El pasado 25 de marzo de 2018 se cumplió un siglo de la muerte del genial pianista y compositor francés, autor de piezas musicales bellísimas e inolvidables: Claude Debussy.
Fue un revolucionario auténtico.
«No existe una teoría. Sólo tienes que escuchar. El placer es la ley. Me gusta la música con pasión. Y porque me gusta trato de liberarla de las tradiciones estériles que la ahogan. Es un arte libre que brota – un arte al aire libre, sin límites, como los elementos, el viento, el cielo, el mar. En ningún caso debe ser cerrado y convertido en un arte académico.»
Su impacto en la historia de la música fue decisivo y cambió el rumbo del siglo XX.
Debussy proclama algo sencillo y a la vez complejo: en la música, el oído está por encima de los manuales de composición. Se le consideró el «creador de la música nueva» Destacó por la creación de sonidos innovadores jamás escuchados, mostrando su entero potencial en sus composiciones para piano, que logran crear una sensación onírica en su musicalidad característica. Muchas grandes mentes del siglo xix, como el escritor Marcel Proust, encontraron inspiración en su música, a través de un sonido revolucionario, una huella que acabaría impregnando la historia del arte sonoro en los siglos XIX y XX.
«La atracción del virtuoso para el público es muy parecido al del circo para el público. Siempre existe la esperanza de que algo peligroso pueda suceder.»
Protagonizó el avance técnico más significativo desde Chopin en el piano apoyado con el uso de la técnica de los pedales.Debussy era un sensacional pianista para su música, no para la de los demás. Sus compañeros de clase lo admiraban por sus improvisaciones ora ensoñadoras, ora feroces y salvajes.
«Recoge impresiones. No tengas prisa por escribir. Porque eso es algo que la música puede puede hacer mejor que la pintura : puede centralizar las variaciones de luz y color con una sola imagen – una verdad generalmente ignorada, como es obvio.“
Las piezas para piano de Debussy no se atenían a forma alguna abordaban una idea, la desarrollaban y se interrumpía. Son «Impresiones» como la de los pintores sobre una tela. Desde el punto de vista de la armonía no se atenía a norma alguna el oído exquisito que tenía Debussy era la regla y era un oido infalible, no abandonaba la tonalidad pero rozaba en la disolución. Los acordes no siempre se resolvían… Debussy oia distinto que el resto de los compositores.
escribió
«Siento desprecio por la música que debe atenerse al libreto que le entregan a uno cuando ingresa a la sala».
El necesitaba un estímulo para comenzar a producir y lo hacía como una reacción en cadena los nombres de sus obras nos lo dicen: El mar , primavera, Fuegos La obras de Debussy son » idilicas» se alejan de la realidad para lograr momentos de profundo éxtasis… verdaderas joyas musicales de gran delicadeza. Sus innovaciones fueron, por encima de todo, armónicas. Su tratamiento de los acordes revolucionario, los utilizaba de una manera colorista y efectista, sin recurrir a ellos como soporte de ninguna tonalidad concreta ni progresión tradicional.
Muchos estudiosos, entre ellos Pierre Boulez, le consideran el Padre de la Música Moderna, ya que buscó acabar con las tradiciones clásicas, en especial la armonía ortodoxa y las antiguas formas musicales del clasicismo que el -consideraba una especie de camisa de fuerza que no le permitía expresarse con libertad
Los dos libros de Preludios 1909-1912, que le llevan a la cima, están llenos de todas las armonías “prohibidas” que en el Conservatorio de París le habían vedado. Son un inmenso acto de rebeldía y de autoafirmación. El Primer Libro fue compuesto en un tiempo muy breve: de Diciembre de 1909 a Febrero de 1910. La mayor parte de las piezas están fechadas. Durand publicó este libro en 1910. Los 24 Preludios sugieren un homenaje implícito a Chopin, estos siguen el mismo recorrido a través de todas las tonalidades mayores y menores que un piano puede ofrecer.
Su ópera «Pelléas et Mélisande» es distinta a cualquier ópera anterior jamás escrita, no sólo en la morfología de la partitura sino en su libreto. La obra estaba lejana a los melodramas de la ópera tradicional( no hay arias). Delicadamente escrito por Maurice Maeterlinck, dramaturgo y ensayista belga principal exponente del teatro Simbolista. Está estructurada en escenas cerradas vinculadas por intermedios orquestales. Su argumento, en abierta contraposición a los libretos del expresionismo austroalemán o del verismo italiano: en ella priman los misterios, las imprecisiones y las situaciones oníricas.
