
El nombre «Admont» deriva de la expresión latina «ad montes», «en las montañas» es el monasterio más antiguo toda Estiria, Austria, en la ribera del río Enns y aproximadamente a 75 kilómetros al sur de Linz.

Fue fundado en el año 1074 por el Arzobispo Gebhard de Salzburgo con la aprobación de Santa Emma de Gurk, de la orden benedictina y está en los límites del montañoso Parque Nacional de Gesäuse Se considera que Santa Emma de Gurk, condesa de Friesach y Zelschach, la fundadora ya que a su ingreso en el convento de Gurk, donó esas tierras para la construcción del monasterio, pero la construcción no comenzó hasta el año 1072, luego de más de dos décadas de fallecida.
El monasterio prosperó durante la Edad Media ya que poseía un productivo scriptorium y tuvo taller de copistas hasta la invención de la imprenta.
Entre 1297-1327, alli vivió el abad Engelbert de Admont erudito y autor de numerosas obras.
Por las guerras contra los turcos y la Reforma, el abad Valentín fue obligado a dimitir por sus opiniones reformistas que provocaron un largo declive, pero con la Contrarreforma la abadía volvió a florecer. Además de escuela secundaria, que más tarde se trasladó a Judenburg, había facultades de teología y filosofía.
La abadía en 1681

El abad Albert von Muchar era conocido como historiador y enseñaba en la Universidad de Graz. En los siglos XVII y XVIII, la abadía alcanzó su punto álgido de productividad artística, con las obras del mundialmente famoso bordador eclesiástico Hermano Benno Haan 1631-1720 -Dalmática que se conserva en el museo de la Abadía.

Abadía de Admont, 1830, lith.de J. F.Kaiser, en el museo de Graz.
El 27 de abril de 1865, un desastroso incendio destruyó casi todo el monasterio. Mientras que los archivos monásticos ardieron, la biblioteca pudo salvarse. La reconstrucción comenzó al año siguiente, pero aún no se había completado para1890. Las crisis económicas de la década de 1930 obligaron a la abadía a vender muchos de sus tesoros artísticos.
Durante el periodo del gobierno nacionalsocialista el monasterio fue disuelto y los monjes desalojados. Pudieron regresar en 1946 y hoy la abadía vuelve a ser una próspera comunidad benedictina. En la actualidad, la comunidad de Admont está formada por más de 27 monjes bajo la dirección del abad Bruno Hubl. La abadía es responsable de 27 parroquias, dirige una escuela secundaria con unos 600 alumnos y una residencia de ancianos en Frauenberg.

La iglesia actual fue diseñada por el arquitecto Wilhelm Bücher para sustituir a la anterior, aquí en el retrato de Anton Romako con la nueva abadía de Admont al fondo.
El arquitecto se inspira en la Catedral de Ratisbona … fue el primer edificio en estilo neogótico del país.
Incorpora las puertas laterales románicas del siglo XII. Las dos torres tienen 67 metros de altura, y en la fachada aparecen las figuras de San Benito y Santa Escolástica.
El santo patrono del templo es San Blas,en el pináculo de la puerta oeste.

El interior consta de una nave central y dos laterales, de las que salen cinco capillas laterales y seis altares. El cuadro del altar de María Inmaculada, obra de Martino Altomonte 1657-1745, está rodeado por 15 medallones tallados de los secretos del rosario, obra de Joseph Stammel. Ambas obras de arte fueron creadas en 1726 y sobrevivieron al incendio de 1856.
En una capilla lateral se encuentra el famoso Belén o Pesebre de Admont, también de Stammel. Bellísimo!!
El crucifijo gótico bajo el arco del triunfo, fechado en 1518, se atribuye a Andreas Lackner.
Sobre el altar mayor de mármol blanco de Carrara se encuentra una estatua de San Blas. El coro está decorado con tapices de principios del siglo XVIII de Benno Haan. En la capilla de San Benito hay un Corpus Christi barroco del taller de Johann Meinrad Guggenbichler.
La sala de la biblioteca
Esta de más decir que la arquitectura y el diseño de sesta sala expresan los ideales de la Ilustración, construida en 1776 según los diseños del arquitecto Joseph Hueber, que estaba comprometido con las ideas de la idea del momento: «Como la mente, la habitación igualmente debe estar llena de luz».
La abadía posee más de 1.400 manuscritos antiguos procedentes de la abadía de San Pedro de Salzburgo, regalo del fundador, el arzobispo Gebhard libros que acompañaron a los primeros monjes que se instalaron con más de 900 incunables!!!. Contiene unos 70.000 volúmenes de los 200.000 que posee el monasterio,1400 son manuscritos, algunos del siglo VIII y más de quinientos incunables.
Obras raras como, la primera edición de la Encyclopédie de Diderot y d’Alembert -1758 o la Biblia de Martín Lutero. Obras tradicionales de teología y derechos canónicos, incluye una impresionante colección de obras dedicadas a la ciencia y la historia.

Las dimensiones de esta obra son dignas de una catedral.
De 70 metros de largo, 14 de ancho y 13 de alto es la mayor biblioteca de un monasterio del mundo.
La luz procede de 48 ventanas tiene una original combinación de colores dorados y blancos. En el techo siete cúpulas como siete son las artes, las ciencias etc. decoradas con frescos de Bartolomeo Altomonte que muestran las etapas del conocimiento humano hasta el punto culminante de la Divina Revelación.
Según el espíritu de la Contrareforma, las abadías debían tener una «Sala de boato«. Los benedictinos de Admont eligieron la biblioteca, porque «La regla de San Benito, `rezo, trabajo y leo’, concede un sitio importante al estudio».
Los frescos son de Bartolomeo Altomonte 1694-1783. Los Altomonte, de origen austriaco pero, Martino, italianizó su nombre tras su formación en Nápoles-Italia nombre muy apropiado para trabajar en una abadía.

