El «Retablo de Santo Domingo” Es una Témpera y pan de oro sobre tabla datada 1423-24, está en el Convento de Santo Domingo de Fiésole-Italia. Se trata de la primera obra importante realizada por el artista Guido di Pietro da Mugello llamado por todos Fra Angelico.
El motivo del encargo fue la reconstrucción del antiguo convento de Fiesole, gracias a las donaciones de un comerciante de Florencia, Barbana degli Agli.
Fra Angelico pinta con la santa paciencia de los miniaturista utilizando colores al temple, pinta el retablo de santo Domingo sobre riguroso fondo dorado.
Santo Tomás de Aquino -el más grande estudioso de la Orden- de los predicadores con una pluma y un libro en sus manos, San Bernabé, -patrón de Barnaba degli Agli, benefactor del convento, a quién se dedicó la iglesia (seguramente como referencia al comitente de la obra, Barbana)Los Hechos de los Apóstoles 4,34-37, narra que Bernabé vendió su finca, y el producto que de ella obtuvo lo entregó a los apóstoles para distribuir entre los pobres.Fue un gran colaborador de San Pablo, quien a su regreso a Jerusalén tres años después de su conversión, recibió de Bernabé apoyo ante los demás apóstoles, e intercesión para obtener la aceptación del resto de los apóstoles de Jerusalén a su ministerio.- A la izquierda, San Pedro Mártir, fue un religioso dominico y sacerdote, miembro del Tribunal del Santo Oficio, su predicador más elocuente. Se lo considera el protomártir de la Orden dominicana y el santo fundador de la Orden Santo Domingo de Guzmán con el detalle de la estrella en su aureola típica de los santos Domingo que pintara Fra Angelico.
Sobre un suelo embaldosado de carácter geométrico se levanta un pedestal de mármol en semicírculo donde se asienta el trono de la Virgen La imagen de María con el niño se sitúa en el centro, rodeada por ocho ángeles de vistosas y coloridas alas que oran a la Madre de Dios enmarcando el trono. Su vestido cae de forma ondulada con un suave estudio de los pliegues, utiliza un tono azul que caracteriza el manto de gloria. El Niño, desnudo, está en movimiento para tomar la rosa que su madre lleva en la mano. Los nimbos de santidad están realizados en pan de oro y marcados con un ligero relieve.
Era muy difícil encontrar obras que sugieran movimiento por esas épocas, Fra Ángelico lo introduce aquí sencillamente, en la actitud del Niño y en la Predela.
La remodelación
Se trataba de un tríptico de estilo gótico tradicional por esas épocas, pero fue remodelado por Lorenzo di Credi convirtiéndose en una sola tabla en 1501 y con claros detalles de la nueva moda Renacentista.
El fondo dorado desapareció dando lugar a dos ventanas con paisajes y en el centro el trono de la Virgen con baldaquino una estructura arquitectónica de carácter clásico a los lados, dos finas columnas y se agregaron santos que no son obra de fraile pintor posiblemente de Lorenzo di Credi o de algún ayudante. Años después se retiró la Predela.
La parte inferior, de la Gloria del Señor con todos sus ángeles y santos pasó al Museo Británico.
Esta era la Predela, el Banco, o la parte de abajo de un altar… Bellísimas imágenes que representan a los santos,santas y mártires que en su momento dieron la vida por Cristo. Ejemplos si duda para todo Cristiano que se precie.
La tabla central
En el Centro el Cristo glorioso Resucitado. En los extremos de la predela los santos Dominicos que coronaron de gloria la orden. No son de la época de Fra Angelico
La única parte que se salvo de la intervención de manos ajenas fue el Cristo en Gloria, tabla central de la predela actualmente en Londres que nunca fue retocada y con un colorido grandioso verdaderamente auténtico de su creador. En ella, Cristo Glorioso. rodeado de sus ángeles con esas alas tan particulares que solo él podía pintar con variado colorido probablemente heredado del gótico. Todos ellos muestran un elegante movimiento, sus gestos de una gracia sin igual, como también sus ropajes con suaves ondulaciones y graciosa caída de ahí su apodo y con mucha justicia.
Igualmente recibió el apelativo de Angélico por el valor teológico de todas sus pinturas. Decía que para pintar se inspiraba en la doctrina teológica de Santo Tomás de Aquino (1225-1274), llamado también el Doctor Angélico.
Santos y Mártires,
La gloria de la Iglesia una de las tablas de la Predela (Izquierda)
Tabla de la Predela (derecha)
Lo agregado
Los santos de la Orden de los Predicadores en los dos extremos
La obra constituye un paso más en el continuo proceso revolucionario en las artes que se dio en el primer renacimiento con autores como Fra Angelico.
Aquí, dos Iluminaciones de su autoría como miniaturista. Dejó este legado en Fiesole.
Giorgio Vasari en su «Vida «de los mejores pintores, escultores y arquitectos dice de Fra Angélico:“nunca levantó el pincel sin decir una oración ni pintó el crucifijo sin que las lágrimas resbalaran por sus mejillas”. Y añade que “habiendo sido excelente pintor y miniaturista y óptimo religioso, merece por ambas razones que de él se haga honradísima memoria”.
En 1436 a la comunidad de dominicos donde profesaba Fra Angelico le fue encomendada el monasterio de San Marcos en Florencia. Para ese monasterio pintó una serie de frescos, unos cincuenta!!!, Decoraban las celdas de los frailes y creo que son los más divulgación tuvieron y por todos reconocidos. Son pinturas que ayudan a la devoción privada de los monjes, su colorido y composición invitan a la serenidad y al sosiego. El cobra por su trabajo… y todo va a la comunidad monacal.
Para Fray Angélico, el pincel, lienzos, los retablos o paredes donde plasmaba sus obras se convertían en el areópago donde anunciaba el Evangelio.
Muere en Roma terminando la decoración del convento dominico de Santa María sopra Minerva donde le dieron sepultura.Su arte exquisito fue amable, de suaves colores y líneas sencillas para representar muy bien los sentimientos espirituales. Se considera a su obra un intento de armonizar lo religioso medieval con la nueva estética renacentista italiana.
El Papa Juan Pablo II, en el motu proprio que escribió por su beatificación en 1982, aseguraba que sus obras “son fruto de suma armonía entre la vida santa y la fuerza creadora que actuaba en él”.“Obras que invitan a que el hombre pueda contemplar las cosas divinas”, dijo el pontífice.