Es la obra cumbre de Mathias Grünewald que según el compositor Paul Hindemith es…“El gran artista que Alemania jamás haya tenido”…
Imagen del Museo UnterLinden en la ciudad de Colmar- Francia
Magnífico tríptico en Temple y óleo sobre madera de tilo, realizada entre 1512-1516.
Nueve paneles – Su tabla central: una Crucifixión. Mide 269 cm de alto, y 307 cm. de ancho. El políptico abierto alcanza alrededor de 7,70 metros de por 5,90 metros.
Elías Canetti dijo de ella “Un recuerdo de las cosas horribles con que los humanos afligen a otros humanos… Todo el horror que nos espera a la vuelta de la esquina está anticipado en ella”
Vicisitudes si las hay…
La obra sobrevivió a la Reforma de Lutero durante la cual hubo destrucción de imágenes religiosas en todo el sur de Alemania, en el norte de Francia y en Suiza.
En 1597 el retablo pasa a formar parte de la colección real de Rodolfo II. En 1794, durante la Revolución Francesa, también fue salvada de la destrucción de iconos religiosos. Al comienzo de la Primera Guerra Mundial fue transportada a un museo de Münich despertando, al ser exhibida, grandes sentimientos patrióticos.
Después de la Primera Guerra la pintura fue devuelta a Francia al Museo UnterLinden en Colmar al sur de Isenheim.
En el período del nazismo en Alemania… esta obra no fue exaltada por el régimen. El gran estudioso de Grünewald en esa época era judío, W. Fraenger, cuyos libros, incluyendo un estudio de Grunewald de 1938 fueron quemados y el hecho de que el pintor se hubiese casado con una judía tampoco lo menciona historiador del arte favorito de Hitler: W. K. Zülch.
Nuevamente sacada por el ejército alemán en la Segunda Guerra para protegerla y devuelta al finalizar la contienda, donde permanece hasta hoy. Sus paneles se exponen separados en el «Museo de Unterlinden» de Colmar, Alsacia-Francia . Este era un ex convento dominíco del s.XIII donde esta obra es la pieza principal que le otorga renombre internacional.
El retablo de Isenheim ha sido comentado por escritores tan variados como J. K. Huysmans, T. Mann, A. Schweitzer, E. Canetti, R. M. Rilke y S. Zweig, el sociólogo y critico W. Benjamin y el compositor Paul Hindemith que escribe y compone la ópera Mathias der Maler estrenada en 1934 por la Orquesta Filarmónica de Berlín bajo la dirección de Wilhelm Furtwängler. Por su temática social, las autoridades nacionalsocialistas, decidieron prohibirla por ser sus autor un «músico degenerado». Luego se estrenó en Zurich en 1938 con Hindemith condenado y fuera de Alemania.
Matthias Grünewald
Nació en Wurzburgo, actual Alemania Su nombre real era Mathis Gothart Neithardt. Un escritor del siglo XVII, Joachim von Sandrart, lo identificó erróneamente como: Grünewald – ciudad al sureste de Berlin; su verdadero nombre no se descubrió hasta 1920. Su fecha de nacimiento , tampoco clarificada, pero se cree que sería hacia fines del siglo XV, muchos opinan que por 1470 ya que su primera obra está fechada en 1503.
En 1509 fue nombrado en Wurzburgo: Pintor oficial y experto en hidráulica de la corte. hacia labores de diseñador e ingeniero constructor, y habría sido un artífice en la producción de pigmentos para pinturas, lo que explicaría en parte su gran habilidad con los colores. Contrajo nupcias en 1519 firmando sus obras con su nombre completo más el apellido de su mujer, Neithart, o con un monograma en el que aparecían entrelazadas las iniciales M, G y N.
Como pintor tuvo una destacada trayectoria realizando escenas religiosas y se sabe que trabajó sucesivamente para dos obispos de Maguncia: Uriel von Gemmingen y Alberto de Brandeburgo, en la Renania alemana hasta 1525.
En ese año tuvo que abandonar su puesto por su adhesión a las revueltas de los campesinos contra los señores y al Luteranismo. La mayorìa de sus obras se perdieron en el mar Báltico en el camino a Suecia como botín de guerra y muchas de sus pinturas fueron atribuidas erróneamente a Alberto Durero, considerado desde siempre, el gran introductor del Renacimiento en el Arte Alemán del siglo XVI.
La reivindicación
Por 1850, los «historiadores del arte» alemanes lo consideraban no más que un mero imitador si bien competente, de su célebre contemporáneo: Durero. Ahora bien, la revuelta artística contra el racionalismo y el naturalismo de finales del siglo XIX principios del XX, del Expresionismo alemán , desencadenó una reevaluación académica de la carrera de este artista y fin de la comparación.
