“Señoras, señores: en el curso de una larga vida –he cumplido 81 años-, conocí a mucha gente famosa”, comentaba Jorge Luis Borges. “Conocí y olvidé a muchas. Pero algunos persisten y me acompañan (…) Son el gran poeta judeo-andaluz Rafael Cansinos Assens, Macedonio Fernández y, quizás más que ningún otro, Alejandro Xul Solar. Me parece estar viendo a ese hombre alto, rubio y evidentemente feliz. Creo que uno puede simular muchas cosas, pero nadie puede simular la felicidad. En Xul Solar se sentía la felicidad: la felicidad del trabajo y, sobre todo, de la continua invención.” Así presentaba el escritor a su amigo, ese personaje, artista, místico tan especial que fue Xul Solar, seudónimo que utilizaba : Oscar Agustín Alejandro Schulz Solari.
Nació el 14 de diciembre de 1887 en la localidad bonaerense de San Fernando– Buenos Aires- Argentina. Asistió al Colegio Francés y luego al Colegio Inglés, además de practicar violín, actividad que abandonó tras un accidente. Débil de salud, Xul padece una anemia persistente. En unos fragmentos escritos, confiesa que su vocación se encuentra dividida entre la música y la pintura. Esta inquietud respecto de su vocación concuerda con la ocupación que declara en su libreta de enrolamiento del año 1911, donde de profesión dice: pintor y músico.
De carácter polifacético, versado en astrología, ciencias ocultas, idiomas y mitologías…!!Todo!!. Su curiosidad era inagotable… sus intereses abarcaban temas como: matemática, biología, metafísica, arquitectura, música, escrituras persas y árabes, religiones musulmanas, el Sufismo de Rumi, los Upanishad del hinduismo, el Zend Avesta, la alquimia, San Francisco de Asís, el budismo zen, I Ching y la astrología.
Conocedor de aproximadamente veinte idiomas, como el francés, el italiano, el inglés, el japonés, el sánscrito, el arameo, el guaraní, el alemán, el ruso, entre otros. Logró crear dos lenguas construidas: la panlengua y el neocriollo. Su amigo Jorge Luis Borges contribuyó a que se lo conociera, exaltando su figura singular, antes que su obra.
Borges lo definía como:
«Hombre versado en todas las disciplinas, curioso de todos los arcanos, padre de escrituras, de lenguajes, de utopías, de mitologías, huésped de infiernos y de cielos, autor panajedrecista y astrólogo perfecto en la indulgente ironía y en la generosa amistad, uno de los acontecimientos más singulares de nuestra época».
No era dado a las confesiones… se sabe de él, por la impresión que dejó en quienes lo conocieron.
Siempre agradable y positivo pese a las excentricidades, o tal vez a causa de ellas. Esos amigos …
Marechal, Macedonio Fernández, Pettoruti, Girondo, Bioy Casares … y una larga lista de lo mejor de la cultura argentina de la primera mitad del siglo XX.
Un amigo entrañable, un ser cordial, aniñado y juguetón que sin embargo inspiraba respeto y autoridad, un personaje que parecía creado para la literatura, y por eso Marechal lo transmutó en el astrólogo Schultze del Adán Buenosayres y Borges, según Abós, alude a él de manera constante en «Tlön Uqbar Orbis Tertius«, amén de citarlo, evocarlo o parafrasearlo en distintos lugares de su obra.
En contraposición con todas las cualidades anteriormente detalladas, era de una personalidad austera y de gran sencillez. No volvió a realizar grandes viajes después de regresar de Europa, pasaba mucho tiempo en su casa. salía ocasionalmente a caminar, a encontrarse con algún amigo, o a rezar en la Parroquia Nuestra Señora del Valle.
Algo de su derrotero
En el año de la conmemoración del «Centenario de la Revolución de Mayo» 1910- la aparición del cometa Halley en el cielo porteño –y la amenaza de que se estrellaría contra la tierra– alarma a los argentinos. Concurre habitualmente a los espectáculos musicales e introduce, al mundo de la música culta, a su amigo Juan de Dios Filiberto,quien evoca años después la noche inolvidable en que lo lleva al Teatro Colón a escuchar la Novena Sinfonía de Beethoven.
