La leyenda Dorada

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Aquí vemos a su autor Jacobo de la Vorángine en este altar  obra de   Ottaviano Nelli, capilla del  Trinci Palace- Foligno-Italy  ofrendando su magna obra.

La Legenda Aurea  o Dorada fue creada con la sana intención de propiciar la religiosidad popular, y cumplió su propósito, pero a costa de la fidelidad histórica en muchos casos. Aunque, sin duda, hay que tener en cuenta que el sentido medieval de la historia era distinto que el de la Edad Moderna y Contemporánea.

No podemos evaluar la Leyenda áurea como un documento histórico apegado a la narración de hechos reales, pues el objetivo principal de su autor  no fue el redactar biografías fidedignas o escribir  tratados científicos para eruditos, sino libros de devoción para la gente común. Por lo tanto, «La leyenda Dorada» ofrecía a través de su páginas, la posibilidad de conocer modelos de vida dignos de ser emulados.

La obra está compuesta por 177 capítulos (182, según algunos estudiosos). Está dividido en cinco apartados de acuerdo con el año litúrgico: de Adviento a Navidad, de Navidad a Septuagésima, de Septuagésima a Pascua, de Pascua a la Octava de Pentecostés, y de la Octava de Pentecostés de nuevo al Adviento.

El prestigio de la obra fue inmenso  entre los artistas, que utilizaron sus atrapantes  narraciones para pintar y esculpir escenas devotas siguiendo fielmente sus descripciones a lo largo de la Edad Media, todo el Renacimiento y gran parte  el Barroco.

Muchos hombres,  tales como: Isidoro de Sevilla, Carlomagno, Beda el Venerable, Alberto Durero, Alfonso X el Sabio, Juan Ruiz, Pedro Abelardo, Marco Polo, Beato de Liébana, Maimónides, Cristóbal Colón, Yehudah HaLevi, Dante Alighieri, Tomás de Aquino, Savonarola, Nebrija, Chrétien de Troyes, Lorenzo el Magnífico y tantos otros  que fueron especiales y dejaron  a su paso por este mundo   una estela brillante  que iluminó a todos aquellos que los leyeron o se interesaron por sus exóticas vidas.

Jacobo de la Vorágine, el autor de La Leyenda Dorada …no podía ser menos…

JacoboVarazze

 

El apellido del beato Jacobo se deriva del nombre del pueblecito de Viraggio (actualmente Varazze), cerca de Génova, donde nació hacia el año 1230. A los catorce años, Jacobo ingresó en la Orden de Predicadores.Tras de ejercer el cargo de prior en el convento de Génova, fue elegido, en 1267, provincial de Lombardía. Como sólo tenía entonces treinta y siete años, su nombramiento dio ocasión a ciertas murmuraciones, pero la prudencia y habilidad que demostró en el cargo, redujeron pronto al silencio a sus opositores.

Desempeñó el cargo de Provincial durante diecinueve años consecutivos, al cabo de los cuales fue nombrado «Definidor». A la muerte de Carlos Bernardo, arzobispo de Génova, ocurrida en 1286, el capítulo intentó elegir a Jacobo, pero éste se negó a aceptar el gobierno de la sede.

Dos años más tarde, el papa Nicolás IV le confió la misión de arreglar el entredicho  que pesaban sobre Génova por haber apoyado la rebelión de los sicilianos contra el rey de Nápoles.

En 1292, la sede quedó nuevamente vacante. El capítulo eligió otra vez a Jacobo y éste se negó de nuevo; pero en esa ocasión se vio obligado a aceptar y fue consagrado en Roma. Su gobierno de la diócesis, que sólo duró seis años, fue constantemente perturbado por las luchas entre güelfos y gibelinos, que en aquella región se llamaban «rampini» y «mascarati» respectivamente.  Trabajó infatigablemente en favor de la paz política y religiosa. Desgraciadamente, no tuvo éxito, ya que la aparente reconciliación de 1295 fue sólo una tregua, y las luchas recomenzaron al año siguiente con el mismo encono que antes. Como pastor fue un ejemplo para su diócesis, no olvidaba su voto religioso de pobreza, empleaba  las rentas en socorrer a los necesitados, las víctimas de la guerra civil, en dotar hospitales y monasterios y en reconstruir iglesias.