El consenso actual es que: «el trabajo de Grunewald, que se ignoró en el Renacimiento pasó a ser el estilo: Expresivo e Intenso del arte centroeuropeo tardío en el siglo XVI y revela una cualidad de Inspirada Pintura que Durero nunca pudo igualar».
Murió en Halle el 31 de agosto de 1528.
Grünewald como artista
Fue un «visionario» consiguiendo una sin igual interacción arte-tiempo en la historia de la pintura.
Grünewald realizó un trabajo «gótico»: utilizando formas y recursos medievales como los diferentes tamaños de los personajes según la importancia de los mismos, entre otras cosas. Es decir; una vuelta a la pintura antigua con carácter expresionista en una concepción moderna de la misma…el Expresionismo Alemán que tanto influiría en el siglo XX.
Sin precursores o seguidores, representa a un genio excepcional, que pinta en su propio lenguaje la antítesis de lo habitual. Si bien se sintió atraído por las nuevas ideas del Renacimiento como su contemporáneo Durero y las vemos en sus escenas, en los escorzos de sus personajes que tomó «del nuevo estilo», prefirió alejarse de los patrones de belleza propios del Renacimiento; «no hay ni rastros del concepto de belleza profesado por los artistas italianos en esta representación cruel y austera del Cristo crucificado» , de la Historia del arte de Gombrich.
Según Ristori en su historia del arte «El expresionismo no es tanto un sustantivo como un adjetivo, es decir, sirve para designar artistas y obras pertenecientes a todos los momentos de la historia del arte. Pero hablar del expresionismo de Goya o de Grünewald, no impide utilizar el término para designar a un amplio conjunto de manifestaciones, más o menos unitaria, del arte contemporáneo».
El origen de esta Obra – Una terrible enfermedad
En el siglo X se fundó la«Orden de los Antonianos» con numerosos conventos y el firme propósito de asistir y curar a enfermos del «Mal de los ardientes»,»Peste de Fuego» o«ergotismo». También comenzaba a aparecer de manera epidémica la sífilis por las fechas que esta obra fue pintada.
«El ergotismo», cuyo origen era desconocido por entonces, estaba causada por el hongo Claviceps purpurea, o Cornezuelo del Centeno, que contiene una serie de alcaloides como la ergotamina y otros similares al ácido lisérgico. Crecía en el pan de centeno corrompido. Los enfermos sufrían de graves y dolorosas llagas en brazos, piernas y pies, padecían fiebres y morían en medio de alucinaciones terroríficas.
De ahí que Grünewald las haya representado en su cuadro con el uso de una amplia gama de brillantes e inusuales colores, como se aprecia en los paneles de la «Resurrección»la «Tentación de san Antonio».Incluso, en la tabla de de «San Antonio y San Pablo», incorpora al frente de ella una serie de plantas medicinales como la verbena y el llantén usadas en baños para tratar esta enfermedad.
Grünewald elaboró este políptico, por pedido del Abad del Monasterio de San Antonio de Isenheim,situado al sur de Colmar, el siciliano, Guido Guersi, para presidir la capilla del hospital.
La obra, fue concebida para ser colocada en el centro de la nave del templo. Visible tanto por su anverso como por su reverso, lo que permitía separar a la gente sana de los enfermos y celebrar el culto por sus dos caras. Las distintas aperturas del políptico estaban relacionadas con los períodos litúrgicos que se transitaban durante el año.
La crucifixión de Cristo – Políptico cerrado
En la parte visible a los enfermos – La más famosa del retablo
Trataba de redimir a los infectados… relacionando sus sufrimientos con el padecido por Cristo en su Pasión.
Para ello el maestro colocó dobles pares de paneles, en forma de cuatro enormes puertas batientes de madera, pintadas de ambos lados, que al abrirse y cerrarse permitían adaptar las escenas a los ciclos litúrgicos del año. De forma permanente la dramática escena del Santo Entierro en la parte baja o «predela», pintada sobre el frontal del altar, en la que las llagas de Cristo adoptan el aspecto del mal del «Fuego de San Antonio».
A los lados:
Dos puertas de menor tamaño, donde están representados San Antonio Abad y San Sebastián, patronos o protectores de pestes y plagas. En ambas tablas, el fondo está ocupado por una ventana. Un vitral emplomado que intenta romper un diablo, en el de San Antonio, simbolizando las tentaciones mundanas, y una ventana abierta a un paisaje sobre el que vuelan ángeles que cantan la gloria de su martirio, en San Sebastián. Comparten la presencia en ambas tablas, una pilastra y columna respectivamente, facilitando su identificación los tradicionales atributos; una cruz taumata en el abad y las habituales flechas en el mártir condenado por el emperador Diocleciano.