El fresco de cúpula principal de 1776, fue encargada por el abad Matthäus Offner que que rigió la abadía entre 1751 y 1779, dejó su impronta, el escudo de armas, en el hastial este de los edificios de Admont. Muestra una montaña con una estrella de ocho puntas y como su predecesor, Antonius von Mainersberg, un hombre con una Granada – la fruta-símbolo del sacerdocio.
Tenía ochenta años cuando Altomonte pintó las cúpulas: estas representan las distintas fases del entendimiento humano y que podrían resumirse: «del pensamiento y el lenguaje surgen las artes y las ciencias, que culminan en la Revelación Divina, representada en la gran cúpula central.» Trabajó solamente en los meses de verano entre 1775 y 1776.
La religión y el pensamiento van de la mano en todo, hasta los nervios de las bóvedas, las ménsulas que sostienen las cúpulas parecen surgir de los propios estantes. Las elaboradas hornacinas que albergan esculturas alegóricas de las distintas ciencias y saberes semejan los espacios que protegen a los libros. Hay «puertas secretas»….escalerillas…etc. en fin… detalles que encantan .
Books and bookshelves. Admont Abbey Library, Austria
En la cúpula central, una figura femenina representa a la Sabiduría Divina. A sus lados Moisés, en representación del Antiguo Testamento, y la Iglesia, en representación del nuevo.
Debajo, los Padres de la Iglesia.

Un hombre vestido de gris, posiblemente Matthäus Offner, entrega una receta a una figura femenina, son la medicina y la farmacia. Los rodean otras ciencias: la física, la astronomía, la geografía o la aritmética.
Apolo, aparece como dios de la poesía y de la luz, reina sobre las Musas en la sala dedicada al Arte y la Tecnología.
Libros y todo tipo de antiguallas adornan un fresco dedicado a la Historia y representan sus fuentes, con el dios del tiempo, Cronos, coronando la escena.
Aurora, diosa del amanecer, porta una antorcha como símbolo del fin de la ignorancia.
Completamente renovada
La suntuosa biblioteca rococó fue reabierta al público en Agosto de 2008.
El bellísimo piso de mármol similar al de la Iglesia de san Marcos de Venecia está salpicado de esculturas en madera de tilo que representan las Cuatro Últimas Cosas: la Muerte , El Juicio Final , el Paraíso el Infierno obras del escultor Joseph Stammel 1695-1765 en la famosa biblioteca.

El «Museo de Historia Natural» cuenta con la colección de insectos más grande de toda Austria.
Desde el período barroco los abades habían acumulado una colección de «curiosidades» y «especímenes» científicos de diversas índole, que fueron completamente destruidos en el incendio de 1865.
Como parte de la reconstrucción, el padre Gabriel Strobl decidió reemplazar las colecciones perdidas, y así formó el núcleo de los museos modernos. El padre Strobl era botánico, pero también trabajó para la colección de insectos, tanto que se convirtió en uno de los grandes entomólogos de su época. El museo ahora contiene más de 250.000 especímenes de insectos, incluida una de las tres colecciones más grandes de moscas, o Diptera, de Europa. Y otras colecciones de minerales y rocas y especies exóticas.
Colecciones de arte: histórico y moderno. La colección de arte histórico fue iniciada en 1959 por el padre Adalbert Krause aumentando significativamente desde 1980.
En los últimos años, fotógrafos como Erwin Wurm, Rudi Molacek y Lois Renner fueron invitados para sumar nuevos trabajos al museo. Como complementario a éste, el programa denominado «Artist in Residence» invita a los artistas a que realicen obras inspiradas en la abadía y sus trabajos son etiquetados con el texto «Made for Admont» pasando a formar parte de la colección.
Las dos obras de antes del incendio
La Abadía – óleo de 1840 de Anton Shiffer y otro de Jacob Alt
Más colecciones…
La colección de pintura de Hannes Schwartz – 1926-2014 fue un pintor austriaco. El artista donó una colección en 2002. El autor hace en su obra una interpretación crítica de la historia del tiempo que le tocó vivir, especialmente hace referencia al nacionalsocialismo, exposición permanente dela Abadía.
En mayo de 2003, el Nuevo Museo de arte contemporáneo junto un a Museo Gótico con la colección cedida por Kuno Mayer, coleccionista de arte gótico. Encontramos vitrales, paneles y buen número de esculturas góticas entre las que destacan varias Virgen María tirolesas. La colección de arte eclesiástico con obras de bordado eclesiástico del famoso artesano Benno Haan y del escultor de la abadía Joseph Stammel. Hay un taller del museo dedicado a los niños, para fomentar el conocimiento a través de la creatividad y además a conocer la historia de la abadía.
En los meses de verano se organizan visitas nocturnas guiadas para conocer la biblioteca del monasterio. En otoño, en el marco de los conciertos de órgano que durante esa estación se interpretan, se puede disfrutar de los impresionantes sonidos de ese instrumento. En particular, son ejecutadas obras correspondientes a compositores con aniversarios durante el año en curso. Diversas celebraciones litúrgicas como la Fiesta de Acción de Gracias en otoño o la misa Rorate Caeli durante el Adviento.
Hoy Admont Abbey es un centro de fe, cultura de importancia internacional y porque no… un remanso de paz.