Asimismo, construye una amistad con el maestro italiano Vicente Scaramuzza, profesor de piano en el Conservatorio Nacional de Música de Buenos Aires que dirige Alberto Williams.
Comienza a planear con su amigo Diego Luis Molinari el anhelado viaje a Europa
El viernes 5 de abril se embarca, con un pasaje de segunda, en el buque carguero inglés England Carrier. El primer destino es Londres:Visita el British Museum donde compra A Short Guide to the American Antiquities in the British Museum y el Handbook to the Ethnographical Collections. Después a París y de allí a Turín, ciudad en la que permanece varios meses. Permanece en Europa hasta 1924. En la casa de su familia materna en la ciudad de Zoagli, San Pietro di Roveretto, cercana a Génova, «tiene su base», allí pasaba los veranos y las fiestas.
En París, durante una breve visita en 1914, conoce Aleister Crowley, un «ocultista» de reconocida fama. que le enseña la manera de tener visiones a través del I Ching. Estas enseñanzas las vuelca en un texto al que llamaría “Los San Signos”. y años después- 1961 hace su retrato. En enero de 1915 regresa a París, donde se queda por nueve meses. Algunos argentinos que compartieron su estadía en esta ciudad, como Alfredo Guttero y Vicente Forte, lo recuerdan vistiendo un poncho a rayas celestes y blancas, al lado de Picasso y Modigliani.
En Turín tiene su primer contacto con las vanguardias europeas a través del nuevo almanaque Der Blaue Reiter, grupo creado en Berlín por Vasili Kandinski y Franz Marc.. Escribe una carta a su padre donde le relata su acercamiento al arte contemporáneo y sus avances en la técnica de la témpera. En ella dice: “hay cosas espantosas para los burgueses, cuadros sin naturaleza, líneas y colores sólo, por ejemplo así”, y esboza con tinta un cuadro de Kandisnky, agregando: “estoy satisfechísimo porque veo cómo yo solo, sin inspiración exterior de ninguna clase, he trabajado en la tendencia que será la dominante del arte más elevado del porvenir”.
Para Der Blaue Reiter, la técnica predilecta ya no era el grabado, tradición alemana que se remonta principalmente a Durero, sino la acuarela. En este período europeo, Xul se enriquece con experiencias, conoce a otros artistas, visita museos y galerías, librerías y bibliotecas. Se vuelca al estudio, a la investigación, a la astrología, asiste a reuniones filosóficas y religiosas.
En julio de 1916 viaja a Florencia, donde permanece hasta marzo de 1917, allí conoce al pintor Emilio Pettoruti, con quien recorrería varios países. Conoce también al artista Achille Lega, representante del futurismo toscano; y a Piero Marussig, futuro integrante del grupo Novecento.
Es también en este año, que cambia su nombre a “Xul Solar”, unificando el apellido paterno -Schulz, convirtiéndolo en anagrama del vocablo del latín lux -luz- y el apellido materno Solari, al cual relaciona con el suelo y el sol. Firmará sus pinturas con el nuevo nombre: Alejandro Xul Solar después de 1918.
Va a Milán en julio de 1918. Allí permanecería aproximadamente un año y medio. Crea una serie de proyectos a los que denomina Bau o Estilos, consistentes en arquitecturas, montadas en pequeñas cartulinas con elementos de naturaleza mística y simbólica correspondientes a diferentes culturas, algunas de estilo neogótico, parecidas a catedrales como la de Milán, otras, semejantes a las arquitecturas de los templos orientales.
En noviembre de 1919 se instala en Londres, y en 1920, realiza en Milán su primera exhibición individual.
En 1921 decide trasladarse a Múnich para asistir a los “Talleres de Arte y Enseñanza”, donde había enseñado Paul Klee, permanecería en esta ciudad hasta diciembre de 1923, donde tomaría contacto con las obras de este artista. Para Xul también eran de importancia las obras de Kandinsky y de Hans Reichel, seguidor de Paul Klee con quién mantuvo una estrecha amistad.
