Castillo de los Condes de Aquino en Roccasecca- Italia
Los Aquino eran una familia noble del Reino de Nápoles, emparentados, aunque remotamente, con el mismísimo emperador Federico II, con numerosas haciendas en tierras muy fértiles, dos castillos y un buen nivel cultural. Landolfo y Teodora fueron padres de doce hijos, el menor fue Tomás que nace en 1225 en el castillo de Roccasecca que por entonces pertenecía al Reino de Sicilia. Como hijos de una familia de buena posición, los hermanos de Tomás se dedicaron a la vida en la corte imperial. Sus hermanas se prometieron a buenos partidos, con los que aumentar el honor y las rentas de la familia.
Pero Tomás estaba destinado a otro plan. Como hijo menor de la familia, sus padres habían determinado que entrara en el monasterio benedictino de Monte Cassino.
Después de nueve años de estar en Monte Cassino tuvo que abandonar el monasterio, pues había quedado, una vez más, en medio de un frente de guerra. Por eso le vemos con catorce años matriculado en la Universidad de Nápoles. Hacía muy poco tiempo que el emperador Federico II Hohenstaufen la había fundado. Posiblemente ante las dificultades de Monte Cassino sus padres cambiarían de plan: Tomás ocuparía un alto cargo en la Administración imperial.
Los años de adolescencia napolitana
Sto Tomás por Carlo Crivelli -del ‘El retablo de Demidoff’
Tomás era un joven vigoroso, de dimensiones atléticas. Alto, grueso, bien proporcionado, de color moreno y frente despejada con tuvo un inteligencia privilegiada que empleó a fondo en sus años de estudiante. Se dedica con pasión al estudio de la filosofía, las artes, la literatura… su mente va abriéndose a las últimas novedades científicas y humanistas de su tiempo. Tomas descubrió su vocación de una manera muy normal: observando la vida. Desde sus años en Monte Cassino había descubierto la grandeza de una vida cerca de Dios. Sus años de universidad le llenaron de asombro por las obra, que El Señor nos ha regalado, en la naturaleza y en la sociedad. Cuanto más conoce la realidad, más descubre la obra de Dios en su vida, y más se ve fascinado por ella:
«Tan espléndida es la gracia de Dios y su amor a nosotros, que hizo El más por nosotros de lo que podemos comprender «(Sobre el Credo, 1. c., 61).
Es precisamente esta vivencia la que le movió a interesarse por la orden dominica. Tomás observa el testimonio de vida de los dominicos de su ciudad, y se siente fascinado por el ímpetu con que anuncian a Jesucristo, la profundidad de su oración, su pobreza de Vida, su entrega al estudio y a la predicación… Tenía que merecer la pena aquello que difundían. Fue a hablar con ellos, pidiendo acompañamiento espiritual al dominico fray Juan de San Giuliano.
Tomar la decisión.
No era fácil abandonar seguridades, una buena carrera, una familia con dinero y un futuro asegurado… Cambiar todo por la pobreza, la castidad, la obediencia, una vida fuerte de oración y de entrega y una dedicación exclusiva al plan de Dios era una locura. Pero mayor locura era, pensaría Tomás, renunciar a la felicidad plena que Dios le estaba prometiendo. No contó nunca nada de su decisión, pero en muchos de sus libros se verá la convicción que le impulsó a tomaría:
«Sólo el amor de Dios nos hace totalmente felices».
Su padre había muerto y su madre no iba a renunciar a los planes que había preparado para Tomas. La entrada del menor de los Aquino en una orden mendicante agitó la vida familiar de los Aquino. Los superiores dominicos, decidieron enviarlo a estudiar a París, para alejarlo de conflictos. Demasiado tarde. Un grupo de soldados imperiales, capitaneado por su propio hermano, lo captura a principios del mes de mayo y lo lleva al castillo de la familia. Le arrebataron el hábito, su madre ejerció todo tipo de presiones sobre él, sus hermanos y amigos trataron de convencerle de que cometía una locura.Tomás pasará más de un año encerrado en una torre. Pero Tomás no perdía el tiempo, aprovecha su encierro en la prisión para aprenderse de memoria muchísimas frases de la Biblia y para estudiar muy a fondo el mejor tratado de Teología que había en ese tiempo, y que después él explicará muy bien en la Universidad.
