«Singspiel» – del alemán «sing»-cantar – «spiel»- representación
Género musical cercano a la opereta, que surgió en los países de cultura alemana en el sigloXVIII. Se diferencia de la ópera por ser breve y de tono ligero, con argumentos generalmente cómicos, en combinación de partes cantadas y otras habladas. Esta podía ser hablada o en forma de recitativo, mientras que la musical podía tener forma de aria, o canción «lied».
Dentro del Barroco tardío, fue surgiendo el interés por crear un tipo de ópera que fuese netamente alemana, no solo en cuanto a idioma sino también en cuanto a afinidades culturales especialmente en lo relativo a los argumentos. Pero esto no se produjo hasta el advenimiento del Romanticismo en el siglo XIX. Sin duda, ópera italiana, impidió la gestación de una ópera alemana como género mayor, puesto que tenía predominio absoluto sobre el tema.
La edad dorada del singspiel fue la segunda mitad del siglo XVIII. En este período, el predominio de los Habsburgo, especialmente el emperador José II, favoreció el cultivo de este género. Este tipo de obras de carácter popular eran un medio eficaz para la educación del pueblo, dentro del programa de «despotismo ilustrado» desarrollado por el emperador. En 1778, renombró el Teatro Francés de Viena como Deutsches Nationaltheater – actual Burgtheater y lo dedicó al singspiel. Allí se estrenó: Die Bergknappen -Los mineros, de Ignaz Umlauf.
También innauguró teatros en los arrabales de Viena como el Theater auf der Wieden. Sólo se conserva una parte del edificio original:la «puerta de Papageno»
un monumento al famoso Schikaneder, quien representó el rol de Papageno en La flauta mágica de Mozart un papel escrito especialmente para él. Se le muestra con sus tres hijos, que representaron a los Tres Niños de la misma ópera.
El clasicismo
Durante este estilo artístico basado en el equilibrio, la serenidad, la perfección, el singspiel recibió mayor influencia de la ópera bufa italiana y de la opéra-comique francesa.
Sus principales compositores fueron:Haydn, Mozart y Ludwig van Beethoven. Este último, ya claramente en el Romanticismo, hizo la que sería su única incursión en el género operístico con «Fidelio» –1805, un singspiel de carácter político-moral, un drama y aquí está el detalle, de corte ya romántico, basado en el libro Léonore, ou l’amour conjugale de Jean-Nicolas Bouilly.
Fidelio… y sus anomalías
Dato básico a tener en cuenta: «Fidelio» nace como singspiel,con diálogos hablados, arias, etc. Beethoven logró dotar al singspiel, de “intensidad” dramática es decir: Una Opera en alemán de II actos! abriendo sencillamente el camino que décadas más tarde culminaría con Wagner.
En Fidelio, el coro el tiene la representación simbólica: la humanidad sometida a la barbarie, a la opresión, y para quien Beethoven escribió algunos de los más grandes momentos de esta obra.
La cantidad de veces en que suman su canto los personajes tiene pocos precedentes. Los conjuntos exceden su necesidad narrativa, se convierten en un apoyo formidable para textos de escaso relieve: dúos, tríos, cuartetos y sextetos. Es legendario el cuarteto del primer acto, y el sexteto final…como si los personajes hablaran solos la mayor parte del tiempo, aunque estén juntos. !Fantástico!
Destino cruel
Fidelio nace en 1803 por una invitación que le hace el Theater an der Wien del célebre libretista de La flauta mágica, Emanuel Schikaneder, quien había conseguido abrir este teatro en 1801 gracias a las ganancias de la conocida ópera mozartiana y a la ayuda de algún que otro socio. Schikaneder le propuso a Beethoven un libreto propio. Trabajó varios meses en él, al tiempo que se trasladó a un apartamento asociado al teatro. En este teatro, Beethoven, también estrenó la Segunda, Tercera, Quinta y Sexta Sinfonías, además del Concierto para violín.
La ópera con libreto de Schikaneder no terminó de convencer a Beethoven y buscó un tema propio, que fue el de «Leonora» o «El amor conyugal», de Jean-Nicolas Boully, basado en una historia real acaecida en la Revolución Francesa.
La historia de «Leonora».
Una fiel esposa, de ahí el nombre de la obra «Fidelio», que vestida de hombre rescata a su marido prisionero. La historia encuadra admirablemente con los desórdenes de la Revolución Francesa y el Terror posterior. Localizada en España – Sevilla.
Por esos años !!!Todo pasaba en Sevilla!!!
Un poco de la trama
El malo de esta historia es Pizarro. El marido de Leonora es Florestan -prisionero, el rey: Don Fernando…y otros personajes que completan el elenco de la obra.
Pizarro: un alto funcionario vengativo. Florestan: sigue vivo porque Pizarro se regodea en su venganza y cuando decide eliminarlo, ante la anunciada presencia del rey, pierde un tiempo precioso en la contemplación de su futuro asesinato, lo que aprovecha Leonora caracterizada como «Fidelio» .
El autor pone atención en todo
La prisión misma, y la mazmorra de Florestan en particular, constituyen otro personaje. Beethoven está aquí a punto de inventar el terror gótico que una década después haría las delicias de Lord Byron o Mary Shelley. Beethoven da rienda suelta a su amor por la libertad y la igualdad de las personas cosa que todavía no se entendía demasiado como buen romántico es su ideal, su lucha!
