El austríaco Egon Schiele fue famoso por la intensidad perturbada, los cuerpos retorcidos y la cruda sexualidad que representó en sus pinturas, muchas de las cuales son autorretratos.
Este pintor figurativo del siglo XX creó más de 3000 obras en papel y alrededor de 300 pinturas, a menudo consideradas impactantes y ofensivas por su erotismo explícito y sin complejos.
Sus líneas angulosas, la combinación de colores, lo identifican desde temprano, abanderado del Expresionismo austríaco, que rechazaba las convenciones típicas sobre la belleza e introdujo la fealdad y la emoción exagerada en el arte.
Autorretrato de la colección del Museo Leopold
La Viena de entonces estaba dominada por una agitación cultural, que se alejó del puritanismo burgués hacia la liberación de las obligaciones morales.
Durante ese tiempo, Sigmund Freud escribió los «Tres ensayos sobre teoría sexual» y Schiele encontró su característico estilo expresionista en esta propicia atmósfera vienesa y se convirtió en uno de los maestros más provocativos de su época por sus representaciones.
En 1912, el periódico Neue Presse escribió: «Sus aberraciones se encuentran entre las cosas más repugnantes que se han visto en Viena hasta ahora». Sus criaturas grotescas, los desnudos, tanto masculinos como femeninos, fueron todo un escándalo.
Pero, sin duda, Schiele estaba convencido de su arte: «Las obras de arte eróticas también tienen su santidad».
Schiele utilizaba una línea cortante e incisiva para expresar su propia realidad y para mostrar impetuosamente la dramática destrucción física y moral del ser humano.
El color adquiere un valor autónomo, no naturalístico, resultando particularmente eficaz en sus muchas acuarelas y en sus diseños de alucinada tensión.
Al igual que en otros pintores austríacos de la época, como Alfred Kubin y Oskar Kokoschka, el espacio se convierte en una suerte de vacío que representa la trágica dimensión existencial del hombre, en continuo conflicto entre la vida y la muerte y, sobre todo: la incertidumbre.
Schiele era un hábil dibujante, de trazo claro, rápido y duro, sin dudas, no concedía espacio a la apreciación decorativa o estética de sus pinturas o dibujos. Sus obras tenían en un fuerte y violento impacto en el espectador, que asume casi una posición de intérprete psicoanalítico, el deseo de rebeldía y provocación como angustia existencial. Buscaba, en las figuras angustiadas sin referencia al contexto histórico y social, los «instintos reprimidos», exploraba el exhibicionismo y el voyerismo, hacia un estado afectivo que puede llegar a lo patológico.
En 1908 celebró su primera exposición individual en la Wiener Werkstätte, fundada en 1903 por Josef Hoffman y Koloman Moser. En ella presentó obras cuyo fundamento teórico radicaba en la idea de “obra de arte total”: el arte no se limitaba a las áreas tradicionales, sino que también a lo formal y espiritual que afectaba a la vida diaria.
Schiele estuvo influenciado fuertemente en sus comienzos por Gustav Klimt pero, hacia 1910, su pintura se convirtió en un viaje de introspección psicológica. Klimt quien, además de inspirarlo, lo ayudo sumándolo al movimiento de la Secesión de Viena, corriente que trató de regenerar y modernizar el arte bajo el lema “A cada época su arte y al arte su libertad”
Abandonó el estilo de la Academia, y giró hacia el Expresionismo. En 1909 expuso en la II Exposición Internacional ubicada en 54 salas de la Kunstschau, que constituyó la más grande cita artística que se había visto hasta entonces en Austria. Se consiguió reunir a artistas de la vanguardia europea como Ernst Barlach, Paul Gauguin, Max Klinger, Pierre Bonnard, Max Lieberman, Henri Matisse, Edvard Munch, y Vincent Van Gogh. También se encontraban el escultor belga Georges Minne que, junto al pintor Ferdinand Hodler, fueron los que más influyeron en el arte expresionista de Schiele, el cual expuso cuatro retratos en una sala donde también tenía obras Oskar Kokoschka.
El retrato Wally Neuzil de Egon Schiele
La obra destaca por su estilo artístico único y su composición innovadora. La obra en pequeño tamaño, 32 x 40 cm, fue creada en 1912 y muestra a Wally Neuzil, amante y musa del artista.
Pertenece a la colección del Leopold Museum.El museo se fundó en 2001 gracias a la colección privada de Rudolf y Elisabeth Leopold. Entre sus paredes acoge la mayor colección del mundo de Egon Schiele,máxima figura del expresionismo austriaco.
El retrato fue propiedad privada de Lea Bondi Jaray, una galerista judía en Viena quien huyó de la persecución nazi a Londres, donde murió en 1969.
El partido nacionalsocialista se apoderó ilegalmente de la obra y, tras pasar por diferentes manos, llegó finalmente a ser posesión del museo Belvedere de Viena, que en 1954 la vendió a Rudolf Leopold.
En el año 1997, la obra en una muestra itinerante, fue prestada al Museo de Arte Moderno de Nueva York. Al año siguiente fue confiscada por el reclamo de los herederos. Tras un litigio legal que duró doce años y por medio del pago de 19 millones de dólares, el retrato de Wally, volvió desde Estados Unidos al Museo Leopold en Viena, desde donde había partido.
