Los Cicloramas o Cycloramas eran pinturas murales que se desplegaban a 360 grados en auditorios especiales. Eran «vistas Panorámicas» en su momento pintadas.
El público se colocaba en el centro de este escenario móvil que creaba un ambiente de tercera dimensión. Fueron, un entretenimiento popular en Estados Unidos y Europa hasta finales del siglo XIX y primeras décadas del XX.
Algunos eran fijos, ocupando edificios públicos o alas de museos. Otros móviles o intercambiables, viajaban de ciudad en ciudad, como si de un espectáculo se tratara, para enseñar a las gentes el suceso conmemorado.
Lo más importante para que un ciclorama tuviera éxito era el realismo. Para lograrlo, además de contar con un buen narrador y un espacio en el que crear la atmósfera adecuada, la calidad de la pintura era vital, por lo que se solían contratar a experimentados pintores a la hora de dar vida a las panorámicas.
La escuela topográfica inglesa
Con la llegada de Canaletto a Londres en 1746 se potenció notablemente la escuela topográfica de pintores ingleses, quienes comenzaron a popularizar las vistas de Londres con detallados edificios delineados por su pincel.
Canaletto decidió mudarse a la gran ciudad para estar más cerca de su mercado, Inglaterra estaba floreciendo bajo la nueva riqueza, no era para desperdiciar…
Robert Barker creó la palabra «panorama» a partir del griego pan «todo»- horama «vista» en 1792 para describir sus enormes pinturas.
Barker, nació en Kells 1739 y falleció en Londres 8 de abril de 1806. Planteó por primera vez la idea de panorama en el año 1787 con el objetivo de describir una de sus pinturas, la vista panorámica desde Calton Hill-Edimburgo -Escocia.
Después de su primer panorama Barker patentó su técnica, le dio un nombre francés: La Nàture à Coup d’Oeil.
Con ello y en esa ciudad, abrió en 1787 el primer local de Ciclorama.
Patentó también, un bastidor giratorio para poder pintar un cuadro de tales dimensiones. El efecto se conseguía sumergiendo completamente al espectador en las imagenes. La parte superior del cuadro se escondía con un telón, de tal modo que el espectador, envuelto completamente por la imagen, no tenía ningún punto de referencia exterior al cuadro, los efectos de luz y sonido contribuyeron a crear el entorno ilusorio.
En 1791, inauguró en Londres su primera sala permanente donde el espectador podía contemplar dos cuadros: el más grande medía 86 metros de circunferencia. Barker pintó un segundo con la visión de Londres desde Albion Mills, el cual fue exhibido el 1792 y llamado «un vistazo a Londres y Westminster».
El segundo panorama era mucho más grande que el primero, y por lo tanto, más espectacular.
Incluso personas que habían dudado de su éxito como Sir Joshua Reynolds, presidente de la Real Sociedad, se rectificó ante la sorprendente obra y expresó que esta «representaba la naturaleza de un modo superior a las limitadas reproducciones de la pintura».
Los temas representados eran paisajes, eventos de la actualidad o batallas que resultaron las más populares.
Los panoramas de Barker tuvieron éxito.
Los conservadores del Museo de Londres encontraron constancia de 126 panoramas que fueron exhibidos en el museo entre 1793 y 1863.
En otras ciudades, como Nueva York, se imitaron las panorámicas, también se inventó el panorama giratorio: un lienzo muy largo que se enrollaba y desenrollaba en dos grandes bobinas, de modo que los espectadores veían, encima del escenario, una imagen cambiante que podía describir la historia de una batalla, por ejemplo.
El punto álgido de estos panoramas fue en por 1830, después se retomó en los años 80 y 90.
La mayoría de los panoramas primitivos que se generaron durante el siglo XIX están hoy desaparecidos, a causa de sus traslados, incendios, sus grandes dimensiones etc.
Pocos han llegado a nuestros días, siendo especialmente famosa el que representa…
La Batalla de Gettysburg...
El 1 de julio de 1863 ocurrió la primera batalla, la real y dura que cobró tantas vidas. Duró tres días. Se la recuerda como «aquella en la que hubo más bajas en toda la Guerra Civil estadounidense: alrededor de cincuenta mil y fue la que cambió el rumbo a favor de la Unión».
Veinte años después, el pintor francés Paul Philippoteaux, realizó una gran pintura, la segunda batalla, la que narraban lo ocurrido entonces.
Philippoteaux nació en París el 27 de enero de 1846, su padre, Henri Félix Emmanuel Philippoteaux también pintor. Ambos, conocidos por sus panoramas ó vistas de 360 grados que constituían atracciones populares en francia.
Auténticos espectáculos
Walter Benjamin – filósofo, sociologo y crítico literario dice sobre estos espectáculos: «los panoramas son contemporáneos de los pasajes parisinos y, también, de las grandes exposiciones que transformaron la contemplación en consumo.»
Benjamin-dice además: “en su intento de producir efectos sobre los cambios en la naturaleza que se representaba, los panoramas le abrieron camino no sólo a la fotografía sino también al cine mudo y sonoro.”
Sin ir más lejos,Daguerre, el inventor de los daguerrotipos, anterior a la fotografía… empezó como pintor de panoramas.
