La Natividad Mística ( National Gallery de Londres) es la única obra firmada y fechada por Alessandro di Mariano di Vanni Filipepi- conocido mundialmente como Sandro Botticelli.
De esta obra se ha sugerido que quizá fue pintada para su devoción privada. Es pequeña para los estándares de la época, en la que abundaban las obras de grandes dimensiones, destinadas a los templos y palacios. También alude veladamente, la situación política, social y espiritual de la Florencia de inicios del siglo XVI: la muerte de Carlos VIII, rey de Francia; la expulsión de Piero de Médicis de Florencia, la toma del poder por el partido de Girolamo Savonarola (1452-1498), religioso dominico tan violento en su celo por la fe, que terminó considerado hereje y fue enviado a la hoguera por la Inquisición…
Esta sorprendente inscripción en lo alto del cuadro escrito en griego se ha traducido como:
«Este cuadro de finales del año 1500, durante las turbulencias de Italia, yo, Alessandro, lo pinté en el tiempo medio después del tiempo, según el XI de san Juan en el segundo dolor del Apocalipsis, en la liberación de los tres años y medio del Diablo; después será encadenado en el XII y lo veremos [precipitado] como en el presente cuadro»
Hatfield ( estudioso e investigador de este tema) demuestra documentalmente que Botticelli pintó este cuadro influido por los sermones y escritos que Savonarola dirigió contra la Florencia de los Médicis y su “decadencia moral”. Aunque no hay documentos que acrediten fehacientemente que Botticelli fuese adepto o discípulo de Savonarola. Botticelli, como muchos florentinos de su tiempo, indudablemente se sintió atraído por la carismática personalidad del monje, incuestionable eje de los acontecimientos políticos y culturales de la Florencia de fines del siglo XV e inicios del XVI. No se descarta esta hipótesis dado que introdujo demonios…nos dice que se inspiró en el Capitulo XI del Apocalipsis, o bien influenciado por los semones del monje.
La “Natividad mística”tiene un formato vertical pintado sobre tela (108 x 75 cm,) inusual para la técnica empleada (temple) como para la preferencia contemporánea por el empleo de la tabla como soporte pictórico. Si observamos con detenimiento la obra, los ángeles acompañan y conducen a los hombres hasta el portal y les muestran al Niño recién nacido. El milenarismo del año 1500, una época convulsa en lo político, donde proliferaron las sectas en las que se creía en la Segunda Llegada de Jesucristo, profetizada por la Revelación.
Los rollos que portan los ángeles dicen el versículo 14 del evangelio de san Lucas capítulo 2 –¡Gloria a Dios en las alturas, y en la tierra, paz a los hombres amados por él».Y los dos ángeles que señalan al niño en su cuna del evangelio de san Juan 1,29-`Este es el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo’ las palabras de Juan el Bautista presentando a Cristo.
Distribuida en tres niveles: es el medio el más importante, vemos a la Virgen María de rodillas frente al Niño que desde el suelo extiende sus bracitos hacia ella. Botticelli emplea figuras de distintos tamaños (la típica jerarquía de la edad media), pinta a la virgen gigantesca también al niño. El centro es el Niño. Pequeño y humilde que cambiaría la historia de Occidente y del mundo. También esas actitudes forzadas y poco naturales en San José y los pastores son propias de la pintura medieval.
Tanto para Botticelli como para Dante, el número 3 y sus múltiplos serían de profunda trascendencia. Los tres personajes protagónicos, tres ángeles ceremoniales sobre el tejado del establo, tres parejas en primer plano, doce ángeles danzantes en las alturas todos ellos portando ramas de olivos como símbolos de la paz y los tres niveles en que se desarrolla el cuadro …
Tambien está otro «detalle» que no hay que pasar por alto: Para la iglesia de san Felice in Piazza de Florencia Bruneleschi el famoso arquitecto que realizó la cúpula de Santa María dei Fiore, ideo y elaboró un ingenioso mecanismo para la representación de la Anunciación donde ángeles y Puttis vivientes (sostenidos por el artilugio inventado) giraban en torno de María y el arcángel Gabriel descendía sobre ella …1438 descrito por un informante del Concejo de Florencia. Lo cita: El medio artístico en la Florencia del Renacimiento – Martin Wackernagel entre otros.
