«El artista no sólo debe entrenar sus ojos, sino también su alma.
Vasili Vasílievich Kandinski, conocido artísticamente como – Wassily Kandinsky -1866 Rusia imperial-1944 – Francia. Fue un pintor propio del expresionismo y el arte abstracto. Entre los años 1926 y 1933 pintó 159 óleos y 300 acuarelas, clasificadas por esas esas época como «degeneradas». Murió a los 77 años en Neuilly -sur -Seine-Francia.
Fue un artista integral, un pensador, que creó conceptos completamente nuevos en el arte. Consideraba un objetivo el modo visual del arte abstracto para expresar la “necesidad interna” del artista, además de transmitir ideas y emociones humanas universales. Se veía a sí mismo como un profeta cuya misión era compartir su ideal con el mundo para el mejoramiento de la sociedad.
Fue «el grande del arte abstracto«, es decir: la representación de lo esencial del arte, no una imitación de la naturaleza como existió siempre. Consideraba a la música, como lo más trascendente del «arte no objetivo», los músicos podían evocar imágenes en la mente del oyente simplemente con sonidos. Se esforzó para producir pinturas espiritualmente ricas, libres de objetos y que aludían a los sonidos y a las emociones .
Abogado, con inclinaciones artísticas, tuvo una revelación sensorial en una visita al Museo Hermitage durante la contemplación de la obra de Rembrandt, sintió que la pintura vibraba y sonaba, una experiencia sinestésica donde «la vista» » oía» a la pintura.
Diría más tarde:
“… todo el sonido de repente se transformó en una ebullición de colores en mi cabeza. Cuando los sonidos se elevaban o bajaban en las notas musicales, sentía la pureza de la intensidad o suavidad del color.”
Kandinsky sentía los sonidos de la música como obras de arte, sabía que había «un nuevo mundo en la abstracción y el color». Preocupado por el materialismo del mundo moderno, veía en la abstracción, una vía de liberación del hombre.

En 1895 visitó la «Exposición de impresionismo francés» y quedó maravillado por la serie de Los almiares de Claude Monet. Luego los Fauves, con Matisse y con la música de Wagner, le impactó Lohegrin.
«Una cosa se me hizo manifiesta: que la objetividad, la descripción del objeto, no era necesaria en mis pinturas y que en realidad les perjudicaba»…

Decidió abandonar su profesión y dedicarse por completo a la pintura. Se dirigió a Múnich, entonces un reputado centro artístico, donde estudió en la academia del pintor Anton Azˇbé y más tarde en la Akademie der Bildenden Künste. En 1901 participó en la fundación de Phalanx, asociación que organizó exposiciones y formó una Escuela de Arte. Allí conoció a la pintora Gabriele Münter, junto a ella viajó por Europa y Túnez en 1904. Posteriormente se instaló en París entre 1906 y 1907.
La disertación del historiador y teórico del arte alemán Wilhelm Worringer «Abstracción e Intuición»en 1907, confirmó su idea de que la pintura no necesita de la representación figurativa. En ese sentido recopiló todos los indicios que apoyarían su visión del arte no-objetivo y en 1909 agregó la música dodecafónica de su contemporáneo Arnold Schönberg. Fue miembro fundador de la Neue Künstlervereinigung, donde conoció a Franz Marc. Junto a él abandonaría posteriormente este grupo para, en 1911, comenzar a publicar juntos el almanaque:

Der Blaue Reiter – El Jinete Azul
Se aglutinó allí un variado grupo de artistas: August Macke, Gabriele Münter, Alexei von Jawlensky, Marianne von Werefkin y Paul Klee. En sus páginas, Kandinsky propugnaba una función mística para el arte, un arte no-objetivo que respondiera no a un reflejo de las apariencias, sino a la «fuerza interior del artista».

Escribe: De lo espiritual en el arte- 1912-criticando fuertemente las instituciones académicas tradicionalistas y las convenciones que regían la materia. Kandinski creía que detrás de las apariencias había una verdad, apeló al lenguaje de color y da las pautas sobre las propiedades emocionales de cada tono.

Composición IV -1911
En esta obra retrató varios cosacos con lanzas, así como barcos, figuras y un castillo sobre una colina de descanso. Como en muchas pinturas de este período, Kandinsky representó «la apocalíptica batalla» que conduciría a la paz eterna. Reduce objetos a símbolos pictográficos.
Entre 1910 y 1914, pintó obras de tres categorías: «Las impresiones» inspiradas en la naturaleza. «Las improvisaciones», expresiones de emociones internas y «Las Composiciones» de gran rigor compositivo aunque basadas en la pura intuición.
Impresión III Improvisación 26 -1912
Composición VIII -1923 Museo Solomon R. Guggenheim, N.Y.