Intervinieron en el conflicto:
Juan de Wildeshausen, «el Teutónico», de la Provincia de Teutonia., general de los dominicos, intervino en el asunto, abogando por Aquino frente a Federico II y este último autorizó su liberación.
Tomás hizo entonces sus votos a la Orden de Predicadores, y le enviaron a Roma, donde el papa Inocencio IV le dió su bendición y protección.
Tomás nos da ejemplo.
La gracia, la Sabiduría de Dios, nos hace libres hasta ser capaces de dar toda nuestra vida a Dios, como Cristo dio la suya hasta la cruz. No podemos «conformarnos» con menos que con Dios.
En mayo de 1245 Tomás llega a la universidad europea más potente de su tiempo: la Universidad de París. Allí comienza lo que será una constante a lo largo de toda su vida: la unión entre su vida religiosa y su dedicación a la universidad.
El trabajo de Tomás en la universidad fue extraordinario. Durante los cuatro años de noviciado en París se dedicó intensamente al estudio, al lado de uno de los grandes maestros medievales: el alemán San Alberto Magno. Con él marcha a Colonia, donde permanecerá hasta los 28 años.
Fresco de San Alberto Magno en Treviso – Italia
Allí destacaba, aparte de por su extraordinaria inteligencia y dedicación a la universidad, por su carácter silencioso, contemplativo y dado a la oración. Esta reserva de su carácter, unida a su corpulencia, hacía que le llamaran «el buey mudo». «Sí, pero sus mugidos resonaran en todo el mundo» decía su maestro Alberto encantado con los grandes progresos que hacía Tomás. En Colonia recibirá la ordenación sacerdotal. De vuelta a París, trabaja ya como Maestro en Teología durante tres años. Tras ello marcha a la Universidad Papal, en Italia donde enseña durante seis años, y después durante otros tres en Roma.
Admiradores y amigos
Para la composición de sus escritos, cooperaban con él algunos secretarios, principalmente el hermano Reginaldo de Piperno, quien lo siguió fielmente y al cual lo unía una fraterna y sincera amistad, caracterizada por una gran familiaridad y confianza. Santo Tomás escribiría cosas hermosas sobre la amistad.
El rey Luis IX (que luego sería santo) lo estima tanto que lo consulta en todos los asuntos de importancia. Y en la Universidad es tan grande el prestigio que tiene y su ascendiente sobre los demás, que cuando se traba una enorme discusión y no logran ponerse de acuerdo, los bandos aceptan que sea Tomás de Aquino el que haga de árbitro y diga la última palabra, y lo que él dice es aceptado por todos sin excepción. En 1259 participó en el capítulo general de los dominicos en Valenciennes, donde fue miembro de una comisión que estableció el programa de estudios en la Orden.
En Italia la gente se agolpaba para escucharle con gran respeto como a un enviado de Dios, y lloraban de emoción al oírle predicar acerca de la Pasión de Cristo, y se emocionaban de alegría cuando les hablaba de la Resurrección de Jesús y de la Vida Eterna que nos espera.
Siempre consideraba que los otros eran mejores que él. Aun en las más acaloradas discusiones exponía sus ideas con total calma; jamás se dejó llevar por la cólera aunque los adversarios lo ofendieran fuertemente y nunca se le oyó decir alguna cosa que pudiera ofender a alguno. Su lema en el trato era aquel mandato de Jesús:
«Tratad a los demás como deseáis que los demás os traten a vosotros“.
Una vida entregada hasta el final
Durante la misa que celebraba el 6 de diciembre de 1273, sufrió una profunda crisis, causada por el agotamiento. Pero en ese mismo momento, Dios le recompensa con una experiencia mística extraordinaria. Algo le conmocionó de tal manera que jamás volvió a escribir. Decía que todo lo que había escrito ¡es paja, en comparación con lo que Dios me ha revelado hoy!.
Falleció en la abadía cisterciense de Fossanova, rumbo al Concilio de Lyón. En sus últimos días dio ejemplo de su admirable amor a la Eucaristía, paciencia, dulzura y humildad. Murió proclamando su amor a Cristo y a su Iglesia. Era el 7 de marzo de 1274 .
Cuando Juan XXII lo canonizó, en 1323, y algunos objetaban que Tomás no había realizado grandes prodigios ni en vida ni después de muerto, el Papa contestó con una famosa frase: “Cuantas proposiciones teológicas escribió, tantos milagros realizó”.
