Inchigualasto…o el Valle la Luna

Inchigualasto…o el Valle la Luna

El Parque provincial de Ischigualasto o Valle de la Luna, situado en el extremo norte de la provincia de San Juan- Argentina.Es un área protegida de 275 369 ha, célebre a nivel científico, ya que resguarda una importante reserva paleontológica.

Es el único lugar donde puede verse totalmente al descubierto y perfectamente diferenciado todo el periodo triásico en forma completa y ordenada. Se calcula que las formaciones geológicas de este sitio tienen una antigüedad entre 200 y 250 millones de años.

Ubicado a 273 km de la ciudad de San Juan, y a 80 km de San Agustín del Valle Fértil, el parque ofrece un extraño paisaje, donde la escasez de vegetación, la variada gama de colores de sus suelos, más el capricho en las formas de los montes, lo hacen ser un lugar predilecto para turistas de todo el mundo.

En su rocoso relieve, la erosión provocada por el viento a lo largo de tantos años, ha creado curiosas formaciones que hacen que Ischigualasto, además de tener un altísimo valor científico, posea un espectacular paisaje de características únicas. Estas particularidades hacen que investigadores y científicos lo visiten periódicamente para estudiarlo.

En noviembre del año 2000, la UNESCO declaró a

Ischigualasto-Talampaya  Patrimonio Natural de la Humanidad.

Su paisaje, sobre todo nocturno, recuerda al paisaje lunar «de película», y de allí toma su nombre, único lugar del planeta donde se encuentra una secuencia completa de sedimentos continentales del Período Triásico .

En el Triásico, (primer período de la era Mesozoica)  entre otras cosas, se produjo la expansión de los reptiles de gran talla, como los dinosaurios, que dominaron el mundo hasta su extinción a fines de la era, hace 70 millones de años. En el Valle de la Luna se encontraron numerosos restos fósiles y plantas de este período, entre ellos el dinosaurio más primitivo del mundo, Eoraptor Lunensis.

En la era Mesozoica, no existía la Cordillera de los Andes y la Tierra todavía no estaba dividida en continentes, era una llanura cubierta de vegetación, con lagunas, pantanos y las primeras especies de dinosaurios circulando por ahí. Este desierto de suelo gris, árido y pedregoso, con la tierra y el cielo secos y un sol abrasador. La explicación viene del lado de la geología, aunque esto no alcanza para entender del todo la magia del lugar: aquí tuvo lugar hace más de 200 millones de años un importantísimo movimiento y sus vestigios en otros lugares del mundo se encuentran hoy a gran profundidad, sepultados por sedimentos que se fueron depositando a través de los siglos.

¿Por qué aquí se pueden observar a simple vista?

Hace aproximadamente 70 millones de años se produjo un choque de placas en el que una placa marítima llamada Placa de Nazca que venía del Pacífico chocó con nuestra placa continental, provocando el levantamiento de la Cordillera de los Andes y el hundimiento o, por el contrario, la emersión de otras grandes rocas, entre ellas, Ischigualasto, que emergió en ese momento dejando el Triásico completo expuesto claramente ante nuestros ojos.

De clima casi desértico, con temperaturas de 35° de promedio en Verano y de 20° en Invierno.

La amplitud térmica es muy marcada, y en la vegetación autóctona se destacan cardones de gran altura, variedades de algarrobos, jarillas, retamos, chaguar, chañares, breas, zampas, cortaderas, etc.

La fauna también es muy variada y adaptada al tipo de clima predominante. Se destacan los guanacos, las maras o liebres patagónicas, el zorro gris, pumas, vizcachas, mulitas, ratones cola de pincel, cóndores, aguiluchos, caranchos, jotes, ñandúes, martinetas y chuñas. Las víboras que habitan la zona son: yarará chica, cascabel, víbora de coral, como así también inofensivas culebras.

Unos minutos bastan para entender el porqué de los nombres que la imaginación humana puso a la acción de la erosión sobre las rocas.

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Por ejemplo: (Formación Los Rastros) y hojitas negras. Los niveles de sedimentos revelan que en el pasado hubo aquí un lago habitado por una gran variedad de peces y a cuyas orillas crecían muchas plantas.

Valle pintado

,»El Valle Pintado», una de las más populares. El impacto es fuerte: de verdad parece un paisaje lunar, con suaves lomadas con capas en tonos ocres, violáceos, grises cenicientos. Pertenece a la segunda formación geológica (Ischigualasto) donde fue hallada la mayor cantidad de fósiles del parque.

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«La esfinge»  y  la espectacular «Cancha de bochas»,

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una extensa planicie donde se destacan esferas de areniscas en forma de bolas inmóviles, que van quedando al descubierto por la erosión. Es una imagen mágica, incomprensible para toda lógica: son esferas perfectas, como bochas de piedra, que parecen pulidas con rigor matemático ¿cómo entender que tal prodigio sucede naturalmente? Más aún, el trabajo de los siglos no se detiene y cada tanto aparece entre la roca una bocha nueva, un nuevo capricho de la naturaleza.

submarino actual
«El submarino», la mayor altura del recorrido, con una vista maravillosa,

Tenía «dos Periscopios»en el 2015  uno se derrumbó. Era una  formidable formación de unos 50 metros de altura con piedras de 130 millones. Hubo otros derrumbes de figuras muy conocidas y representativas del lugar, como El Loro, que se desmoronó en 1983, y la Lámpara de Aladino, que corrió la misma suerte en 1989.

hongo«El hongo» y los sedimentos más jóvenes de la cuenca, que pertenecen al triásico superior alto, como las preciosas «Barrancas coloradas», con ese tinte rojizo, que se vuelve especialmente impresionante con la luz del atardecer. Es la hora y el lugar perfecto para iniciar el recorrido por Ischigualasto a la luz de la luna llena, uno de los paseos opcionales más espectaculares que regala este valle mágico.

La frondosa mitología local demuestra que Ischigualasto es una «fuente de energía cósmica «y que cura enfermedades y otros males. Eso tan especial que se siente, como la sensación de estar aquí y, a la vez, en otro tiempo y otro planeta, parece demostrar que algo podría haber de cierto…