En la iglesia de Ognissanti de Florencia está el fresco de «San Agustín » de Sandro Botticelli pintado hacia 1480 durante el Renacimiento Florentino.
El santo está espectacular!!! en su actitud, con su mirada profunda y su mano sobre el pecho, gesto que indica que tiene un corazón sentido. Pero… es un San Agustín diferente,neoplatónico! el libro que tiene abierto ante si, es un tratado de Geometría !!!! y está rodeado de instrumentos propios de los astrónomos, geómetras y matemáticos y no un libro de Teología como era de esperar.
La recuperación de Platón, en el Renacimiento es la recuperación de la matemática y Botticelli pertenecía al circulo neoplatónico Florentino y por si eso fuera poco, la iglesia, fue Capilla de los Vespucci.
La familia Vespucci debe su fama en todo el mundo a uno de sus componentes: el navegador Amerigo Vespucci, del que viene el nombre de América, ya que fue el primero en comprender que las tierras donde había llegado Colón no eran las indias, sino otro continente. La mayoría de los entendidos en la materia no estuvieron de acuerdo con el honor que le fue otorgado de llamar América, al continente descubierto por Colón, levantando una polémica que todavía existe.
El término Renacimiento deriva de la expresión italiana rinascita , vocablo usado por primera vez por el literato Petrarca .
Uno de los cambios más destacados de ese momento es la aparición de la perspectiva, que consiste en la representación de la tercera dimensión y la «Pasíón» por los instrumentos «raros»
La astronomía fue uno de los campos más importantes en el progreso científico, que influirá en el cambio de pensamiento de los europeos. Por esos años e producen también extraordinarios inventos en el campo de la navegación , impulsados por el descubrimiento de América aparecen el Astrolabio y el Nocturlabio, Esfera Armilar la Carta náutica o Portulano , inventos que facilitaron la navegación y el afán de aventura y conquista de nuevos territorios.
Volviendo a Botticelli , este, pidió ser sepultado a la entrada de la famosa Capilla de Ognissanti. Un disco de mármol blanco a los pies de la tumba de su amada modelo, la hermosa Simonetta Vespucci, que fuera proclamada “Reina de la belleza” durante un torneo de justas en 1475 y de la que el permaneció enamorado toda su vida.
Su deseo le fue concedido.
También está la de Amerigo como integrante de la familia que era
Lápida de Amerigo Vespucci – y de Botticelli, ambas en la Capilla Vespucci
Pero he aquí una sorpresa:
El escudo de esta lápida, no pertenece al navegante florentino, sino a su abuelo homónimo. La placa menciona el año 1471 e incluye el blasón en la típica «cabeza de caballo» de la heráldica italiana, que vemos también en el fresco de «San Agustín» de la Capilla.
«El nombre de «Vespucci» se relaciona con las avispas (Vespa)»
Este es el blasón de los Vespucci con avispas como era de esperar!
Posiblemente Botticelli no fue quién introdujo «la Moda» de los Instrumentos Modernos de navegación o astronomía rodeando a santos y otros personajes ilustres pero si quién hizo una versión magnifica con su San Agustín rodeado de ellos.
En Venecia, en la Scuola di San Giorgio degli Schiavoni se encuentra otra admirable pintura del mismo estilo de Vittore Carpaccio, datada de 1502, que reproduce el gabinete de San Agustín, probablemente inspirándose en el fresco magistral de Botticelli pintado 20 años atrás.
Una vez más nos encontramos con un San Agustín, «sabio en astronomía» para nuestra sorpresa. Una esfera armilar en la estantería de la derecha y todo un armario de astrolabios y cuadrantes en el fondo izquierdo aunque puso la Mitra y el Báculo junto al altar del fondo.
En la época en que se ejecutaron tanto el fresco como el cuadro, la astronomía y la astrología no estaban muy separadas, de hecho muchos astrónomos –incluido Kepler- tenían que realizar horóscopos. La gente sentía especial atracción por dichos objetos y determinados descubrimientos científicos y geográficos.
La irrupción de una nueva sensibilidad y su plasmación ocurre treinta años después con la lograda pintura de Hans Holbein el Joven( en la Nacional Gallery), conocida como «Los embajadores (1533)» considerada su obra cumbre ya finalizando el Renacimieto. Todas las contradicciones de una época se ponen de manifiesto: el sentimiento religioso de que todo es vanidad y la atracción por los objetos.
La anamórfica calavera ( extrañamente colocada en el centro ).
Para corregir la deformación del hueso de sepia y observar el cráneo , puede utilizarse el dorso de una cuchara. Colocando la mirada frente al dorso de la cuchara y modificando su orientación, se observa fácilmente el cráneo sobre ella. Si se tiene una versión impresa de la pintura, puede dirigirse la mirada en el plano formado por la hoja y corregir la perspectiva.!Toda una novedad!
En Londres el mensaje será el de las vanidades: Todo es Nada.
Hans Holbein el Joven también utiliza los mismos instrumentos en el «Retrato del astrónomo Kratzer», actualmente en el Louvre de París
La pintura es del segundo cuarto del XVI, ya el Renacimiento está fuera prácticamente, falta el telescopio porque recién en 1609, Galileo enfoca el cielo con su rudimentario catalejo.
Holbein no pone aquí la carga simbólica de «Los Embajadores», pero muestra la variedad de instrumentos que existían.
A la moda de las «Vanitys» siguieron la de los instrumentos, a estos, la de retratar personas con los atributos de santos (el famoso Murillo retrató a media sociedad de Sevilla), «la Moda» de los coleccionistas fiebre que se desató con el neoclasicismo cuando se desenterró Pompeya o cuando comenzaron los viajes a Grecia para ver sus ruinas …
También los artistas fueron «Moda» al igual que sus obras: Miguel Ángel fue «el Divino» de la devoción por Rafael Sanzio surgió la nueva corriente decimonónica «Los Prerafaelistas». También se olvidaron de las antiguas y endiosadas celebridades como Zurbarán, Tiépolo y otros.
Botticelli no tuvo mejor suerte, permaneció injustamente ignorado por siglos, pero no así su «San Agustín» de la Capilla de Ognissanti , tal es la seducción que el fresco ejerce sobre el observador que siempre conquistó al público de todas la épocas despertando la admiración de todos.