Sus restos fueron llevados solemnemente a la Catedral de Toulouse Francia- un 28 de enero. Por eso se celebra en este día su fiesta. Actualmente en la cripta de la Iglesia de los Jacobinos de esa ciudad.
«Doctor Angélico»
En 1567 fue declarado Doctor de la Iglesia.
En 1880 el papa León XIII, gran promotor de estudios tomistas, le declaró Patrono de las Universidades católicas y centros de estudio.
Lo que nos dejó Tomás
Tomás de Aquino mostró que entre fe cristiana y razón subsiste una armonía natural. Mostraba que lo que parecía razón incompatible con la fe no era razón, y que lo que se presentaba como fe no era fe, pues se oponía a la verdadera racionalidad; así, creó una nueva síntesis, que ha formado la cultura de los siglos sucesivos.
Bellísimos himnos de la Eucaristía.
De 1261 a 1265 Tomás estuvo en Orvieto. El Romano Pontífice Urbano IV, que le tenía gran estima, le encargó la composición de los textos litúrgicos para la fiesta del Corpus Christi instituida a raíz del milagro eucarístico de Bolsena
y compuso entonces la sublime secuencia “Lauda Sion” que se canta en la Misa de Corpus Christi. el Pange lingua y el Tantum ergo y varios otros .
No todos aceptaban la interpretación de Aristóteles que daba Tomás, pero incluso sus adversarios, en el campo académico, admitían que la doctrina de fray Tomás era superior a otras por utilidad y valor, y servía como correctivo a las de todos los demás doctores. Uno de sus ex alumnos declaró que era tan grande la multitud de estudiantes que seguía los cursos de Tomás, que a duras penas cabían en las aulas; y añadía, una acotación personal, «escucharlo era para él una felicidad profunda».
Oraciones inspiradas
La profundidad del pensamiento deTomás de Aquino brota de su fe viva y de su piedad fervorosa, en la que pide a Dios:
“Concédeme, te ruego, una voluntad que te busque, una sabiduría que te encuentre, una vida que te agrade, una perseverancia que te espere con confianza y una confianza que al final llegue a poseerte».
El triunfo de Santo Tomás – Benozzo Gozzoli terminado -1484-La obra se encuentra en el Museo de Louvre de Paris, destinado originalmente para la Catedral de Pisa. La mayoría de los frescos del Camposanto de Pisa que realizó este pintor fueron destruídos en la II Guerra Mundial a causa de un bombardeo del año 1944.
Sus postulados
El problema central de su pensamiento era la relación entre la razón y la fe. Sostuvo que la razón es un atributo otorgado al hombre por Dios. Por otra parte, señaló que aceptando como cierta la religión revelada y todos sus contenidos, la filosofía y el conocimiento humano pueden probar y dar por ciertos los dogmas de la fe, entre ellos el principal: la existencia de Dios. Tomás, además, planteaba que la filosofía y la teología son distintas y armónicas al mismo tiempo, ya que si bien el estudio filosófico no puede reducirse a criterios teológicos, el conocimiento racional conduce necesariamente a las verdades del dogma (verdades en las que se cree por fe).
Rechaza la teoría agustiniana de la iluminación divina y postula que es posible llegar a la idea de Dios, a partir de la razón y de la abstracción de sus cualidades materiales e individuales.La libertad de elección o libre albedrío es el eje de su ética y contradice la teoría de la predestinación. El libre albedrío, que se asienta en la razón, hace del hombre un ser responsable de sus actos ante Dios y los hombres.
La escolástica
Producción filosófica, teológica y científica de la Edad Media, enseñada en las universidades y escuelas eclesiásticas. Como método principal, usa la argumentación silogística, y se basa en la lectura de autores clásicos, en especial de Aristóteles (384-322 a.C.).
El silogismo es un método de razonamiento que consta de tres proposiciones; la última o conclusión se deduce de las dos anteriores o proposiciones. Por ejemplo: “todo animal es mortal; todo hombre es animal; luego, todo hombre es mortal”.
Sus principales representantes: Alberto Magno y Tomás de Aquino.
Pero también figuran Escoto Erígena, San Anselmo, Guillermo de Champeaux, Abelardo, Pedro Lombardo, Duns Escoto, San Buenaventura, Bacon, Raimundo Lulio y Guillermo de Occam.
Platón y Aristóteles, por Raffaello Sanzio (detalle de La escuela de Atenas, 1509).