También Vasari da estos datos y Masolino cuenta que para 1425 había realizado un descomunal telón de la Ascensión para la representación de la Ascensión de Cristo en el Carmine de Florencia. Boticelli pudo haberlo visto e incluso haber participado en esos eventos cuando niño. Su grato recuerdo lo indujo a pintar la ronda de ángeles sobre el pesebre donde el cielo se ha abierto para revelar la dorada luz del paraíso.
La gracia de la forma, el trazo insuperable de Botticelli fue algo propio, único de este genial artista que lo acompañó toda su vida. Lo manifiesta en la delicadeza de los pliegues, en las actitudes corporales y gestos de sus personajes, en la transparencia de sus mantos y en toda la composición.
Escribe Vasari: “El dibujo de Sandro -Botticelli- estaba muy por encima del nivel común, a tal punto que después de su muerte muchos artistas trataron de conseguir originales suyos…” los dibujos que el artista realizó para “ilustrar” el “Inferno” de Dante; quien los haya contemplado alguna vez, sabrá apreciar su delicadeza y el por qué sus contemporáneos se disputaban sus originales.
Dante en su Divina Comedia es Virgilio quién lo acompaña o guía. Virgilio el aclamado poeta romano, escribió cuarenta años antes del nacimiento de Jesús lo siguiente:
¡Oh musas de Sicilia! Elevemos un poco el tono de nuestros cantos. No todo el mundo ama las arboledas y los humildes tamarindos. Si cantamos las selvas, que al menos sean dignas del cónsul. Ha llegado la edad anunciada por la sibila de Cumas. Todo empieza de nuevo y he aquí que empieza una nueva serie de siglos. He aquí, asimismo, que vuelven la Virgen y el reino de Saturno y que baja una generación nueva de las alturas del cielo. Dígnate amparar ¡oh casta Lucinia! la cuna del niño cuyo nacimiento significará el fin de la raza de hierro y hará surgir en el mundo la raza de oro. Reine ya en adelante tu hermano Apolo. Es justamente bajo tu consulado ¡oh Polión! cuando va a iniciarse esta edad gloriosa y, bajo él, cuando los meses del Año Grande van a abrir su curso. Si alguna huella quedase de nuestro crimen, no tendrá efecto alguno y su desaparición librará a la tierra de un terror perpetuo. Este niño tomará existencia divina, verá mezclados los héroes con los dioses, le contarán éstos como uno más de ellos y gobernará el universo pacificado por las virtudes de su padre (…) Todo rebosa alegría por el honor del siglo que llega. ¡Ojalá pudiera ver prolongarse mis últimos días! ¡Ojalá tuviese espíritu bastante para celebrar tus magnos hechos!…
El poema esta en su Bucólica IV (llamada también égloga) y no puede ser más significativo. El cónsul Polión era su mecenas y por aquellas fechas su mujer estaba embarazada, se supone sería un elogio al futuro hijo de Polión, un tanto desmesurado, pero bueno… el esperado hijo resultó ser una niña. Se podría ver en este poema una profecía escrita en la Roma pagana del siglo I antes de Cristo anunciando su futura llegada.
“La Natividad Mística” es una de las representaciones plásticas más interesantes del “Quattrocento” Italiano. Podría leerse como un poema religioso visual. Por eso, quizá, el artista lo pintó para su propia devoción y no para complacer a alguno de sus pudientes admiradores. Algunos críticos del siglo XIX sintieron gran admiración por este artiste del Renacimiento. Como Walter Pater, que afirma que Botticelli «sobrepasó los límites de su generación al pintar como un visionario», también lo admiraron Ruskin, Edward Burne-Jones, Bernard Berenson, entre otros.