Como san Sebastián, se autorretrató el pintor y retrató al Abad de Isenheim – Guido Guersi como san Antonio, patrono del Monasterio.
La Predela y las tablas latedrales
La tabla central
Sobre un fondo de tinieblas se alza la cruz con el cuerpo torturado por el suplicio que refuerza la torsión del madero central y la del madero horizontal. Representa el momento preciso en el que Cristo expira y se hace la noche en pleno día. Notable el dramatismo de la representación de Cristo por sus heridas, sangre, y con los miembros descoyuntados.
El cuerpo de Cristo es el que «ordena la composición». La cruz está ubicada a la derecha para que la apertura de las alas no corte el cuerpo del Salvador. El ordenamiento sigue una geometría rigurosa trazada por las verticales y las diagonales de los brazos de Cristo. Tanto los pies sangrantes como las manos clavadas presentan un tamaño desproporcionado para remarcar el dolor, lo mismo que la cabeza caída y las heridas ulceradas que cubren todo el cuerpo, cuya tonalidad verdosa contrasta con los coágulos de sangre, mostrando gran similitud a las heridas producidas por el mal.
Las manos son protagonistas y tienen un papel fundamental en todo el panel. Todos los personajes que aparecen aquí están provistos de unas manos evocadoras que hacen alusión al trágico momento que se está representando.
Tabla de la derecha: San Juan Bautista «El Precursor» que indica donde està la salvaciòn. Sobre él una inscripción que dice: “Es preciso que Él crezca y que yo disminuya» Porta un libro que representa: «el Antiguo Testamento que debe hacer lugar al Nuevo«. «El cordero» que quita los pecados del mundo, la sangre vertida en el cáliz representa el Sacrificio de Cristo que se renueva en el Altar.
Tabla de la izquierda: María Magdalena que alza los brazos con desesperación. Detrás de ella, San Juan Evangelista sostiene el cuerpo desfalleciente de la Virgen María.
Predominan en la escena los detalles expresionistas y al mismo tiempo que utiliza un colorido desconocido e inusual en el arte germánico que produce un impacto visual y emocional sobrecogedor. Sería aclamado cuatro siglos más tarde por los Expresionistas Alemanes como su más glorioso antecesor.
La primera apertura
Se pueden ver cuatro escenas: la Anunciación, el Concierto de ángeles, la Natividad y la Resurrección.
La Anunciación
En el interior de una construcción gótica cuyos tramos están separados por cortinas colgando de barras, en alusión al misterio del Espíritu Santo. Este detalle, está basado en el momento de la consagración, puesto que se corrían las cortinas para dar sentido al Misterio. En el ángulo superior izquierdo aparece la figura del profeta Isaías, que porta su libro con la profecía “Tendrá un hijo, se llamará Emmanuel, Dios con nosotros” Is.7,14.
Con gran maestría el pintor dota a la escena de profundidad mediante el uso de la luz y el color, incorporando las sutilezas propias de la pintura flamenca como: la colocación de nervios verdes al fondo con la paloma del Espíritu Santo en la clave, para simbolizar la esperanza, y nervios rojos sobre el espacio que ocupa la Virgen, como símbolo de la Encarnación.
Concierto y Natividad –
Detalles
La Maternidad de la Virgen ocupa los dos paneles centrales y dos espacios bien diferenciados. Un templete gótico bajo el cual ángeles músicosdan un concierto. Llevan anillos en sus dedos, por entonces, eran utilizados como amuletos y la música en los hospitales tenía fines terapéuticos.
Todo con un significado simbólico bien comprensibles por la comunidad y los enfermos del hospital.
Una botella de cristal con aceite para ungir al Niño, del mismo modo se hacía con los enfermos para aliviar sus heridas. También una bañera de madera y un orinal similares a los utilizados en el hospital. El Niño Jesús en brazos de María, juega con un Rosario en sus manos.
El Rosario de quince misterios.
El Papa Sixto IV en la bula “Ea quae ex fidelium”, firmada en mayo de 1479, consagra el Rosario como oración para la Iglesia y fue en 1500 que se estableció para cada decena la meditación de un hecho de la vida de Jesús.
La Resurrección
En este panel de gran efecto expresionista muestra a un Cristo Triunfante elevándose sobre la tumba y los soldados dormidos.