A Paul Philippoteaux, lo contrató un grupo de empresarios de Chicago, le encargaron pintar el Ciclorama de Gettysburg en 1879. En un folleto que acompañaba la exhibición de uno de los cicloramas en Filadelfia, se lee de Philippoteaux “reconocido por los críticos como el más grande pintor histórico del mundo” pasó varios meses en el campo de batalla de Gettysburg, haciendo bocetos, dibujos y consultando mapas oficiales, antes de regresar a París donde pasó dos años pintando el cicloroama.
El fotógrafo local, William H. Tipton creó una serie de fotografías panorámicas tomadas desde una torre de madera erigidas a lo largo del campo de batalla. Las fotos, pegadas juntas, forman la base de la composición. Philippoteaux también entrevistó a varios supervivientes de la batalla, incluyendo generales de la Unión. Philippoteaux reclutó un equipo de cinco asistentes, incluyendo a su padre, para crear la obra final. Se tardó más de un año y medio en completarse. La pintura acabada fue de casi 100 metros de largo y pesaba seis toneladas .
“Exhibido en un edificio a prueba de fuego, es, sin duda, la más grande y permanente atracción turística jamás mostrada en Filadelfia.”
En 1912 una de las versiones del ciclorama se instaló en un edificio en Gettysburg…
Treinta años después, la pintura fue comprada por el National Park Service, con la intención de exhibirlo en el Parque Militar Nacional de Gettysburg.
En 1958 Richard Neutra reconocido arquitecto famosísimo por sus emblemáticas obras en todo el mundo, empezó a trabajar junto con Robert E. Alexander arquitecto también, en el diseño para un edifico que, además de exhibir el ciclorama, tendría oficinas administrativas del parque.
El edificio se inauguró el 19 de noviembre de 1962.
Comienza… otra batalla.
No sólo era entre dos grupos con ideas distintas sobre qué conservar y cómo hacerlo, sino que entre líneas dejaba ver la oposición entre lo natural y lo artificial, la verdad y el espectáculo o la realidad y su representación…todo un tema.
Barbara Lamprecht– escritora, escribió que “la forma del Cyclorama, refiriéndose al edificio-era dramática: un largo rectángulo terminaba en un cilindro puro masivo, mediado por arcos circulares a los flancos.” Lemprecht agrega «que la necesidad de una visión sin obstáculos de toda la circunferencia del lienzo requirió de innovaciones en la ingeniería que hacen pensar en la tienda de un circo, a partir de un techo suspendido por cables.”
En el National Park Service se pensó que el edificio de Neutra y compañía alteraba el sitio original del suceso, impidiendo entender el lugar que la pintura de Philippoteaux representaba. Además, al edificio le hacía falta una restauración que exigía una inversión considerable. Se decidió demolerlo.
El Registro Nacional de Sitios Históricos valoró que el edificio de Neutra podría ser catalogado y la Comisión de Bellas Artes se opuso a la demolición.
En el 2005, la pintura se retiró para ser restaurada y se instaló luego en otro edificio.
En el 2007, Herbert Muschamp arquitecto y crítico de arquitectura, escribió del edificio en riesgo de ser demolido:
«No hay necesidad de entrar en el Cyclorama para apreciar su considerable mérito. El edificio es una cápsula del tiempo de un periodo de optimismo sobre la capacidad humana para arreglar sus disputas por medios civiles. Su estado actual simboliza perfectamente la decadencia de esos ideales de la postguerra».
En el 2012, el National Park Service ganó la batalla legal y obtuvo la autorización para demoler el edificio de Neutra.
El 8 de marzo del 2013, a los casi 50 años de haberse inaugurado, se iniciaron los trabajos de demolición y tres días después el cilindro de concreto proyectado por Neutra caía al suelo levantando una gran nube de polvo.
Las batallas de Gettysburg, es un caso en el que se opusieron no sólo dos visiones de la historia sino la preservación de sitios históricos.
Muschamp, escribió cinco años antes de la demolición del edificio y habla de la terca defensa del contexto original de quienes pedían demoler el edificio y de que sus argumentos eran los mismos que se habían usado siempre al buscar demoler una construcción: su poca funcionalidad para el momento o lo costoso de su manutención…
Pero también hay otra lectura posible…
Quienes terminaron demoliendo el edificio y trasladando la pintura de Philippoteaux a otra construcción cercana, daban cierto privilegio a una supuesta realidad sobre su representación: consideraban mejor ver un terreno natural donde ocurrió una famosa batalla que la pintura de esa batalla dentro de un edifico moderno ocupando ese sitio.
Lo cierto es que a la tan cuestionada pintura le quedó solo el record del»cuadro más grande del mundo» el llamado Ciclorama de Gettysburg de1883, donde se describe el clímax de la contienda durante la guerra civil estadounidense y más aún, la carga de Pickett, el ataque final de la caballería confederada.
Otras obras del mismo autor son: el«Cyiclorama de Jerusalén» donde desarrolla el tema de la Crucifixión de Cristo de 1895, sobreviven tres copias, todas ellas en centros de peregrinación:
Una en Saint Anne de Beaupre -Quebec- Santuario canadiense, otra en Altötting -Alta Baviera, Alemania, y en Einsiedeln -Suiza.
Este último, Panorama de Einsiedeln terminó trágicamente el 17 de marzo de 1960, cuando durante tareas de renovación se desató un incendio y tanto el edificio como la pintura fueron completamente destruidos. Inmediatamente se inició una replica tanto del edificio como del panorama que actualmente se ve así…
Así se ve actualmente el Campo de Batalla de Gettysburg..