«La Trinidad» de Rubliov

El célebre pintor ruso Andréi Rubliov o Rublev- Андрей Рублёв – vivió posiblemente  entre los años 1360–1430 – Fue religioso y pintor  medieval considerado como el más grande iconógrafo de Rusia, canonizado en 1988 por la Iglesia Ortodoxa.

Su obra más famosa«La Trinidad»

Probablemente entre 1422 y 1428 realiza esta obra para la Catedral de la Trinidad  del monasterio de la Trinidad y San Sergio. El original , pintado al agua con colorantes ligados con yema de huevo, según una técnica poco habitual todavía en su tiempo que  permitía obtener delicados matices en ella. Andréi Rubliov supo develar en este icono el dogma más importante del cristianismo y  motivo por el cual se produjo el cisma del año 1054. Las  llamadas «discusiones bizantinas»  eran disputas religiosas.que se generaban  desde la época de Constantino en el imperio romano oriental, donde el cristianismo era mucho más fuerte que en el occidental. En esta obra nos muestra de manera  clara y contundente que la verdad está a la vista de ambos, ortodoxos y cristianos.

 San Andrei Rubiov en un icono con sus obras

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El díficil tema de  «La trinidad»

El tema es del Gn 18,1-10, conocido como “La hospitalidad de Abraham”.
Dios, bajo la forma de tres ángeles, se apareció a Abrahán y Sara bajo la encina de Mamré. Antes de Rubliov, los pintores de iconos representaban este tema en una escena de la vida cotidiana: tres ángeles hospedados por Abrahán y Sara, sentados a la mesa a la sombra de una gran encina.

El Icono famoso

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A la edad de 65 años y tras un largo periodo de vida monacal,  Andréi Rubliov recibe el encargo del Abad del Monasterio de la Trinidad y San Sergio de pintar un icono en homenaje  a San Sergio y  que tenga por motivo «La Trinidad».

Rubliov siente que se enfrenta a una dura prueba ¿Cómo pintar ahora y  nada menos que a «La Trinidad» cuando ya soy  un hombre viejo, apartado de los pinceles tantos años? Pero vencido el primer impacto… acepta el desafío, y  se propone hacerlo  como un homenaje a Sergio de Radonezh, su santo maestro, que predicó la amistad, el amor por el prójimo y recordado por su constante ayuda a la gente humilde…

y se remonta a la oración sacerdotal de Cristo.

“ Ahora, Padre, glorifícame junto a ti, con la gloria que yo tenía contigo antes que el mundo existiera.» Jn 17,5.

Rubliov encontró una bellísima  «salida» para esta situación difícil.

«La Trinidad» evoca, la naciente identidad rusa, sus deseos de unidad, fraternidad y su pasión por un mundo social justo.

La palabra griega icono significa “imagen” y se aplica a cuadros propios de la Iglesia cristiana oriental. Es un sacramento, pues representa el misterio, el camino que nos conduce al encuentro con Dios.

El icono no se mira como un cuadro. Se lo venera. El pintor de iconos reza antes de pintar y pide a Dios que dirija sus manos. Aquí el autor no realiza un icono tradicional ruso, si bien coloca en el «lo esencial.»  Faltan las letras que nos indican quienes son… algo tipico e infaltable en ellos. Lo deja a nuestra imaginación para que la contemplación sea valedera. Detalle que lo elogia sobremanera y enaltece su calidad de monje.

El pintor representó a tres ángeles que, según el relato bíblico, fue la forma que tomó Dios para aparecer ante Abraham y Sara en Mamré.

…va mucho más allá

Los tres ángeles se muestran en una «conversación» sin palabras cuyo contenido es el destino del género humano:  «la copa», símbolo del sacrificio voluntario del Hijo.

En la copa está «el Cordero» que Abraham ofreció a los ángeles. Es el Cordero de Dios, el centro del icono. Si, «la copa» o el cáliz del sacrificio del Hijo en ella está su sangre único color oscuro en toda la obra.
Aunque sus ojos no están fijos en el cáliz, el movimiento de sus manos se refieren a él. Sin acción ni movimiento,  pero  lleno de inspiración y de una paz intensa y solemne.

La grandeza del amor sacrificial.

El Padre manda a Su Hijo a sufrir por la humanidad, y el Hijo: Jesucristo, está dispuesto a aceptar el sufrimiento y donarse a sí mismo como sacrificio para redimir a los hombres.

