La procesión de los Ballesteros por nuestra Señora de Sablón
El término ommegang se compone de omme –alrededor y gang caminar, hace referencia al clero que salía en procesión a lo largo de su demarcación parroquial con reliquias.
El Gremio de Ballesteros, anteriormente defensores de la ciudad de Bruselas, fue fundado en 1381 y a partir del siglo XV, nuevos gremios de tiradores se agregaron al cortejo.También lo hicieron el Ayuntamiento de Bruselas, los colegios universitarios, la mayoría de las familias patricias así como otros gremios. Le siguió la incorporación de gigantes, monstruos con estructura de mimbre y diversos carros o carrozas.
La procesión de Sablon alcanzó el clímax de la vida social de Bruselas. No se hablaba del Ommegang de Nuestra Señora, sino del Ommegang de Bruselas.
El día de Ommegang se convirtió en la fiesta oficial de la ciudad y en el comienzo de la feria anual.
En el curso del siglo XV, el Ommegang evolucionó a un «evento social integral». Una atracción especial se centró en las competiciones de tiro al papagayo, un pájaro de madera colocado en un mástil, organizadas por los gremios de tiradores.
Los príncipes y gobernadores que visitaron Bruselas en el siglo XV participaron en la misma, publicitándose su triunfo.
En 1549, la ciudad de Bruselas organizó un Ommegang para un invitado excepcional. En esa ocasión, el emperador Carlos I presentó a su hijo y futuro rey español Felipe II a los Países Bajos de Borgoña, territorios de su futura soberanía.
Barco alegórico que salió a la calle en la Ommegang organizada con motivo de los funerales
de Carlos V/I en Bruselas, 29 de diciembre de 1558, Real Biblioteca de Bruselas
El 21 de septiembre de 1558, Carlos I murió en España y Bruselas organizó una fastuosa conmemoración. Con este propósito se construyó una carroza con un gran velero de tres palos llamado Victoria.
Cristóbal Plantino (ca. 1520-1589), el influyente impresor, establecido en Amberes desde 1549, publicó un grabado de este velero de tres palos en 1559 que expresaba la fama de Carlos I en todas sus formas. Posteriormente el Victoria apareció a menudo en otras Ommegang como símbolo del poder real.
Pero no todos los ommegangen fueron un espectáculo grandioso. Esta circunstancia se relacionaba con la situación política imperante.
Los jesuitas tomaron la iniciativa después de la Contrarreforma. En sus excelentes universidades entrenaron a jóvenes en católicos.
Cuando el ejército de Alexander Farnese, duque de Parma, provocó la caída de Amberes 1585, la mitad de la población flamenca y brabantina huyó a los Países Bajos, ellos ayudaron luego, a lo se llamó la Edad de Oro.
Cuando los archiduques, Alberto VII de Austria e Isabel Clara Eugenia llegaron al poder en 1599, todo indicaba que Madrid tomaría el poder a la muerte de Alberto de Austria, que tenía una salud inestable.
Los jesuitas elaboraron una procesión completamente nueva para elogiar a la archiduquesa Isabel Clara Eugenia, hija de Felipe II.
«En la primavera de 1615, la infanta decidió participar en el tiro al papagayo del Grand Serment des Arbalétriers de Bruselas, fue proclamada «reina» de la cofradía. El 31 de mayo, la pareja presenció el cortejo desde el balcón del Broothuys.
El tiro al papagayo y el Ommegang de Bruselas no fueron las únicas fiestas
urbanas en las que participaron los Archiduques en 1615. En pleno verano,
la pareja se trasladó a Amberes para una visita oficial a la ciudad.
El día de la Asunción, se dirigieron al lugar donde los soldados del tercio
de don Íñigo de Borja estaban cavando las zanjas para la nueva iglesia de las
carmelitas descalzas. Allí fueron recibidos por sor Ana de San Bartolomé, compañera que había sido de Teresa de Ávila, en unas tiendas instaladas en el jardín del convento. Después de recitar una letanía en procesión, Isabel Clara Eugenia puso la primera piedra del edificio.»
El pintor de la corte Denijs van Alsloot (1570-1628) realizó ocho pinturas antes y después del concurso de tiro de Isabel. Las pinturas fueron un regalo para su hermano el rey Felipe III de España.
Con estas pinturas, Isabel trató de legitimar su estatus de gobernadora de los Países Bajos.
Los jesuitas usaron carrozas para glorificar las cualidades militares y morales de la archiduquesa.
El culto a la Virgen María y la focalización de las élites urbanas recibieron menos atención…
Las pinturas simbolizan la alianza entre la corte y las élites urbanas. También la generosidad de la duquesa…porque ella permitió la tala de bosques a los muchos pobres de la época.
El Ommegang languideció a la sombra de la procesión del Sacramento de Milagro… y relegado por el desfile de gigantes entre otros asuntos de mero entretenimiento.
El último Ommegang fue fechado en 1785 en el 200º aniversario de la reintroducción del culto católico.
