Beethoven, el gran genio de la música, siempre hizo cosas raras y sin meditar demasiado como es el caso de la dedicación de una sus sonatas para violin y piano la n° 9 en La Mayor opus 47 de 1802. Sin duda !Un romántico de ley! … se la dedicó a «su amigo» que apenas conoció.
«Una pequeña y gran diferencia»
Entre Beethoven y los músicos que lo precedieron existió un abismo. Radicó, en que el compositor se consideraba un artista y defendía sus derechos como tal.
Artista y creador. O sea. !Un ser superior! según su propio entender a reyes y nobles. Beethoven tenía ideas revolucionarias acerca de la sociedad y un concepto romántico del arte, en especial acerca de la música.
“Lo que tengo en mi corazón debe salir a la superficie y por tanto tengo que escribirlo.”
Ni Mozart, ni Haydn ni ningun músicos anterior harían nada ni remotamente parecido.
«La sonata número 9«.
Beethoven escribió las nueve primeras sonatas en sólo seis años, entre 1797 y 1803. La última, la Op. 96, es de 1812. De todas ellas, las más conocidas son, sin lugar a dudas, las únicas dos que tienen apodo: la quinta, llamada «Primavera», y la anteúltima, la monumental «Sonata Kreutzer».
Interpretada por los más grandes violinistas de todas las épocas,
empezando por Pablo Sarasate, que la incluía entre sus piezas favoritas.
Sir Donald Francis Tovey- comentarista de análisis musical ha dicho: «La Sonata a Kreutzer no necesita de análisis, o éste tendría que ser muy detallado»
Jules Léon-Jean Combarieu – Musicólogo francés: «No hay que buscar en ella la expresión del estado de ánimo de un personaje, sino considerarla
como una obra de imaginación y de fantasía al servicio del virtuosismo».
La «Sonata a Kreutzer» no está escrita de un sólo impulso como uno se imaginaría. Ferdinand Ries– compositor alemán, alumno y amigo de Beethoven comenta: «El final pertenecía, originalmente, a la primera de las Sonatas la Op. 30, dedicadas al Zar Alejandro I».
El primer movimiento, -el más complejo de la obra, se inicia, al modo de las sinfonías de Haydn, con un«adagio» en el que el violín comienza con dobles cuerdas y el pianista contesta. Da paso al primer tema «staccato», del «presto» en tono menor cuyo desarrollo constituye un alarde de unidad, pues son tantos los contrastes, modulaciones, diseños temáticos del movimiento, que parece imposible mantenerlo como un todo perfecto y coherente.
Tras él viene un «andante « con cuatro grandes variaciones de carácter afectuoso que dan ocasión al violinista de poner a prueba su habilidad
y buen sonido. Suele ser este «adagio» el preferido de todo tipo de públicos.
El movimiento final, en forma de «tarantella», para culminar, deslumbrando al público.
Ahora bien, para alcanzar ese «momento», ese «climax» esa «crispación romántica«, se necesita de la colaboración de geniales intérpretes.
Ludwig van Beethoven 1770-1827, retrato 1803, pintado por Christian Horneman.
La sonata fue dedicada al «mejor violinista» de la época, un francés con apellido alemán Rudolphe Kreutzer–
Este, conoció al compositor en una gira por Viena en 1798, quien al recibirla le pareció “intocable”, incluso se permitió el lujo comentar que “Beethoven no comprende el violín”. Poco acertado este comentario ya que el músico venía de una familia de violinistas, el mismo lo era y estaba al tanto de la última tecnología aplicada al instrumento para lograr efectos sonoros novedosos.
Kreutzer, realizaba sus interpretaciones con un violín construido por Antonio Stradivarius de 1727, actualmente en manos de Maxim Vengerov.
Rudolphe Kreutzer murió en 1831 y jamás tocó La sonata que los expertos consideran una de las grandes obras del compositor alemán.