Wally
Nació en agosto de 1894 en Tattendorf en la baja Austria. Hija de Josef Neuzil un maestro de gramática de la actual República Checa. Aunque ser maestro daba cierto prestigio, el salario era muy malo, por lo tanto pertenecían a la clase media baja. Debido a la muerte temprana de su progenitor, en 1906 Wally se mudó con el resto de su familia a la ciudad de Viena. Alrededor de 1900 en Viena las condiciones de vida precaria eran muy duras. Trabajó en diferentes profesiones por períodos cortos de tiempo y apenas tenía posesiones personales. La capital de Austria contrastaba por un lado la pobreza con el gran esplendor de la era Gründerzei, con el auge de la construcción de avenidas y bellas residencias, la burguesía en ascenso, los grandes coleccionistas de arte…
El bellísimo retrato de Walburga «Wally» Neuzil, con su sonrisa enigmática, sus ojos azules y su traje negro de cuello blanco, ha sido considerada la Mona Liza Vienesa.
El estilo de Schiele se caracteriza por su uso de líneas angulares y formas distorsionadas, lo que crea una sensación de tensión y angustia en la obra.
Schiele utiliza esta técnica para retratarla de una manera cruda y realista, capturando su belleza de una manera que es al mismo tiempo cruda y vulnerable. Un enfoque de primer plano para enfatizar la figura, una paleta de colores oscuros para crear una sensación de intensidad y drama a la obra., que se ha convertido en un símbolo de la lucha por la justicia en el mundo del arte, y su historia ha sido documentada en varios libros y películas.
Triste historia
Cuando Schiele tenía 21 años conoció a Walburga Neuzil, de 17 años…
Se establecieron juntos en una pequeña ciudad llamada Krumau, de donde provenía la madre de Schiele, pero pronto fueron expulsados por los vecinos que desaprobaban su estilo de vida bohemio y la supuesta práctica de Schiele de reclutar muchachas adolescentes para que posaran para él.
En 1912, Schiele y Wally se mudaron a la zona de Neulengback, donde Schiele fue arrestado por seducir y secuestrar a una muchacha. Más de un centenar de sus dibujos fueron considerados inapropiados y confiscados de su estudio, lo que condujo a que se sumara a su lista de cargos la exhibición de materiales pornográficos a menores. Fue sentenciado a prisión y el juez hizo una demostración de la quema de uno de sus dibujos frente a él.
Durante su encarcelamiento, Wally se mantuvo fiel a su amado, le entregaba comida, material artístico entre los barrotes…En las propias palabras de Schiele: «Entre mis conocidos más cercanos, nadie hizo nada, excepto Wally, a quien conocí recientemente y cuya conducta fue tan noble que me cautivó».
Idea de matrimonio
Pero el artista conoció a Edith y a Adele Harms, dos hermanas de clase burguesa, las invitó a paseos incluso se hizo acompañar por Wally sin que ella sospechara nada de la idea que rondaba por la mente del pintor. La idea de matrimonio fue expuesta en una carta fechada en febrero de 1915 dirigida a Roessler: «Tengo pensado casarme más ventajoso, pero no con Wall».
Tras cortejar a ambas hermanas, se casó con Edith el 17 de junio de 1915. Su casamiento se produjo durante la Primera Guerra Mundial y Egon Schiele, por pertenecer a lo que se consideraba la élite intelectual, no fue enviado al frente, pero sí a Praga en servicios administrativos. Un año después fue trasladado a Viena con el privilegio de poder usar su taller.
Según explica Roessler… Schiele propuso a Wally, a través de una carta, que se comprometía a «emprender todos los veranos un viaje de recreo con ella». Wally rechazó la propuesta, se incorporó a la Cruz Roja cuando empezó la Primera Guerra Mundial. Su muerte se produjo en 1917, sin que hubiera habido ningún otro encuentro con Schiele.
En el año de su casamiento de 1915, Schiele realizó la pintura «La muchacha y la muerte», en la que representó un abrazo desesperado entre una pareja, sobre un paño arrugado blanquecino, que representa un lecho mortuorio, las figuras están como flotando sobre la superficie. Se reconoce al propio pintor en la figura masculina y a Wally en la femenina. Fue la despedida de Schiele a la pérdida de Wally, causada por su matrimonio
En 1918 participó con éxito en la cuadragésimo novena exposición de la Secesión de Viena, de la que diseñó el cartel de la exposición y donde vendió la mayoría de los cincuenta cuadros presentados. Además ese mismo año colaboró en otras exposiciones en Zúrich, Praga y Dresde.
La última pintura importante realizada por Schiele fue una titulada «La familia -1918″. De un realismo bastante inusual en el pintor… documenta su situación biográfica, su esposa Edith esperando un hijo…
Presenta un grupo de desnudos, el hombre, en el que es fácil reconocer al propio autor, se encuentra sentado sobre un sofá, delante de él, sentada en el suelo, aparece la figura de una mujer con un niño pequeño entre sus piernas envuelto en una manta. Destacan los cuerpos iluminados de los personajes adultos y la cara del niño sobre el color oscuro del fondo, los tonos cromáticos sirven en esta pintura para resaltar los volúmenes corporales, no son líneas gruesas rellenas de color, como sus anteriores pinturas. Muestra un lenguaje menos agresivo que el utilizado anteriormente porel autor. A pesar de la temática, el cuadro demuestra una melancolía sin expresividad drástica, las miradas del hombre y de la mujer están perdidas en sus pensamientos, con ello, el autor rompe la composición del grupo unido en una forma casi circular.
En otoño de 1918 la pandemia de gripe de 1918 causó más de 20 millones de muertos en Europa, asoló Viena…
Edith, embarazada de seis meses, murió el 28 de octubre. Tres días después, Egon Schiele falleció de la misma enfermedad a los 28 años. Durante el breve lapso que separó sus muertes, Schiele realizó unos bocetos de Edith, que se consideran sus últimas obras.