Joaquín Sorolla Bastida -Valenciano – 1863 – Cercedilla- 10 de agosto de 1923- Artista prolífico, dejó más de 2200 obras catalogadas. Su obra madura ha sido etiquetada como impresionista, post-impresionista y gran «luminista».
En 1884 cosechó un gran triunfo con la obra El crit del Palleter, con la que obtuvo una beca por parte de la Diputación Provincial de Valencia para estudiar en Roma.
A su llegada a la capital italiana, Sorolla quedó deslumbrado por el arte clásico y renacentista. Junto a su amigo, el también pintor Pedro Gil, viajó a París donde entró en contacto con el impresionismo. Tras una prórroga en su beca, en 1888 contrajo matrimonio con Clotilde García, su mejor modelo y compañera, se establecieron en Asís (Italia). De esa época destaca la obra Vendiendo melones hoy en el Tyssen Bornemisza.
En 1889, el pintor y su familia se instalaron en Madrid donde, en apenas cinco años, Sorolla alcanzó un gran renombre como pintor. En 1894 viajó de nuevo a París, y allí desarrolló el estilo pictórico denominado «luminismo», que sería la característica principal en su obra a partir de entonces. Comenzó a pintar al aire libre, dominando con maestría la luz que, combinada con escenas cotidianas y paisajísticas de la vida mediterránea, se refleja en obras como La vuelta de la pesca, La playa de Valencia o Triste herencia, obra por la cual recibió el Grand Prix en el certamen internacional de París en el año 1900.
«Otra Margarita»
En 1894 pinta Y aún dicen que el pescado es caro, una obra que se encuadra en el realismo social y con ella ganó una Medalla de Primera Clase en la Exposición Nacional de Bellas Artes.
Desnudo… emulando a Velázquez 1902
La siesta 1911 obra maestra del impresionismo moderno. muestra cuatro jóvenes tendidas sobre la hierba, una de ellas incorporándose. Los personajes están elaborados a base de manchas, los efectos de luz y sombra con pinceladas gruesas, tal como venían haciendo los maestros impresionistas de Holanda y Francia.
Gran retratista
La actriz María Guerrero en su papel de La Dama Boba.
Posaron para él personajes: Literatos- Miguel de Unamuno, Pío Baroja, Azorín, Antonio Machado, Vicente Blasco Ibáñez, Santiago Ramón y Cajal, Jacinto Benavente, Rafael Altamira y Crevea.
Juan Ramón Jiménez, Marcelino Menéndez Pelayo, Ortega y Gasset y Benito Pérez Galdós.
Políticos como Emilio Castelar, el rey Alfonso XIII. El médico Ramón y Cajal.
el presidente de Estados Unidos -1909 William Howard Taft, además de una buena colección de retratos de su familia y autorretratos.
Mujeres caminando en la playa 1909.
Esta es una de las obras más célebres del pintor, muestra a su esposa e hija caminando por la playa mediterránea de Valencia, los efectos de luz que logra son únicos en su estilo. En este cuadro se aprecia en todo su esplendor la especial capacidad de artista para plasmar rayos solares reflejados sobre telas blancas.
Biarritz en 1906
Una mujer sentada sobre la arena sujetando entre las manos una antigua cámara Kodak, todo un lujo para la época. De estilo posimpresionista, la obra rinde homenaje a este artefacto con el que el autor inmortalizó muchos de los veranos de su vida junto a su familia.
Trabajador incansable
Sorolla tenía la necesidad de sentir antes de pintar, y para ello trabajaba en la playa durante horas sin importarle en absoluto el sol de los veranos mediterráneos.
Una particularidad: sus largos pinceles. Con ellos lograba su pincelada suelta tan admirada. También se ayudaba con la fotografía, era todo un experto ya que de joven había trabajado «retocando» fotos en el taller de su suegro el famoso Fotógrafo de Valencia- Antonio García Peris.
Causa posible de enfermedad…
Se dice que Goya sufrió una enfermedad parecida a la que padeció Sorolla.