Aquí el primero y tan sonado movimiento…
«Sonata» es una forma musical que durante el periodo clásico adquirió su verdadera personalidad con Haydn, Mozart y luego Beethoven, siendo la estructura base de la sinfonía y del concierto. Consta de tres tiempos, cada uno de ellos compuesto bajo una forma determinada.
Los movimientos de esta sonata duran aproximadamente 37 minutos de ejecución. Ellos son:
- Adagio sostenuto – Presto – Adagio aproximadamente 12 minutos de duración. Comienza con una introducción lenta, algo que se espera más en una sinfonía que en una sonata para violín, y el violín tiene las primeras notas, que se hacen eco en el piano. El Presto principal es un diálogo vigoroso de apasionada intensidad.
- Andante con variazioni – 16 minutos-Con cuatro variaciones y una coda, rítmica y armónicamente fuera de tono. Es en Fa Mayor
- Presto – 9 minutos. El único movimiento en forma de sonata, aunque con su propia y extraña desviación métrica cerca del final de la exposición.
Después de la publicación de esta obra en 1802, «las sonatas» nunca volverían a ser lo que fueron. Beethoven la definió como en «uno stilo molto concertante, quasi como d’un concerto». El primer movimiento, con su drama y su furor, bastan y sobran para probar la condición de la obra. De sus 10 sonatas para Violin y Piano es sin duda y por lejos…!!! la mejor!!!.
El compositor la estrenó interpretando personalmente el piano y con el excelente violinista Bridgetower que lo hizo practicamente a «primera vista», porque la acababa de concluir y leyó del manuscrito borrador del compositor.
La obra despertó el entusiasmo de los asistentes y del compositor que dijo que le dedicaba la obra a Bridgetower como Sonata Mulática como se puede leer en el manuscrito. Después se disgustaron-según el recuerdo de Bridgetower años después de la muerte de Beethoven. Quizás… un comentario inapropiado del joven violinista, el hecho es que Beethoven le quitó la dedicatoria tal como antes lo había hecho con Napoleón y su Sinfonía Heróica.
El hecho, fue tratado como una «rareza», el «Allgemeine Musikzeitung» (revista general de la música) de 1805 escribía que era menester ser verdaderamente «ciegos admiradores» de Beethoven, o bien víctimas de una «especie de terrorismo musical», para no advertir que «de algún tiempo a esta parte Beethoven se complace en mostrarse a toda costa siempre diferente de los demás». Cosa que, en efecto, conseguía con cierta facilidad… pero no en el sentido en que aquel escritor del magazine lo entendía.
«La Sonata n°9, despertó pasiones sorprendentes!!!
Hacia el final del siglo XIX, escritor ruso León Tolstói 1828-1910 escribió una novela corta con el nombre de la obra de Beethoven.
Ciertamente, «la Sonata» ha tenido un «particular efecto» en Tolstói. La escuchó por primera vez en su casa el 3 de julio de 1887, durante un concierto en el que su hijo, Serguéi, tocó el piano y su profesor de música, Monsieur Liassote, el violín.
En 1888, la obra fue interpretada nuevamente en Yásnaia Poliana, la casa de Tolstoi. Esta vez, en presencia de sus amigos, el pintor Ilya Repin 1844-1930-y el actor Vasily Andreyev-Burlak 1843–1888.
Tolstói propuso evocar la obra utilizando cada uno su especialidad artística. La única que se creó fue la novela. La pintura de Repin nunca se concretó, y la obra de teatro, tampoco. En 1860 el escritor había comenzado un relato que tituló «El asesino de su mujer», que dejó sin terminar. La ejecución de«La sonata a Kreutzer» le dio la idea para su nuevo libro.
Tolstói fue un apasionado pianista y trabó amistad con personalidades del mundo de la música, compositores como: Piotr Chaikovski, Serguéi Tanéyev y el pianista Alexander Goldenweiser (1875-1961) pero no le gustaba para nada Beethoven. En su ensayo Qué es arte -1882-1896 Tolstói puso abiertamente en duda el genio del compositor al considerar su música como antinatural por su sordidez. Chaikovski se enojó mucho por eso.