Tal vez fue el experimento de unir dos mundos opuestos, el impresionismo y el texto (su composición había durado diez años). Representada el 30 de abril de 1902 en la Opéra-Comique de París. El tumulto que se levantó en la sala y las polémicas que siguieron dieron origen al «caso Debussy». Los oyentes estaban divididos: ¿genio o embustero? «Si eso es música, será que nunca he entendido lo que es la música», habría comentado el compositor Gabriel Fauré. El estreno, un fracaso estrepitoso, entre otras cosas por preferir a Mary Garden y negarse a entregarle la parte protagonista a Georgette Leblanc, la preferida de Maeterlinck … muy discutido el éxito…y sólo con gran lentitud la ópera llegó a conquistar el puesto que le corresponde en la historia de la música, como etapa básica en el desarrollo del teatro musical.
«La música -escribía Debussy- es una matemática invisible cuyos elementos participan de lo infinito. Ella es responsable del movimiento de las aguas, del juego de curvas que describen las brisas cambiantes. Nada es más musical que una puesta de sol».
El Célebre Nijinsky
Con su «Preludio a la siesta de un fauno» que se considera la obra màs importante del impresionismo musical, basada en un poema de Stéphane Mallarmé poeta y crítico simbolista francés cuya portada se la dibujó Manet, con esta obra, Debussy marcó el cambio.
Es un poema sinfónico para orquesta de aproximadamente 10 minutos de duración. Su estreno tuvo lugar en París el 22 de diciembre de 1894, bajo la dirección de Gustave Doret.
Posteriormente en 1912 –Vaslav Nijinsky creó para los Ballets Rusos de Serguéi Diáguilev un ballet titulado «La siesta de un fauno» basado en la famosa pieza de Debussy considerada un hito en la música moderna. La melodía cromática en el solo de flauta de la obertura es uno de los pasajes más célebres compuestos para música orquestal, donde el compositor llegó a un impresionismo musical en la disolución de las formas clásicas. Abrió las puertas al futuro.
Fue nombrado caballero de la Legión de Honor en 1903.
Comentaba Saint-Saëns con perplejidad: «Debussy no ha creado un estilo, sino que ha cultivado una ausencia de estilo, de lógica y de sentido común».
Numerosos tìtulos de una obra pianìstica enormemente rica dejó Debussy una magistral pintura de «impresiones»: Suite Bergamasque ,dos Arabesques (1888). Un cuarteto de cuerdas, Sonatas para violìn. En los «lieder» adquiere una pureza suprema.
Numerosos tìtulos : La catedral sumergida,(Una leyenda bretona la desaparecida ciudad más bella del mundo: Ys ), Reflejos de las aguas danzantes, Pagodas, Las colinas de Ana Capri,
La isla Joyeuse (1904) Inspirada en la obra de Watteau, El rincòn de los niños- (1908), Poissons D,Or, Masques, Et la lune descond sur le temple qui fut, etc... Sus tres nocturnos: Nubes, Fiestas y Sirenas.
No escribió sinfonías, si obras orquestales entre ellas su monumental poema sinfónico «La Mer».
La Mer
Portada de la edición original de 1905 de La mer, que reproducía La gran ola de Kanagawa. de Hokusai
No hay elemento que màs haya fascinado a Debussy que el mar, el agua en todas sus facetas. Se recluye hacia el verano de 1905 en una villa solitaria al borde del mar, cercana a la frontera con España. Escribe afanosamente como presa de una fiebre creadora, fuè su ùltima època fecunda.
Estrenada el 15 de octubre de 1905 en París bajo la dirección de Camille Chevillard .
Esta fue la partitura orquestal más importante de Debussy y la más representativa en su estilo impresionista. Debussy subtituló La Mer como «Tres bocetos sinfónicos», evitando el término más formal de «sinfonía». El primer esbozo lleva por título “Del alba al mediodía en el mar” evoca la superficie espumosa del mar, su gradual despertar y la bienvenida al sol. En el segundo movimiento, “Juego de olas”, se escuchan la suavidad de las olas y su vaivén permanente. El “Diálogo del viento y del mar” dos fuerzas antagónicas en continuo forcejeo, el majestuoso mar tratando de resistir al viento, interpretado aquí por las maderas.
Esta obra es quizás uno de los mejores ejemplos del uso por parte de Debussy de una estructura matemática, la famosa proporción áurea. El musicólogo Roy Howat ha escrito un libro titulado Debussy in Proportion donde muestra el uso de esta relación en La Mer y en otras obras.
«La Mer» está considerada hoy la pieza más representativa de Claude Debussy y forma parte del repertorio de todas las grandes orquestas del mundo por ser una de las más bellas y originales obras sinfónicas del siglo XX.
Igor Stravinsky, quien conoció a Debussy en 1910 expresó: «Los músicos de mi generación, y yo mismo, se lo debemos todo a Debussy».