En 1923, realizó un viaje a Stuttgart con el fin de concurrir a las conferencias del filósofo Rudolf Steiner sobre arte y educación. Luego de una breve residencia en París, Xul viaja rumbo a Hamburgo, donde se encontraría con Pettoruti con el propósito de regresar juntos a la Argentina.
La idea de Xul y Pettoruti era llevar el arte de vanguardia a la Argentina; el regreso tendría el objetivo de revalorizar las raíces nacionales y el americanismo.
Zarpan en junio para Buenos Aires en el buque Vigo. El equipaje de Xul incluye casi 100 pinturas, los marcos que él mismo había construido y doscientos veintinueve libros adquiridos, la mayor parte en Alemania; de temáticas tan variadas como; literatura, filosofía, música, mística, magia, arte de vanguardia, arte precolombino y arte africano.
En julio de 1924, Xul Solar y Emilio Pettoruti arriban a Buenos Aires.
En la pintura argentina de esos años, no se habían generado movimientos comparables al expresionismo, al surrealismo o al cubismo … dominaba el paisajismo. Esto los lleva a vincularse con los movimientos vanguardistas de esos años. Se contacta con Oliverio Girondo, Macedonio Fernández, Victoria Ocampo, Norah Lange algunos de ellos integrantes del Grupo de la revista Sur.
También se incorpora a la revista Martín Fierro donde nace su amistad con Jorge Luis Borges y Leopoldo Marechal; este último crearía el personaje del astrólogo Schultze, para su novela “Adán Buenosayres”, inspirado en Solar.
En el ámbito pictórico compartió sus obras con artistas argentinos como Antonio Berni, Raúl Soldi, Juan Carlos Castagnino y su amigo Emilio Pettoruti
Su primera exposición en Argentina fue en diciembre de 1924, en la muestra colectiva “Primer Salón Libre”, en la Galería Witcomb de Buenos Aires.
Su amistad con Jorge Luís Borges se inicia el mismo año que regresa de España. Xul era doce años mayor que el escritor. Borges queda admirado por los conocimientos esotéricos de Xul, sus profecías sobre la globalización, y sus invenciones lingüísticas; la panlengua y el neocriollo. Lo calificada de este modo:
«Quizás el único cosmopolita, ciudadano del universo que he conocido, fue Xul Solar.«
Fragmento de un discurso incluido en «Textos recobrados (1956-1986)
Con la panlengua, Xul intentaba lograr una lengua común para mejorar la comprensión entre las naciones. Inspirado en esta idea, Borges escribiría en 1940, el cuento «Tlön, Uqbar, Orbis Tertius«.
A mediados de la década del ’20 Borges publicó “El idioma de los argentinos”, Xul se encargó de ilustrarlo con seis viñetas-M. Gleizer Editor, Buenos Aires, 1928- el original, perteneciente a la biblioteca personal de Xul Solar, con cubierta pintada al óleo e interior ornamentado a la acuarela, posee además, una dedicatoria manuscrita donde se puede leer: “A Juan Iraizoz, amigo de árboles y de libros, con la estima cordial de Jorge Luis Borges”. La primera edición tuvo una tirada limitada de 500 ejemplares.
Vivían a unas pocas cuadras de distancia, en el Barrio de Recoleta, a menudo realizaban el trayecto de una a otra casa varias veces seguidas, sin terminar de despedirse, sólo por el placer de conversar.
Patricia Artundo, Dra. en Letras y curadora de muchas de las exposiciones dedicadas a Xul, explica:
«Eran amigos y pares. Borges lo encontraba absolutamente estimulante, sobre todo cuando Xul hablaba del enriquecimiento del idioma; encontró en él una persona que es capaz de pensar de otra manera, de salir de las normas impuestas por la Academia». Sus diálogos excedían sus respectivas disciplinas, en el sentido de que ni Xul estaba limitado a su pintura ni Borges a la literatura. Tenían otros intereses que los acercaban, otras afinidades. Podían mantener un diálogo en términos intelectuales pero a la vez creativos, además de lo puramente afectivo»
En noviembre de 1925, participa en la muestra colectiva “Primer Salón de Artistas Independientes”…
Pintó acuarelas de pequeño formato pobladas de seres y símbolos en espacios que remiten a otras realidades, aludiendo a temas festivos, marchas y rituales, en sus pinturas aparecen banderas argentinas y de otros países, especialmente latinoamericanos. Esto concordaba con el criollismo urbano que proponía la revista Martín Fierro.
