédulo realiza un gesto con su mano que la luz destaca. Manos que habían demostrado su avaricia como la de su compañero a la mesa, manos que luego escribirían un Evangelio.
La obra presentada fue tan novedosa en todos los aspectos.pero su ruptura conceptual no fue bien comprendida en el primer momento, a pesar de que el gremio de pintores, sobre todo los más jóvenes, mostraron enseguida su admiración por el excesivo realismo y por no usar dibujos preparatorios, calificándolo como el mejor artista de la naturaleza y como un auténtico milagro sus efectos de luz.
detalle de las manos
La Iglesia veía en sus obras una falta de decoro hacia lo sagrado. Sus personajes eran gente común que encontraba en las calles y tabernas.
Caravaggio se pintaba a si mismo: torpe, común, pendenciero, pecador como el que más, pero llamado por Jesús para glorificarlo con su arte.
Los cuadros de Caravaggio llegaban con facilidad a la sensibilidad de sus contemporáneos, precisamente porque aquellas escenas les eran más próximas y reales. Era el pueblo llano retratado por él.
Dentro de la Iglesia se había iniciado una tendencia según la reforma impuesta por el Concilio de Trento, importantísimo Concilio (1545-63) en la historia de la Iglesia que pedía volver a las formas más sencillas de la Iglesia Primitiva.
Caravaggio en sus pinturas no sólo era novedoso por el uso de la luz, y los modelos humanos utilizados, era la forma explícita de mostrar el dramatismo, de crear un momento, un hecho emocional, un contraste sublime que en su tiempo originó la aparición tanto de admiradores como de detractores.