La consubstancialidad (Este término es usado en la cristología cristiana  y acuñado por Tertuliano  está representada en la relación entre los seres divinos de la Santísima Trinidad Cristiana constituyendo el Misterio escondido en Dios)Se transmite en  esta obra mediante el hecho de que las figuras de los ángeles están pintadas absolutamente de la misma manera,  los tres tienen la misma dignidad pero no son iguales: tienen diferentes poses y diferentes vestiduras.

Las vestiduras del ángel que está en el centro (la túnica roja, el manto azul y la franja sobre él) propios de los personajes principales del imperio bizantino,  son similares a las del Salvador-  El Hijo.

Dos de los ángeles sentados a la mesa tienen la cabeza y el cuerpo vueltos hacia el ángel sentado a la izquierda. La cabeza de este último no está inclinada, su cuerpo no está en movimiento y su mirada se dirige hacia los otros dos ángeles, el color  claro de su vestido testimonia su dignidad real,  lleva un manto transparente que cubre su túnica azul. Simboliza al Dios invisible, inefable, fuente de todo ser… Todos estos datos nos indican  que es la primera persona de la Santísima Trinidad – El Padre.

Por último, el ángel de la derecha lleva un vestido de color verde.  El llamado Dador de Vida, El Espíritu Santo.

Con pinceladas sutiles e invisibles, el gran maestro nos muestra los rostros de la Santísima Trinidad, al hacerlo, no infringe el dogma de su consubstancialidad.
Los tres ángeles rodean la mesa, cuyo centro es «la copa» con el misterioso y valiosísimo  contenido.

Algo importante

El bastón – Los tres personajes llevan un bastón largo y rojo. En la Antigüedad, el bastón era símbolo de poder, de dignidad y de autoridad. El bastón rojo estaba, además, reservado a los principales maestros.
Trono – Cada uno de los personajes está sentado en un trono que indica la diferencia entre el mundo terrestre y el celeste. El hecho de que los tres estén sentados en el mismo trono puede significar que son de igual dignidad.
Ropaje de color azul  – Los tres van vestidos de color azul que simboliza su naturaleza divina.

Cáliz (Los tres personajes se sientan alrededor de la mesa para compartir y forman entre ellos un cáliz con Cristo en su interior). El cáliz es el lugar de la esencia divina. La mesa se convierte en el altar del sacrificio, pero también en lugar de celebración, de compartir todo lo que se posee.

«La copa es una sola»

La insinuación de Rubliov !!Brillante!!!…sin lugar a dudas.

…y en el centro de la composición, el «centro sensible» del icono.

Detalles para destacar…

El triángulo equilátero…Es símbolo de la Trinidad por poseer tres ángulos y tres lados iguales. Uno puede trazarse uniendo los asientos de los ángeles laterales con la cabeza del ángel central.

 

Un segundo triángulo equilátero, está invertido, si el eje horizontal lo buscamos uniendo el cuello de los ángeles laterales y el vértice opuesto en el suelo que se encuentra en medio del escabel de los ángeles. La superposición de los dos triángulos da lugar a la Estrella de David.

Como era de esperar, los triángulos equiláteros se inscriben en un círculo.  Los tres encajan en un círculo cuyo centro es la mano que descansa sobre la mesa del personaje del centro. Este círculo sagrado se nos revela el misterio de Dios. Es el misterio de la hospitalidad, expresado no sólo en la bienvenida de Sara y Abraham a los tres ángeles, sino también en la bienvenida de Dios a la pareja de edad avanzada en la alegría del pacto a través de un heredero. Es la prefiguración de la misión de Dios a través de la cual nos envía a su hijo único. La casa de Abraham y Sara se convierte en la morada de «Dios entre nosotros». Nos evoca el nacimiento de Belén

…juegos de miradas

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El ángel del centro y el derecho tiene sus miradas dirigidas hacia el ángel de la izquierda, que reenvía estas miradas hacia el de la derecha. Éste, con su mirada y su mano, prolonga el movimiento hacia la copa.

Rubliov  en uno de esos felices momentos de inspiración que solo tienen los genios,  combinó un simbolismo medieval complejo con la claridad y el sentimiento de monje ruso.