Pinta «Drago», una de sus obras más emblemáticas. En esta pintura se puede ver un hombre montado sobre un dragón portando las banderas de los países de Iberoamérica, en el ángulo inferior derecho las banderas de España, Portugal y Estados Unidos; en la cabeza del dragón se visualizan símbolos religiosos. En la parte superior aparece un cometa. Entre el 15 y el 27 de mayo de 1929, Xul realiza una exposición individual, en “Amigos del Arte”, donde exhibe 62 obras; el evento tuvo muy buena repercusión. En el mismo año se publicaron dos entrevistas, en “Almanaque de la Mujer” y en “La Nación”.
Expone junto a Norah Borges, Juan Del Prete, Héctor Basaldúa, Pedro Figari, Thibon de Libian y Quinquela Martín, entre otros, en la “Primera Exposición Permanente de Arte Argentino” del Salón Florida. En octubre del mismo año expone en la “Gran Feria de la Pintura Joven” en Boliche de Arte (Exposición colectiva).
Algunas de sus invenciones
Dijo una vez…
“Soy campeón del mundo de un juego que nadie conoce todavía: el panajedrez. Soy maestro de una escritura que nadie lee todavía. Soy creador de una técnica, de una grafía musical que permitirá que el estudio del piano, por ejemplo, sea posible en la tercera parte del tiempo que hoy lleva estudiarlo. Soy director de un teatro que todavía no funciona. Soy el creador de un idioma universal, la «panlingua», sobre bases numéricas y astrológicas, que contribuiría a que los pueblos se conociesen mejor. Soy creador de doce técnicas pictóricas, algunas de índole surrealista y otras que llevan al lienzo el mundo sensorio, emocional, que produce en el escucha una ‘suite’ chopiniana, un «preludio» wagneriano o una estrofa cantada por Beniamino Gigli. Soy, y esto es lo que más me interesa momentáneamente –amén de la exposición de pintura que estoy preparando–, el creador de una lengua que reclama con insistencia el mundo de Latinoamérica.”
Idiomas
Sus invenciónes no eran otra cosa que un modo de materializar su imparable fantasía creativa.
Neocriollo
Se trata de una mezcla entre el español y el portugués, entre otros elementos del inglés, francés, alemán, latín y griego. De esta forma, Xul intentaba crear un idioma para unificar a todos los habitantes de América Latina. A partir de allí, comenzó a nombrar muchas de sus obras con esta lengua. Algunos de sus términos son: Sur (sobre o súper), g’ral (en general), dootri (en otra parte), pir (de fuego o ardor), pli (complicado, complejo), man (humano), bau (edificio, construcción).
Panlengua
La panlengua no tiene gramática y se trata de concretar un lenguaje universal y combinable para todos los hablantes. Guiado por la astrología, este idioma tiene una gran funcionalidad taquigráfica, ya que muchos elementos se reducen y simplifican. Por ejemplo: la “T” denota cantidad. Ti (poco), Tu (mucho), To (más), Te (menos).
Era la época en que el Esperanto, ideado por el Dr. Zamenhof, se extendía como lengua internacional que debía garantizar la paz entre los humanos tras la catástrofe que supuso la Primera Guerra Mundial. Y Xul no permaneció ajeno a su influencia.
Juegos
Fue inventor entre otras cosas del fútbol múltiple que se jugaba en diferentes partes de la cancha y del Receptor radial o telefónico adosado al cráneo.