Se estrenó el 20 de noviembre de 1805 y pocos días antes las tropas napoleónicas habían invadido Austria nada menos un invasor. El estreno con poco público, solo aquellos que ya admiraban y protegían a Beethoven y una amplia representación de oficiales franceses. Por cierto los problemas surgieron y hubo una extraña representación…
Los escasos amigos de Beethoven que asistieron «veían problemas» y empujaron al compositor a introducir cambios, fundamentalmente: grandes recortes.
Hay una descripción de Joseph Roeckel, el tenor que Beethoven quería para su papel de Florestan donde cuenta: un grupo, le ruega al compositor que recorte y ajuste la partitura, el músico se niega, hay acaloramiento: «Entonces, la princesa Lichnowsky, juntando sus manos como en una oración a una divinidad a la que implora, levantó la mirada con indescriptible dulzura». El maestro, sin embargo, no cede, ella redobla sus argumentos: “¡Vuestra obra maestra no puede desaparecer…vos mismo no lo permitiréis! ¡Dios no lo quiere así! […] El espíritu de vuestra madre tampoco lo quiere. […] ¡Ceded! ¡Hacedlo en memoria de vuestra madre! ¡Hacedlo por mí, por vuestra única y más querida amiga!».
Fidelio tiene otra oportunidad en 1806. En esta ocasión, con un público receptivo y sin trastornos políticos en el horizonte… el problema es económico. Beethoven retira la ópera después de tres representaciones al no estar de acuerdo con las pautas que propone el empresario: el barón Von Braun.
Beethoven confió la revisión del libreto al experimentado poeta teatral Friedrich Treitschke, que fue el encargado de preparar la versión final del texto.
El estreno definitivo llega el 23 de mayo de 1814 bajo la dirección del compositor en el Kärntnertortheater. El mismo año en que se estrena su Octava sinfonía. El mismo año en que se restauran la monarquías en Europa. Duro momento para un «romántico de ley» como era Beethoven que no lo puede entender!!!!
El Fidelio de 1814 es hoy el Fidelio estándar. El propio autor, posiblemente cansado de recortes y arreglos, da a esta versión como definitiva e insiste que las anteriores serán todas anuladas.
A pesar de todo… la primera versión, conocida como Leonore, ha sido recuperada y en 1815 se ofreció de nuevo en Dresde y Leipzig la segunda versión de 1806, por lo que Fidelio existió desde el principio en este mundo de múltiples y variadas formas.
Esta opera anuncia lo que será el apoteótico final de la Novena Sinfonía.
Compositor de una sola opera magistral…
En 1807, dirige una petición a los teatros imperiales y reales de la corte. Allí se lee: el abajo firmante «se obliga y se compromete a componer anualmente una gran ópera […]. Se obliga a entregar anualmente, y gratis, una pequeña opereta o divertimento, coros, fragmentos de circunstancias, etc.» Pero la propuesta del compositor no fue aceptada… quizás fue la falta de oportunidades que desalentó al maestro y nunca más escribió una ópera. También se ha pensado en el hecho de ser un Beethoven de treinta y cinco años, la misma edad en que muere Mozart con grandísimo repertorio operístico.
Las comparaciones siempre son malas y ocasionan terribles daños… pero Beethoven siempre fue un excelente compositor y virtuosísimo intérprete. Según sus maestros y alumnos «no había nadie como él interpretando el «legato» ni hablemos de la velocidad de sus «tresillos». La gente salía maravillada de sus recitales. Otro motivo: el rechazo por parte del compositor a la «floritura» vocal como medio de exhibición que los cantantes requerían. Jamás cedería el autor a esta «extorsión».
Con tantas idas y venidas
Fidelio, acumula cinco oberturas!! y varias «Leonores» que se suelen escuchar en conciertos sinfónicos.
Tras la muerte de su autor, Fidelio tuvo que soportar las «ocurrencias» de los directores de orquestas como poner entre los cuadros II y III nada menos que los movimientos tercero y cuarto de la Quinta Sinfonía en lugar de la tradicional Leonore III. Se dice que fue Mahler quien fijó esto que venía siendo una suerte de tradición…
Este «triste chiste» si se quiere, puede tener alguna explicación. Podría ser por la tonalidad, está en Do mayor, que invita al juego de fundir la ópera con los citados movimientos, la idea, que la voluntad vence al destino de la quinta sinfonía.! Todo el mundo se sintió con el supremo derecho que podía intervenir en esta obra!.
También su final. El II cuadro, del segundo acto, es en realidad el final de la ópera. Florestan ha sido salvado por su amada mujer y Pizarro huye… Ya no hay nada más que contar!!!. Increíble!!! pero aquí aparece el cuadro tercero?. Como una simple apoteosis musical … sin duda que es !!grandiosa!! Con el coro y el sexteto como protagonistas …
Fidelio es altamente magistral, y primer drama cantado en alemán. Con partes habladas, ya que era un Singspiel pero fundamentalmente porque su autor demostraba ante todo y todos la supremacía de la música.
Fidelio… Sea como fuere… siempre suena bien es…
Beethoven!!!
Una acotación a cerca de las ilustraciones
Cromo operístico de la colección Liebig. El Barón Justus von Liebig pionero en el estudio de la Química orgánica e inventor, se hizo muy popular y famoso fue el extracto de carne que aparece en la estampa a manera de publicidad de esta obra.