Línea transveral- 1923 Museo Kunstsammlung Nordrhein-Westfalen, Alemania
Por un lado al arte abstracto expresivo: subjetivo y espontáneo, improvisado a veces, altamente ambigüo e interpretable.
Por el otro está el arte abstracto geométrico: que pretende ser objetivo y universal, planificado, en la que la composición es estructurada y que evita toda expresividad mediante el uso de la geometría. Suele defender una factura impersonal y pretende evocar claridad y precisión.
Colores que se oyen, huelen, tocan y saborean
«Estudio de color con cuadrados» 1913 Museo Lenbachhaus, Munich
Colección de cuadrados y círculos concéntricos en colores vivos. Obra maestra del abstracto ruso.

Según este autor, a los colores los percibimos con los cinco sentidos: En el extremo más frío está el azul: suena profundo, en un tono bajo y con un ritmo lento, tiene un olor balsámico, su sabor dulce, resulta suave pero gélido al tacto en general, provoca un estado de ánimo calmado y reflexivo. En el lado contrario, el amarillo: su sonido es agudo, alto y rápido; de olor y sabor picante, tacto caliente y afilado, inspira al espectador a acciones espontáneas y afectivas. El rojo: produce una música tranquila, de volumen y ritmo medio, olor y gusto fuerte, tacto duro y temperamento reflexivo.
Las formas
Kandinsky: «El impacto del ángulo agudo de un triángulo sobre un círculo produce un efecto no menos poderosos que el del dedo de Dios tocando el dedo de Adán en la obra de Miguel Ángel».
Hay tres tipos de formas, cada una con un sonido interno: el punto, la línea y los planos.
El punto es el elemento más simple, transmite claridad, precisión y energía.
La línea da sensación de dinamismo. Si esa raya es horizontal dejará una impresión fría pero cuanto más se incline hacia la vertical, mayor será el calor que irradie y más temperamental resultará el cuadro.
El triángulo, transmite agresividad y rapidez, el círculo sinónimo de solemnidad, estabilidad y trascendencia y el rectángulo depende de sus líneas: horizontales frías si son más largas que las verticales calientes.
Las formas se corresponden con unos colores determinados, ambos tienen el mismo carácter: los «agresivos triángulos» tienden a ser amarillos, los majestuosos círculos suelen tener apacibles azules y a los rectángulos, neutros generalmente de rojo.

Música
Decía: «El color es la tecla. El ojo, el macillo. El alma es el piano con muchas cuerdas. El artista es la mano que, por esta o aquella tecla, hace vibrar adecuadamente el alma humana».
Identificaba sus cuadros con la música hasta tal punto que comparaba el trabajo del pintor con el de un intérprete:
«Los colores» son «los sonidos» se corresponden, según su carácter, con un instrumento concreto: el amarillo es una trompeta; el azul oscuro, un violonchelo; violeta, una gaita; verde, un violín; blanco, el silencio; y el negro,punto final de la composición.
Para dar «el ritmo», el artista utiliza «las formas»: si hay muchas líneas juntas, el ritmo es rápido y vibrante; si hay sólo una línea muy larga, la melodía se vuelve monótona y pausada. Un punto sería una nota solitaria y varios de ellos juntos, como un repicar. «El volumen» e «intensidad» de la melodía lo marcan el mayor o menor tamaño de las formas y la saturación de los colores.
La «música visual» de Kandinsky no es: ni melodiosa ni agradable. Concebía la creación artística como una batalla contra el caos, su lucha contra el lienzo en blanco para crear algo con sentido. De ahí que sus cuadros sean un continuo choque de colores con música disonante, un conjunto de sonidos que se perciben con tensión, como si desafinaran.

Espacio
Hay que fijarse en qué lado hay más elementos.
La derecha es para nuestra mente el entorno cómodo de lo cotidiano, lo seguro y conocido. Por tanto, resulta más pesado, el ritmo más lento y la música relajada.
La izquierda,una aventura hacia lo desconocido, resulta ágil, ligero y transmite sensación de libertad.
Kandinsky suele colocar a la derecha formas tranquilas como un gran círculo y colores lentos: el azul sensación de comodidad de ese lado. La izquierda sería el territorio del espontáneo amarillo, los «valientes» triángulos y el ritmo frenético que marcan las líneas en diagonal o vertical.
Ponerse delante de un Kandinsky abstracto… es no pensar demasiado. A pesar de todas las normas que estableció para su lenguaje, lo más importante es dejar que vaya despertándonos sensaciones.
Su tiempo en La Bauhaus