Por entonces, los jesuitas ya no participaron porque su orden había sido abolida en el sur de los Países Bajos por el papa Clemente XIV desde 1773. A su vez, dos edictos del emperador austríaco José I, prohibieron las ferias, erecciones de iglesias, peregrinaciones, aniversarios y todas las procesiones.
La revolución de Brabante, levantamiento en el sur de los Países Bajos contra José II y luego las ocupaciones francesas… significaron su drástico fin.
El renacimiento del Ommegang
Para 1830, Bélgica se convirtió en un país autónomo.
Los gremios de la milicia, por ejemplo, reaparecieron, pero ya no como grupos privilegiados ahora, en cambio, lo harían como asociaciones festivas centradas en el deporte, el folclore y la cultura. Por su parte, las figuras de los gigantes sobrevivieron a la revolución francesa.
A principios de 1928, el capellán Desmet reunió a la totalidad de los grupos tradicionales en un proyecto histórico. La reconstrucción se basó en la crónica de Calvete de Estrella y en las pinturas de Van Alsloot y en un grabado de Jacues Callot 1592-1635.
Albert Marinus,folclorólogo y director de historia de la provincia de Brabante, logró revivir el Ommegang. Propuso una procesión en siete partes en cuyo último tramo se representaría la leyenda de Nuestra Señora del Sablon. Finalmente, el 15 de junio de 1930, con unos dos mil quinientos participantes en una comitiva histórica de casi dos kilómetros y medio de extensión.
Revivido por primera vez en 1930 como parte de las celebraciones del centenario de Bélgica, el desfile se añadió oficialmente a la «Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad» de la UNESCO en 2019.
El Ommegang en la actualidad
A principios de julio, el Ommegang se pone en escena. A lo largo de dos noches, el centro de Bruselas acoge a más de mil doscientos participantes originarios de la propia capital belga, de Flandes y de Valonia,las tres regiones autónomas del Reino de Bélgica.
El desfile-procesión cuenta con no menos de cuarenta y siete grupos, trescientas banderas, cinco agrupaciones musicales con instrumentos antiguos, cuarenta y ocho caballos de la policía federal, veinte gigantes y animales fabulosos, incluidos un San Miguel -patrón de Bruselas y el dragón de San Jorge, que hacen del evento un espectáculo increíble.
Como se acostumbraba, el desfile comienza a las 19:00 horas en el Gran Sablon con una competición entre los dos gremios de ballesteros y armas de época. A las 20:00 horas, el emperador Carlos I abandona su antiguo palacio de la Corte en Coudenburg, saluda a la efigie de Nuestra Señora del Sable y,
a continuación, los gremios de ballesteros, arqueros y arcabuces conducen la talla alrededor de su iglesia. La caballería imperial y numerosos grupos forman una gran comitiva en las calles de Bruselas, a la que se unen los ballesteros con la escultura de Nuestra Señora.
Al igual que hace cinco siglos, la Ommegang transcurre entre la hermosa iglesia de Sablon hasta la impresionante Grand Place de Bruselas, en un itinerario de dos kilómetros.
Alrededor de las 21:00 horas, la corte del emperador Carlos I y las autoridades de la ciudad se sientan en la tribuna de la Grand Place de Bruselas.
En la medida de lo posible, los invitados son descendientes de los nobles y patricios de la época.
Así, el marqués Olivier de Trazegnies ha interpretado durante mucho tiempo a su lejano antepasado Carlos V. Los miembros del Colegio de Alcaldes y Concejales de la ciudad de Bruselas también son invitados.
Más de tres mil espectadores siguen la llegada del desfile, que evoca el Renacimiento: vlaggenzwaaiers ‘ondeadores de banderas’, Coloridos jinetes, zancudos, músicos, gigantes, bailarines y gilles, personajes carnavalescos de Binche que lucen grandes sombreros adornados con plumas de avestruz, carrozas y otras figurasdel folclore belga.
El grupo ecuestre, adornado con gualdrapas históricas, revive los juegos de la corte imperial.
Los jinetes son miembros de la policía federal belga. Las carrozas retratan eventos religiosos e históricos.
Denis van Alsloot – el minucioso pintor
Nació en Bruselas, Bélgica hacia 1570. Perteneciente a la Escuela de paisajistas de la ciudad, los primeros datos de su actividad en 1593, la decoración del monumento de la familia Garnier en la iglesia de Nuestra Señora de Sablón de Bruselas.
Su época más importante le llegó cuando fue nombrado en 1599 pintor de la corte de los archiduques Alberto e Isabel.
Destacan los paneles en los que se representan la procesión a Nuestra Señora de Sablón en Bruselas durante las fiestas del Ommeganck, que fueron realizados en 1615 y que actualmente están en el Victoria and Albert Museum y en el Museo del Prado de Madrid.
Así mismo realizó varias obras para los archiduques, sobre todo paisajes con vistas de sus posesiones y castillos, Su obra maestra es «The Ommeganck in Brussels on 31 May 1615 Triumph of Archduchess Isabella» en la que plasmó la procesión que realizó el Gremio de Ballesteros.