En su casa en Avenue du Bois de Boulogne, Paris Se puede ver en la pared su preciado grabado de la «Gran ola» de Hokusai, aqui junto a Stravinsky y su fotografía fue tomada por él músico ruso.
Debussy al piano. Tras él, el compositor Ernest Chausson, 1893- Con Sartie , Con un fondo marino, la fotografía obligada de Félix Nadar 1908 y con su hija Con su hija, Claude-Emma (Chouchou).
Debussy naciò un 22 de agosto de 1862 en Saint-Germain-en-Laye (Francia)en el seno de una familia humilde de comerciantes, demostró desde niño un talento excepcional al piano. Una antigua alumna de Chopin, Madame Mauté de Fleurville lo preparó durante un año para afrontar los exámenes de ingreso al conservatorio de París, que Debussy aprobó con brillantez y al que se incorporó el 22 de octubre de 1872. Allí pasó doce años en las clases de Marmontel, de Lavignac, de Cesar Franck (órgano), de Massenet y de Giraud (su verdadero maestro para la composición).
A los 18 años, 1879 fuè pianista al servicio de la multimillonaria Nadieschda Von Mezck, la benefactora de Peter I. Tchaikowsky en Moscù, con viajes a Suiza e Italia donde conoció a los grandes de la música, Glinka, de Borodin, de Rimsky-Korsakov, de Mussorsky (las suites de canciones “Sin sol” y “El cuarto de los niños”, le causaron una honda impresión).
.
A los 22 años ganò el concurso «Prix de Rome» se escapa dos veces de Roma, para regresar a Parìs, ùnica ciudad que amaba. De Roma se trajo la cantata La Demoiselle élue (1887-88, La damisela bienaventurada), sobre un texto de D. G. Rossetti y de un gusto prerafaelista muy propio de la época.
Conoce a Eric Satie, mùsico genial, loco por sus contemporàneos., Debussy admira las ideas estrafalarias de aquèl extraño bohemio de Mont Martre, que toca el piano en un oscuro cafè y compone piezas pianìsticas que se alejan de toda «escuela» y llevan nombres irònicos: Composiciòn en forma de Pera, Verdaderos preludios marchitos para un perro, Sonatina burocràtica, etc…;
Bajo la influencia de Satie, Debussy se aleja de los estilos reinantes y descubre un nuevo mundo de sonoridades. Arietas olvidadas (1888), Cinco poemas de Baudelaire (1890), Fêtes galantes (1892 y 1904), Prosas líricas (1893) y Tres canciones de Bilitis(1898).
Hascia 1896, la popularidad y la situación financiera de Satie eran muy precarias. Debussy, cuya reputación crecía en esta época, decidió atraer la atención del público sobre el trabajo de su amigo orquestando las Gymnopédies.
Según Debussy, la 2ª gymnopédie no se prestaba a una orquestación, por lo que se dedicó a la 3ª y a la 1ª, invirtiendo su numeración.
Orquestación de la obra Suite Gymnopédie de su amigo Satie
En la Exposición Universal de París de 1889, Debussy escuchó por primera vez el gamelán, música tradicional de Indonesia. De inmediato incorporó sus curiosos ritmos, escalas o melodías en sus piezas, como Pagodes.
Gamelan (orquesta Indonesia)- 1889
En 1911 compone «El martirio de San Sebastiàn» sobre el texto de Gabriele D’Annunzio drama danzado para la famosa bailarina Ida Rubinstein que protagoniza la obra.
En 1912 estrena «Fuegos«, obra orquestal sutilìsima y precursora.
Fuegos artificiales es una de las piezas más audazmente innovadoras de Debussy: atemática, atonal y estática. Su estructura, casi informal, no se apoya -caso muy excepcional- sobre ninguna unidad tonal. Para muchos sus Fuegos» es más revolucionaria que todo lo que escribieron los que se suelen titular de «Modernos»
Achille-Claude Debussy falleció en su casa, al occidente de París, el 25 de marzo de 1918. Lo acompañaba su esposa, Emma Bardac. A sus funerales, cinco días más tarde, asistieron 20 personas que atravesaron la ciudad hasta el cementerio de Père Lachaise. Era la postrimería de la Primera Guerra Mundial y ese mismo día una bomba cayó sobre la iglesia de Saint Gervaise, íntimamente ligada a las impresiones musicales que habían sido fundamentales en el desarrollo de su sensibilidad.
«Recordad la palabra «impresiones», porque insisto en mantener libres mis emociones de toda estètica parasitaria» .
Su obra más popular la «Suite Bergamasque» con el bellisimo tercer movimiento «Claro de Luna»
Aqui un muy buen análisis para poder admirarlo aún más…,si se quiere,
El hechizo de su ‘Claro de luna’… siempre estará sobre nosotros