John Singer Sargent nació en Florencia-Italia en 1856 – Londres 1925- fue un pintor anglo-estadounidense, considerado el «retratista más éxitoso de su generación».
En 1885 pasó el verano en casa de Francis Davis Millet– Pintor ilustrador, decorador, etc. su amigo, poco después de huir apresuradamente a Inglaterra desde París, por el escándalo suscitado por su cuadro de 1884 -«Retrato de Madame X«.
Allí, en casa de su amigo, mejor dicho, en su florido jardín surge esta obra de Sargent…
«Carnation, Lily, Lily, Rose»– de 1885-86.
Sir Frederic Leighton, presidente de the Royal Academy, instó a la Tate Gallery a comprarlo usando fondos de Chantrey Bequest. El título es de la popular canción «Ye Shepherds, Tell Me»-«Pastores, decidme»- de Joseph Mazzinghi, que menciona a la diosa Flora que llevaba «una corona en su cabeza, llevaba clavel, lirio, lirio, rosa».
El título de la obra surgió solo… el autor y sus amigos frecuentemente la cantaban alrededor del piano de la casa donde se pintó. La canción hace la pregunta: «¿Has visto a mi Flora pasar de esta manera?» la respuesta es: «Carnation, Lily, Lily, Rose»…
La obra: un estudio sobre la luz
En la pintura aparecen dos niñas de blanco encendiendo linternas de papel al anochecer rodeadas de rosas rosas, claveles color crema, detrás y arriba lirios blancos. Estas flores tenían significados diversos para los victorianos dependiendo de su color y cantidad. Simbolizaban esperanza y fe. Al clavel se le conoce como la “flor de Zeus” y las rosas rosadas, símbolo de la felicidad.
El cuadro está dominado por follaje verde sin línea horizontal para dar la sensación de profundidad. Al espectador, le parece estar al nivel de las niñas, pero a su vez, ignorándolas.
Las niñas son: Dolly de 11 años, a la izquierda y Polly Barnard de 7 años hijas del ilustrador Frederick Barnard – otro de sus amigos.
Hay claveles de color bordó y crema sobre tallos azul verdosos en la parte inferior de la composición
con rosas rosadas a cada lado
y lirios blancos alrededor y arriba. Ocho faroles de papel y globos que cuelgan entre las ramas y tallos alrededor de las chicas, que resplandecen y se ven hermosas contra el color de las hojas y tallos que las rodean. De vez en cuando, lirios justo frente de una linterna, para crear una forma retroiluminada, contrastando con las hojas de color verde oscuro y los faroles de un naranja brillante. El follaje verde cambia gradualmente de arriba hacia abajo. Las hojas y tallos en la parte superior son de un tono verde brillante, mientras los que están en la inferior de la composición, de un color azul verdoso.
Sargent se inspiró en las linternas que vio colgadas entre los árboles mientras navegaba por el río Támesis, en Pangbourne, con el artista estadounidense Edwin Austin Abbey en septiembre de 1885. Quería capturar el exacto nivel de luz en la oscuridad por lo que se sirvió del plenairismo– al exterior, al modo impresionista. Cada día de septiembre a noviembre de 1885, pintaba solo unos minutos cuando la luz era perfecta, la llamada «hora azul«.
Siguió pintando el cuadro el verano siguiente en la casa nueva de Millet en Broadway –Worcestershire-y lo terminó a finales de octubre de 1886. Mientras trabajaba, cortó el lienzo rectangular para que quedara de forma casi cuadrada.
Presentada esta obra un año después en la Royal Academy de Londres, le proporcionó el título de: » Apóstol de la escuela de las motas y manchas de color «. El artista, había utilizado de la técnica impresionista para pintar los faroles y las flores en la que contrastan delicadamente las pinceladas rosas y malvas .
Fue el primer cuadro que le compró un museo público y este fue nada más ni nada menos: La Tate Gallery.
Vanidad todo es vanidad…
Mientras Sargent estuvo residiendo en París, fue muy exitoso, compuso cerca de 900 pinturas al óleo y más de 2.000 acuarelas, sin excluir sus múltiples bocetos y dibujos al carboncillo.
Podemos asociarlo con el género pictórico Impresionista y Modernista. Los mejores retratos de Sargent, revelaban la personalidad de sus modelos, hasta que se le ocurrió realizar su obra más controvertida: Madame Pierre Gautreau, 1884- la esposa del banquero francés Pierre Gautreau. Ella era famosa en la alta sociedad por su belleza e infidelidades. Orgullosa de su apariencia, vestía sofisticadamente y no dudaba en empolvarse y teñirse el cabello en un tiempo en que maquillajes y tintes estaban proscritos para damas honestas. Su belleza poco convencional fascinaba a los artistas.
Después de algunos bocetos de 1883
y de un cuadro sin terminar que actualmente lo tiene la Tate Gallery.
Cuando se mostró esta obra en 1884 generó una reacción negativa…tanto es así, que el pintor se trasladó a vivir a Londres.
La confianza de Sargent en sí mismo era tal, que le llevó a intentar un experimento arriesgado que no le salió… para nada bien.
No se trataba de un retrato de encargo, sino que, a diferencia de lo que era habitual, Sargent se lo ofreció a la retratada.
El retrato del escándalo
Sargent escribió a un conocido mutuo: «Tengo un gran deseo de pintar su retrato y tengo razones para pensar que ella lo permitiría, y está esperando que alguien se lo proponga como un homenaje a su belleza… debes decirle que soy un hombre de un talento prodigioso»…

Completar la pintura le llevó alrededor de un año. La primera versión del retrato de Madame Gautreau, con su famoso escote, la piel blanca y la arrogante posición de la cabeza, incluía un tirante caído que incrementaba el efecto global, haciéndolo más atrevido y sensual.
La pose altiva y el vestido demasiado revelador, hirieron la sensibilidad francesa, considerándose una indiscreción al sugerir la reputación de la dama, lo que se tomó por un ultraje escandaloso.
Un crítico francés escribió, que si uno se paraba ante el retrato durante su exposición en el Salón, «oía las maldiciones en lengua francesa» como todos… por lo visto sin excepción, los franceses toleraban el adulterio, pero no lo admitirían jamás abiertamente…
Madame Avegno, la madre de Virginie, le rogó encarecidamente a Sargent que retirara el retrato del Salón, pero lo único que hizo el pintor fue: repintar el tirante en su sitio y renombrar el cuadro como «Retrato de Madame X», para aportarle un toque misterio.
Sargent dejó de recibir encargos en Francia.

Ya no era extraño que una mujer de la clase social de Virginie posara como modelo y ningún escándalo sucedió después con el retrato que le hizo de Courtois en1889 a pesar del bretel caído…

y del retrato que le hiciera de la Gándara de 1898…
La obra de Sargent fue vista como un desafío a las convenciones al insinuar el estilo de vida inmoral de la mujer, a pesar del título, su identidad era reconocible… con un atrevido traje de noche, sin guantes y con ceñido vestido negro de vertiginoso escote solo sostenido por tirantes de pedrería encima uno de ellos caído.
Sargent, comentó a su amigo Edmund Gosse en 1885 durante este desdichado episodio que estaba considerando abandonar la pintura para dedicarse a la música o los negocios…
En Londres, Sargent se convertiría en uno de los más solicitados retratistas de la alta sociedad británica y estadounidense, mientras Madame Gautreau cayó en el ostracismo… bueno… digamos, por un corto tiempo.
Sargent comentó en 1915 cuando ofreció esta obra al Met. de N.Y.-
«Supongo que es lo mejor que he hecho». Y el museo se lo compró.