Esa geometricidad, ese cerco invisible que abarca toda la composición …es la representación de lo irrepresentable: la consustancialidad de las Tres Personas de la Trinidad, definida ya por la teología del primer Concilio Bizantino como “una única sustancia en tres hipóstasis”. Es  abstracción geométrica quizás, la más difícil de las abstracciones conceptuales teológicas. Por eso el autor, adopta recursos de  cuadro “abstracto”.

El Árbol, el Monte y la Casa

 

roca..

El árbol -la encina de Mamré- es el árbol de la vida, anuncio, anticipo  de la cruz- Detrás del ángel del centro (el Hijo )

El monte o Roca encarna la santidad de la Trinidad. Detrás del tercer ángel (el Espíritu Santo).

La Casa indica que Dios es el primer Constructor de todo. se encuentra admirablemente dispuesto detrás del ángel con los rasgos del Padre (Creador, Iniciador de todo lo creado)

La Mesa – El altar

Nos muestra una mesa abierta al espectador que nos habla del «Misterio Eucarístico»que está en el corazón de la vida cristiana… como declarando que no podemos comprender a Dios más que tomando «la copa».

reliquias

Esta mesa tiene la forma de un altar católico, preparado para contener las reliquias de santos mártires, Rubliov lo utiliza para lanzar un mensaje de unidad al mundo católico y al mundo ortodoxo.

Y el cuarto personaje… el espectador…nosotros

El espectador es invitado  a sentarse en torno a la mesa, a tomar la copa y a participar en el diálogo divino en apacible coloquio y profunda meditación…

Los tres ángeles, lejos de mostrarse altivos o avasalladores…son de una sencillez des-con-cer-tan-te… propia de la humildad y grandeza de Dios.

Ahora bien…

…la vida de un icono no superaba los 100 años. Pasado este tiempo, la imagen se volvía oscura, ya que el aceite de linaza cambiaba de color,  además, el icono se tiznaba con el humo de las velas. Se procedía a renovarlo (sobre el diseño que apenas se veía ponían uno nuevo exctamente igual).

Recién en el siglo XX  y muy lentamente,  la  restauración fue alcanzando una cierta perfección, por debajo de la vieja  capa de laca vemos con gran sorpresa bellísimos colores puros y vivos.

Por 1904,  Kandinsky fue testigo de la restauración de este  icono trinitario. Henri Matisse, y Vassili Kandinski estudiaron la tradición iconográfica rusa aplicándola a sus obras. Kandinski, en particular crea una tendencia abstraccionista derivada directamente de su experiencia con los iconos también lo hace Andy Warholl años después, este, era hijo de inmigrantes eslovacos acostumbrados a la contemplación de iconos.

El ahora Museo de Cultura y Arte Antiguo Ruso Andrei Rubliov

Fue fundado en el año 1947 en el monasterio de Spaso-Andronikov de Moscú, e
inaugurado en 1960 coincidiendo con la celebración del 600 aniversario
de Andrei Rubliov. Su colección incluye prácticamente todos los períodos de desarrollo de la iconografía, valiosas piezas de artesanía, pinturas, manuscritos y colecciones arqueológicas.

El arte iconográfico de Rubliov data de finales del siglo XIV, cuando decoró iconos y se pueden ver sus frescos en la Catedral de la Anunciación del Kremlin de Moscú realizados como  asistente de Teófanes el Griego. 

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Pasó la parte final de su vida en el monasterio de Spaso-Andronikov, donde pintó los murales de la catedral y donde está sepultado.

La obra  del artista es considerada como la más perfecta del arte ruso antiguo. 

Pero  el original de «La Trinidad» se encuentra en la Galería nacional Tretiakov de Moscú. Considerada la más completa colección de Bellas Artes Ruso del mundo.

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La colección de este museo está conformada por más de 130 000 obras de arte, del rango de la Virgen de Vladímir y la Trinidad de Andréi Rubliov, hasta la monumental Composición VII de Vasili Kandinski y el Cuadrado Negro de Kazimir Malévich.

En 1977 la galería contenía una significativa parte de la colección de George Costakis. Además, figuran obras  importantes de los artistas: Iván Aivazovski, Iván Argunov, Vasili Súrikov, Abram Arkhipov, Andréi Kolkutin, Orest Kiprenski, Valentín Serov, Vasili Polénov, Dmitri Levitski, Iliá Repin, Mijaíl Nésterov, Iván Shishkin y Marc Chagall.