Pero Jacobo de la Vorágine es famoso por sus escritos. Se le ha atribuido la traducción de la Biblia al italiano,  en caso de que la haya hecho realmente no queda ningún ejemplar de esa obra. La razón de la fama del beato es que fue el autor de la «Legenda Sanctorum», más conocida con el nombre de «Legenda Aurea» («La Leyenda Dorada»). Dicha obra es sin duda, entre las colecciones de leyendas o vidas de santos, la más divulgada y la que mayor influencia ha ejercido en toda la historia.

La obra de Jacobo de Vorágine alcanzó una popularidad y una difusión inmensas en la Edad Media. En 1470, se publicó en Basilea la primera edición impresa. Diez años más tarde, la «Leyenda Dorada» estaba ya editada en italiano, francés, dialecto alemán, y checo. Caxton publicó la primera edición inglesa en 1483, en Westminster.

Hacia 1500, había más de setenta ediciones en latín, catorce en dialecto alemán, ocho en italiano, cinco en francés, tres en inglés y tres en checo.Hacia 1500, había más de setenta ediciones en latín, catorce en dialecto alemán, ocho en italiano, cinco en francés, tres en inglés y tres en checo.Ningún otro libro tuvo más ediciones que éste entre 1470 y 1530.

Considerada como libro de devoción, la obra de Jacobo de Vorágine es una verdadera obra de arte.

Santos : Primus y Feliciano, del sXIV-Manucristo de La Legenda Dorada

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de una Miniatura San Cosme y san Damián  los santos hermanos médicos

La «Leyenda Dorada» fue, el primer éxito de librería a partir de la invención de la imprenta que  nos presenta a los amigos de Dios como lo más grande que existe sobre la tierra. Los santos:  seres humanos que están muy por encima de la materia y de las miserias de nuestro pequeño mundo.

Una hoja de la Leyenda Dorada  que nos cuenta la historia  de san Procopio

la leyenda de san Procopio

 

Los reyes y los príncipes acuden a consultarles y se mezclan con el pueblo para ir a besar sus reliquias e implorar su protección.

Los santos viven en la tierra, pero íntimamente unidos con Dios. Y Dios les concede y  cierta participación de su propio poder. Ellos sólo emplean ese poder para bien de sus semejantes y, por eso, el pueblo acude a ellos para obtener la curación de sus enfermedades de cuerpo y de alma.

Los santos practican todas las virtudes en grado sobrehumano: la bondad, la misericordia, el perdón de las ofensas, la abnegación;  y exhortan a los cristianos a practicarlas.

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La vida de los santos es la realización concreta del espíritu del Evangelio. Y por el sólo hecho de poner al alcance del pueblo ese ideal sublime, la «Leyenda Dorada», como cualquier otra forma de poesía, posee un grado de verdad más elevado que el de la historia.

También de la Leyenda Dorada  Santa Elena en busca de la Santa Cruz

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220px-saint_george_et_le_dragon_enluminure2                San Jorge y el Dragóntambién del Libros
En esta miniatura vemos a Jesús y pertenece a la edición  inglesa realizada en  1492 por 
  William Caxton     

Esta obra  incluye relatos de la Vida de Jesús basada en los Evangelios y de la vida de la Virgen María, famoso relato el de sus desposorios  que lo inmortalizara Giotto en la Arena de Padua y posteriormente Rafael .

El culto del Beato Jacobo de Vorágine comenzó inmediatamente después de su muerte, acontecida en 1298, siendo beatificado  recién en 1816 por Pío VII.

Un comentario en “La leyenda Dorada

  1. Hola, María. Estoy interesada en el tema de la leyenda aurea/dorada puesto que es un término necesario para mi tesis de titulación. ¿Podrías pasarme tus fuentes de investigación para extraer citas que me permitan respaldar mi investigación, por favor?

    Muchas gracias por tu dedicación para esta entrada en WordPress.

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