Teoría agustiniana
San Agustín (354-430) seguía las ideas de Platón (filósofo griego que vivió entre el 384-322 a.C., discípulo de Sócrates y maestro de Aristóteles), en especial sus teorías del alma y la revelación cristiana.
La principal diferencia entre San Agustín y Tomás es el llamado “voluntarismo” de la doctrina agustiniana, que plantea que la voluntad prevalece sobre el entendimiento. Mientras que para Tomás es el conocimiento el que predomina sobre la acción.
Veinte años de intensa actividad
Tomás escribe entre 1252 y 1272. En esos veinte años desarrolla una actividad productiva cuya máxima expresión es la “Suma Teológica”.
Tan importantes son sus escritos que en el Concilio de Trento, 1545-1563 los tres libros de consulta que había sobre la mesa principal eran: la Sagrada Biblia, los Decretos de los Papas, y la Suma Teológica de Santo Tomás.
Uno de los principales méritos consiste en haber consolidado el aristotelismo como sustrato filosóficodel pensamiento cristiano y de la reflexión teológica.
Sus obras ordenadas cronológicamente:
1) Obras escritas o iniciadas durante su estancia en París (1252-1259):
– “De ente et essentia”. (Sobre el ente y la esencia) . Escrito en París antes de ser maestro en Teología, o sea, antes de marzo de 1256. Una pequeña obra fundamental para conocer la teoría del ser.
– “De principiis naturae”. (Sobre los principios de la naturaleza). Consideraciones sobre la naturaleza basadas en los libros I y II de la Física de Aristóteles.
– “De Veritate”. (Cuestión disputada sobre la verdad).
– “Suma Contra Gentiles”. (Comenzada en París)
2) Obras escritas durante su estancia en Italia entre los años 1259-1268:
– “De Potentia”. Cuestión disputada sobre la potencia. (Comenzada en Roma).
– “De Malo”. Cuestiones disputadas sobre el mal. (Roma).
– Comienza la “Suma Teológica”.
– “De Spiritualibus Creaturis”. (Sobre las criaturas espirituales).
– “Sententia super De Anima”. (Comentario al “De Anima” de Aristóteles).
3) Obras escritas en París, entre los años 1269-1272:
– “Sententia libri Politicorum”. (Comentario a la “Política” de Aristóteles).
– “Sententia super Metaphysicam”. (Comentario a la “Metafísica” de Aristóteles).
– “Sententia super Meteora”. (Comentario a los “Meteoros” de Aristóteles”.
– “Compendium theologiae”. (Compendio de teología). (París o Nápoles).
–“De unitate intellectus contra Averroistas”. (Sobre la unidad del intelecto contra los averroístas).
– “Quodlibet” 3, 4, 5, 6 y 12.
– “Sententia super Physicam”. (Comentario a la “Física” de Aristóteles).
– “Sententia super Peri hermenias”. (Comentario a la obra de Aristóteles “Sobre la interpretación”).
– “Sententia libri Ethicorum”. (Comentario a la “Ética Nicomáquea” de Aristóteles).
– “De aeternitate mundi contra murmurantes”. (Sobre la eternidad del mundo contra los murmurantes).
– “Epistola ad comitissam Flandriae (de regimine judaeorum)”. (Sobre cómo los príncipes cristianos deben tratar a los judíos).
– “De sortibus”. (Sobre el azar).
– “De substantiis separatis (o De angelis)”.( Acerca de las sustancias separadas, o Acerca de los ángeles).
– Comienza la 3ª Pars de la Suma Teológica.
4) Obras escritas en Nápoles entre los años 1272-1274:
– Santo Tomás escribe la parte restante de la 3ª Parte de la Suma teológica.
– “Sententia de caelo et mundo”. (Comentario al “De Caelo et Mundo” de Aristóteles).
– “Sententia super libros De generatione et corruptione”. (Comentario al “De generatione et corruptione” de Aristóteles).
«Santo Tomás fue un profesor completo, porque fue más que un simple profesor, ya que en el discurso descendía por entero de las simplísimas cumbres de la contemplación»- J.Maritain.
Muy hermoso todo, muchas gracias y saludos desde México. Santo Tomas, Ruega por nosotros
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Gracias…abrazo gigante!!!
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Abrazos muy fuertes Ana Maria desde un pueblito colombiano Jamundi, en el Valle del rio Cauca, aprendiendo contigo desde la distancia
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