En otra ocasión, Tolstói dijo: “No lo amo, es decir, no es que no me guste, pero es demasiado excitante«.
Tenía sus preferencias musicales como la música instrumental y la de cámara. Nada de ópera!! la aborrecía especialmente la de Richard Wagner. Nada de música nacionalista rusa del siglo XIX. Según él, esta música tiene un propósito, está demasiado enfocada en el efecto externo; es simplemente fea!. La música debe tener un efecto purificador, calmante, y dar alegría. Haydn, Mozart y Chopin eran sus compositores favoritos.
La novela comienza con la cita del evangelista San Mateo 5, 28 :“Yo os digo que cualquiera que mira a una mujer para codiciarla, ya cometió adulterio con ella en su corazón”.
Tolstói publicó su «novela o cuento corto» en 1891, dos o tres años después de que escuchó la famosa sonata. Tuvo muchos tropiezos antes de ser publicado, la censura moralista de la época lo consideraba pecaminoso por abordar con crudeza los celos y el adulterio. En el libro «Los Románov» 1613-1918, de Simon Sebag Montefiore, se menciona la prohibición de los zares pese a que Tolstói era reconocido entonces y orgullo de la literatura rusa, al igual que Pushkin y Dostoievski.
Pero las copias mimeografiadas circularon y se distribuyeron por la población. En 1890, la oficina de Correos de Estados Unidos prohibió el envío de periódicos que contuvieran fragmentos de la obra. Esta sentencia fue ratificada por el Fiscal General de los Estados Unidos ese mismo año.
En palabras del propio Theodore Roosevelt dijo de Tolstói: «un pervertido sexual y un desvirtuador de la moral.»
Tanto fue el revuelo que años después …
Sonata a Kreutzer -1901 óleo sobre lienzo- Rene Prinet
Una de sus obras más famosas, de este pintor francés –La Sonata a Kreutzer, inspirada en la entonces prohibida obra de Leon Tolstoi – estuvo expuesta en 1901 en la exposición de : » Arte francesa contemporánea» en Stuttgart– Alemania, donde se vende al príncipe regente de Baviera.
Inspiró también…
Un Cuarteto de cuerdas n°1 del compositor Leoš Janáček
Más de treinta años después de la primera publicación de la controvertida novela, el compositor checo Leoš Janáček -1854-1928- explicó algo sobre su recién estrenado cuarteto n° 1 de cuerdas a Kamila Stösslová – 15 de octubre de 1924: “Tenía en mente a la desafortunada, torturada, golpeada, asesinada, como lo describe el escritor ruso Tolstói en su obra Sonata a Kreutzer“. El cuarteto fue apodado “Sonata a Kreutzer”.
Después…Teatro y Ballet
Esta novela fue adaptada al teatro por el dramaturgo estadounidense Langdon Mitchell y fue estrenada en Broadway el 10 de septiembre de 1906.
El Carolina Ballet, con coreografía original de Robert Weiss y acompañado por la música de Beethoven, Janacek, hizo su primera interpretación del Ballet, La Sonata a Kreutzer en el año 2000.
En el año 2007, en Wellington -Nueva Zelanda- se estrenó una obra teatral llamada «El Kreutzer», que combina danza, música, teatro y proyecciones con ambas piezas de música la de Beethoven y Janáček interpretadas en vivo. La adaptación, dirección y coreografía corrió a cargo de Sara Brodie. Una nueva edición de este espectáculo fue presentada en marzo de 2009 en el Festival de Auckland.
Obviamente no podía faltar…
Esta obra en el cine y prácticamente desde sus comienzos … más de 10 largometrajes que llevan el argumento de Tolstoi y la maravillosa música compositor alemán.