Esta visión tiene una gran fuerza gracias a su transparencia y espiritualidad hecha luz, opuesta a la desesperación del cuerpo de Cristo crucificado. Su Resurrección es claramente el dominio de la vida sobre la muerte y de la salud sobre la enfermedad.
La Resurrección de Matthias Grünewald, sorprende por su clima milagroso, creado por el halo de luz que rodea la figura de Jesús, además sintetiza en ella: la Resurrección, la Transfiguración y la Ascensión. Cristo sale de su tumba en una explosión de luz, arrastrando una larga tela blanca destinada a recordar la Sábana Santa, cuya devoción se extendió por Europa desde la mitad del s. XV.
La segunda apertura
Se combinan aquí la escultura y pintura
Este altar, ya había sido encargado por Guido Guersi en 1490 a Nikolaus von Hagenau y a Desiderius Beychel este último, hizo «la predela» con las figuras talladas de los Apóstoles en la Última Cena.
En el centro, las tallas de San Antonio Abad sedente, custodiado por San Jerónimo con el león y San Agustín, a cuyos pies se halla el famoso comitente Guido Guersi. Debajo y en cinco espacios, se representa el tema eucarístico de la Última Cena. Cristo en la hornacina central y a los apóstoles en las laterales, agrupados de tres en tres.
Los dos paneles laterales… pintados años después por Grünewald con: la visita de San Antonio a san Pablo de Tebas y Las tentaciones de San Antonio tema famosísimo en el arte cristiano representado por artistas de todas las épocas.
Con una intencionalidad terapeútica.
En ellos Grünewald realiza dos originales composiciones que no tienen precedentes, inspirándose, según estudios recientes, en la obra mística Revelaciones, escrita en el siglo XIV por Santa Brígida de Suecia, y publicada por primera vez en Alemania en 1492, muy popular en la Alemania de la Edad Media y del Renacimiento.
La intención ….era que sirviera de terapia para tratar enfermedades como la epilepsia o la locura. Grünewald, incluso viajó hasta Mecklenburgo, región al norte, sobre el mar Báltico a ver un eclipse solar, pues debía crear una fantástica combinación de colores y luces que realmente ejercieran el efecto curativo buscado.
«San Antonio y san Pablo»… las dos medicinas
Esta tabla, junto a la de la Anunciación, se refieren a dos visitas que implican consolación. En la de San Pablo Ermitaño porque él obtiene la paz de la suprema sabiduría de San Antonio y la de la Virgen porque ella recibe el Espíritu Santo a través del mensaje del arcángel San Gabriel.
Mientras que algunos elementos son explícitos, como las hierbas medicinales que crecen junto al escudo de armas de Guido Guersi a los pies de san Antonio, el cuervo, los alimenta con dos hogazas de pan… la conversación entre ambos ermitaños representa la medicina tanto del cuerpo como para el espíritu.
«Las Tentaciones de San Antonio»
El santo, yace en el suelo abrumado por la ferocidad de los demonios, que están desgarrando su carne con sus dientes, garras y cuernos, hasta que aparece una luz brillante junto con un ángel enviado por el Señor, para dispersar a sus atacantes y aliviar su dolor. En el ángulo inferior izquierdo destaca una figura deforme que muestra detalles del mal del «Fuego de San Antonio» úlceras sangrantes por todo el cuerpo.
Clara intención moralizante de alentar a los enfermos a no sucumbir en su desesperación.
La obra de Grünewald condenada al ostracismo
Grünewald dejó en el Retablo de Isenheim una de las más importantes obras de pintura religiosa de todos los tiempos. Se colocó a la altura de Durero, Holbein y Cranach, los grandes pintores Renacentistas Alemanes, sin embargo, su obra fue ignorada durante muchísimo tiempo.
A principios del siglo XX fue «redescubierta» por los Expresionistas Alemanes y desde entonces se valoró la producción del pintor en sus justos términos.
Esta obra inspiró a pintores como Arnold.Böcklin – simbolista, a los Expresionistas como: F. Marc, M. Bekmann E. L. Kirchner y E. Nolde, a los Rupturistas y Antibélicos Otto Dix y G. Gröz, también a P. Picasso, H. Matisse y al estadounidense Jaspers Johns neodadaísmo, quienes usaron al «Políptico» como modelo.
El Museo Unterlinden, donde se encuentra, ampliado y renovado en el 2015 es el segundo museo de Bellas Artes más visitado de Francia (fuera de los de París). De todas partes del mundo acuden interesados en admirar la célebre obra maestra de Grünewald – El Retablo de Isenheim.