Al imponerse el realismo socialista como estética dominante en su país, Kandinsky regresó a Alemania en 1922, fue seleccionado por el arquitecto Walter Gropius, creador y director de la Bauhaus –Casa de la Creación- como profesor de las Cátedras de: Pintura Mural y Forma y Color, compartiendo ésta última con Paul Klee, su amigo personal, quien se encargaría de la psicología del color. Su libro: Punto y línea sobre el plano -1926-

Fue un importante profesor. Sus alumnos cuentan: «Admirábamos su claridad y su lógica. Era muy concreto. Todo aquello que decía era evidente e imposible de rebatir». Otro alumno recuerda: «Kandinsky sabía mucho. Sabía tanto como un sabio oriental. Su saber universal en historia del arte, psicología, historia de la cultura, antropología, etcétera, nos impresionaba. Estábamos fascinados de que estuviera tan convencido de sus teorías. Amábamos, adorábamos y tomábamos ejemplo de su pintura, ya que estábamos seguros de que su trabajo nacía de un convencimiento sincero». Este mismo alumno dice también de él: «Me enseñó a hablar en el lenguaje de la pintura y de la vista, de él aprendí las palabras para escribir frases. Para mí Kandinsky era el profesor que me indicaba que todas las formas en la pintura tienen su significado, y no he aprendido a entenderlo por Kandinsky, sino que lo he comprobado por mí mismo guiado por él».

El movimiento artístico se trasladó en 1926 de Weimar a Dessau se erigió un edificio universitario y las «Casas de maestros». Actualmente la asociación “Casas de maestros” de Dessau se ocupa del cuidado y mantenimiento de este único complejo arquitectónico.
Su única obra de teatro
Inspirada en «Cuadros de una Exposición» de Músorgsky, de la que estaba estaba fascinado que le sirvió de modelo para su primer y único proyecto teatral que se estrenó el 4 de abril de 1928 en el Teatro Friedrich de Dessau.
Una muy especial versión de los «Cuadros de una exposición» de Modest Mussorgsky nacida del encargo del entonces director artístico Georg von Hartmann que llevaba tiempo imaginando una versión escénica de la obra.
Para la escenificación teatral, realizó grandes paneles tipo murales. Estos elementos debían desplazarse o colgarse en el escenario. Las imágenes, solo muestran una breve impresión de la representación teatral, los elementos individuales estaban en constante movimiento mientras la música sonaba surgían en el escenario pinturas que se correspondían exactamente con la música en el «tempo» exacto.




Gnomo-Viejo castillo-Catacumbas -Bydlo
Baba Yaga – La Puerta de Kiev-


En los cuadros de Samuel Goldenberg y Schmuyle y de La plaza del mercado de Limoges hizo intervenir a dos bailarines- con el fin de seguir la dinámica de los tiempos musicales con formas y juegos luminosos móviles.
Dessau fue durante mucho tiempo el único lugar donde se representó la obra teatral del pintor. Durante las semanas de festejos de Berlín, los estudiantes de la Universidad de las Artes reconstruyen la obra ayudados por guión y bosquejos que guarda la Universidad de Colonia.

Hay varias versiones de la obra, en multimedia, videos, que se muestran en las salas de conciertos y museos de todo el mundo.
Con la llegada al poder de Hitler en 1933 y el consiguiente cierre de la Bauhaus, Kandinsky fue a París y se instaló en las afueras, en Neuilly-sur-Seine, donde recuperó la abstracción libre de sus primeros años. Su tercera esposa Nina Kandinsky, unos veintisiete años más joven, a su muerte en diciembre de 1944, fue la única heredera. Creó la «Fundación Kandinsky» para el estudio, exhibición y conservación de la obra. Contribuyó mas tarde en gran parte de la fundación al Centre de Georges Pompidou en París.
Pasó su última década creando, junto a unos pocos amigos como Marcel Duchamp, Miró o Magnelli, y con el apoyo -entre otros- del coleccionista norteamericano Solomon Guggenheim que adquirió muchas de sus obras. En este último tiempo, recuperó la abstracción libre de sus primeros años a la vez que pintaba lo orgánico, seres microscópicos de su invención confirmando de esa manera su creatividad.
Kandinsky fue una persona meticulosa, muy activa y tremendamente honrado en su trabajo.
Pensaba que «la música es el arte más abstracto, el único que no imita la naturaleza y que surge del interior del artista».
En su búsqueda de la abstracción, descubre que ambas artes tenían mucho que ver y sobre ello practicó y teorizó, aunando ambas disciplinas bajo la atenta mirada de las matemáticas y la geometría.
Si bien su pintura muestra a veces verdaderas dificultades para ser entendida y emocionarnos son ella, el esfuerzo… !!!vale la pena!!!