Observando las obras del pintor notamos que utilizó colores que fueron una constante en su obra: el bermellón, un pigmento compuesto por mercurio y azufre; el blanco plomo, y el verde de Scheele –un pigmento tóxico que incluso hay quien sostiene que fue el causante de la muerte de Napoleón. En la actualidad, estos tres colores se elaboran con pigmentos inocuos, pero no siempre fue así. Algunos de los síntomas que describen sus allegados coinciden con el «hidrargirismo», una intoxicación por mercurio que afecta especialmente a los riñones. Se piensa, como causa de dicha enfermedad, su frecuente exposición al bermellón, que empleaba con asiduidad. Pero también el hecho de que el pintor era un fumador compulsivo, más aún… que tenía tendencia a la alta presión y dolores de cabeza constantes.
La nota detonante…
Fue a través de una exposición que Joaquín Sorolla realizó en los salones de “Grafton” en Londres en 1908 lo que despertó la admiración de Archer Milton Huntington de USA hacia el pintor. Decidió hablar con él para convencerle de la posibilidad de realizar una exposición en su país, Sorolla aceptó encantado. El éxito que alcanza la exposición en Norteamérica el 4 de febrero de 1909, hace que nazca una gran amistad entre Sorolla y Huntington, además la Hispanic Society adquiere varios de sus cuadros.
El momento más significativo tuvo lugar en París en el año 1911, donde ambos coinciden en un hotel y es allí donde Huntington le hace un encargo muy especial y ambicioso, que por aquel entonces se convertiría en la obra más importante de la pintura contemporánea. El trabajo consistía en la decoración de una gran estancia rectangular que con el tiempo se convirtió en el salón principal de la Hispanic Society y que hoy se conoce como Sala Sorolla. Para ello tenía que realizar una serie de 14 impresionantes lienzos de gran tamaño dedicados a representar regiones de España.
Su obra para la Hispanic Society de Nueva York
Trabajó sin descanso en ese encargo entre 1912 y 1919. Catorce enormes lienzos de más de tres metros de alto por los que recibió 150.000 dólares. En estas obras dejó los últimos años de su vida ya que al finalizar, sufrió un ataque de hemiplejía en su casa de Madrid falleciendo tres años después en un hotelito de Cercedilla, en la sierra de Guadarrama, sin apenas disfrutar de su nombramiento de profesor de Colorido y Composición en la Escuela de Bellas Artes de San Fernando de Madrid, ni de la inauguración en 1926 de su obra maestra en Nueva York, tres años después de su muerte.
Los mal llamados Murales de Sorolla en Nueva York
Son 14 enormes lienzos, pintados al óleo en diversas comunidades españolas donde el pintor se trasladaba durante cierto tiempo para lograr su «visión» de fiestas populares, trabajos, juegos etc. Una magnífica muestra que Sorolla prefería denominar «Visión de España». Los lienzos viajaron a España y se expusieron en diferentes ciudades por el 2011:
Castilla. La fiesta del pan-1913
Andalucía. El encierro-1914
Sevilla. Los nazarenos-1914
Aragón. La jota-1914
Navarra. El Concejo del Roncal-1914
Guipúzcoa. Los bolos-1914
Galicia. La romería-1915
Sevilla. El baile-1915
Sevilla. Los toreros-1915
Cataluña. El pescado -1915
Valencia. Las grupas-1916
Extremadura. El mercado-1917
Elche. El palmeral-1918-1919
Ayamonte. La pesca del atún-1919
El más importante aporte de Sorolla para la posteridad fue la pincelada suelta y fluida y el colorido con el que desarrolló un auténtico estilo vanguardista, mostrando su país, auténtico y radiante espejo de las múltiples inquietudes culturales de su época.
El Museo Sorolla
Creado en lo que había sido el hogar del pintor. Fue por solicitud de su esposa que para asegurar que su deseo se cumpliera, entregó todos sus bienes al Estado español, incluída la casa del artista.
El fondo pictórico del Museo Sorolla está formado por unas 1.100 obras, en su mayoría por piezas procedentes del legado de la viuda del pintor, Clotilde García del Castillo, y de sus tres hijos. A estas donaciones hay que añadir otras 195 obras pertenecientes a la Fundación Museo Sorolla procedentes del legado testamentario de Joaquín Sorolla y García, hijo varón del pintor.