El Panajedrez
Consta de un tablero de 13 casillas por 13 (el convencional es de 8 por 8) que representan constelaciones. Cada jugador tiene, no 16 piezas, sino 30. El propio Xul explica: “El juego pleno es el libre, entrando con cualquiera pieza en cualquiera escaque no ocupado por el adversario, aunque no se puede jaquear al rey contrario en el primer movimiento. Esto resulta en un diálogo efectivo con palabras u otros elementos racionales, cuya sabiduría o belleza no dependen solo de la habilidad del jugador, sino sobre todo de su gusto, cultura y fantasía”.
Aquí con Lita en una partida de Panajedrez
En la antigua casa sobre la porteña calle Laprida, también juegaban algunas noches Xul y su amigo Borges a este misterioso juego, similar al ajedrez. Al decir del escritor: «Tan misterioso era que cuando retoman la partida, al día siguiente, las reglas ya han cambiado»…
Es una reversión del clásico ajedrez, pero donde cada turno de juego es un mundo propio que se convierte en un infinito azar.
El tablero
Títeres para adultos
En 1953, fabricó una serie de títeres con los nombres del zodíaco. Xul comenzó a experimentar con la idea de crear un Teatro de Títeres para adultos. Cada uno de ellos tiene una gran expresividad: sus ojos y boca pueden moverse con facilidad para captar en sus personajes distintos estados de ánimo, como alegría, tristeza o asombro.
Instrumentos
El piano
Las teclas, como puede verse en la imagen, distan de ser las clásicas blancas y negras separadas en dos hileras; en su lugar, están coloreadas según las vibraciones que representan, y sobre ellas puede verse un sistema de relieves para simplificar el aprendizaje del instrumento a los no videntes. Quizás lo más llamativo de este instrumento es la incorporación de una tercera hilera para poder ejecutar cuartos de tonos
Consideraba que el teclado de los pianos era muy largo, por eso lo redujo solo a tres filas de teclas, con colores y relieves diferentes. Hay rayas y lisas, rectangulares y cuadradas. Él también sostenía que con este tipo de teclado, se podía aprender a tocar más rápido, con una escala musical de seis notas. Entonces sacó todas las teclas negras (sostenidos y bemoles). De esta forma, el músico evitaba “trabarse los dedos”.
En noviembre de 1928 su familia adquiere la vivienda de la calle Laprida 1214 de Buenos Aires, que sería la residencia permanente del artista, hasta 1957 que se muda a la casa sobre el Río Luján, en Tigre. La casa de la calle Laprida se convertiría en 1993 en el Museo Xul Solar una institución dedicada a preservar y difundir sus obras, desarrollar y promocionar la cultura en sus diversos aspectos. Fue creada en 1986 por Micaela -Lita Cadenas – esposa del artista desde 1946.- y por Natalio J. Povarché – marchand del pintor siguiendo los planes originales de Xul, tal como éste había pensado el Pan Klub a fines de los años 30.
Las obras que se exhiben fueron seleccionadas por el mismo Xul Solar y constituyen la muestra permanente del Museo junto con objetos, esculturas y documentos que pertenecen a su archivo personal. La Fundación conserva la vivienda del artista la que alberga su biblioteca de cerca de 3.500 volúmenes ordenados por tamaño, se pueden encontrar decenas de ejemplares con anotaciones del Borges.
La «casita» de Tigre es Museo también…
En 1954 Xul compró para «escaparse», cada tanto, de Buenos Aires con su compañera Lita una propiedad en Villa La Ñata–Tigre- Delta del Paraná -Bs. As. Era un gallinero que restauraron. Arriba, el atelier de Xul iban a la «casita del Tigre» una o dos veces por semana hasta que en 1957 y por el resto de sus días se quedaron a vivir allí. Li -Tao fue el nombre que le puso en honor a su esposa y a la filosofía taoísta.
“Xul Solar” fue un personaje clave para la cultura de Buenos Aires. No tuvo antecesores ni dejó discípulos, pero su creatividad se manifestó en tantos sentidos que supo hacer gala de una versatilidad impresionante.
Y fue en esta sencilla «Casita del Tigre» el 9 de abril en 1963 que se apagó para siempre la Lux de este increíble artista argentino, sin lugar a dudas